Difícil situación a la que se enfrentan las unidades de contención en Kiev. Y es que no se trata de contener ni de enfrentarse a colectivos de ciudadanos normales (que también los hay) enfadados o indignados con la nefasta gestión política de Ucrania.
Se enfrentan a grupos de lobos con piel de cordero que se han quitado el manto y que bajo apariencia de ciudadano ejemplar reside un pasado entregado a las milicias de la antigua URSS. Muchos de ellos fueron componentes de unidades de diversas armas militares, e incluso excombatientes de las Spetnaz que comandan grupos organizados, jerarquizados y en su día bien entrenados, sobre todo en combate urbano; uno de los emplazamientos más complicados desde un punto de vista estratégico y operativo. Así que no tiene que resultar ni fácil ni agradable para las fuerzas del orden ucranias, entre otras cosas porque también están compuestas en parte por exmilitares y saben a quién se enfrentan y cómo.
Sólo hay que echar un vistazo a los vídeos que circulan por las webs rusas para comprobar la manera de actuar de los "indignados" allí y de sus métodos de actuación.
Éstos no son cuatro guarros que echan a correr cuando escuchan percutir una salva...