http://actualidad.terra.es/sucesos/articulo/piden-carcel-jubilado-fumigo-siete-2593997.htmEn la Audiencia de Barcelona se ha celebrado el juicio contra el jubilado, Joan B.F., que ha asegurado que cuando en 2002 el Ayuntamiento de Sant Joan Despí le pidió, a raíz de las quejas de su vecina, que dejara de fumigar sus frutales, lo hizo, en contra de lo que sostienen el fiscal de medio ambiente y la acusación particular.
La mujer que le denunció, Rosa B.B., sufre una intolerancia ambiental idiopática o hipersensibilidad química múltiple, si bien los peritos que le diagnosticaron este síndrome han descartado en el juicio que sufriera una intoxicación por plaguicidas.
De hecho, los testigos y peritos han subrayado que los trastornos de la mujer -como fotofobia, debilidad extrema, ansiedad, depresión, vértigo y problemas digestivos- pueden tener su origen en causas diversas, como champús, detergentes, la luz o colonias, debido a su extrema hipersensibilidad química.
La propia denunciante ha asegurado ante el tribunal que el mundo le es 'hostil', ya que no soporta los coches, la gasolina o los humos, por lo que, según se ha encargado de recordar la defensa, también denunció a otros vecinos por el humo que desprendían sus chimeneas durante un mes de enero.
Debido a sus diversas dolencias, la mujer permanecía casi enclaustrada en su casa, junto con su madre, con las ventanas casi siempre cerradas, lo que según los médicos que la trataron también pudo contribuir a que cayera en una depresión y que incluso presente síntomas de paranoia.
La mujer se querelló en el a?o 2002 contra su vecino, al que acusó de fumigar con potentes insecticidas sus siete árboles frutales.
El hombre ha admitido en el juicio que efectivamente utilizaba Legaycid e Imidan (que tienen los principios activos del fenthion y el phosmet) para fumigar sus cítricos, pero que cuando un técnico municipal le pidió que lo dejara de hacer ya no volvió a tratar los árboles químicamente.
Se da el caso de que en los envases de los productos que el jubilado utilizaba para fumigar no se especificaba que estaba prohibido su uso en áreas urbanas.
Una vecina que ha testificado en el juicio ha avalado la tesis del acusado y ha asegurado que los frutales ahora 'dan lástima' porque no los fumiga desde hace a?os y sus frutos son incomibles porque están llenos de peque?os insectos.
En cambio, la mujer que ha presentado la denuncia ha insistido en que el hombre no dejó de fumigar y que se formaron 'nubes tóxicas' que entraron en su casa a través de la ventana de la cocina.
Precisamente, durante la visita de unos técnicos en la casa de la mujer, éstos le dijeron, según ha remarcado la defensa, que fuera no había rastros de nube tóxica y le recomendaron que abriera las ventanas para aligerar el ambiente cargado de su propia vivienda.
Por su parte, responsables del departamento de Agricultura de la Generalitat que analizaron los frutales han asegurado que durante los a?os 2003, 2004 y 2005 no aparecen restos de fumigación en los árboles.