Irá a juicio por multar a la mujer que le dio calabazas
Antonio F. de la Gándara / Las Palmas de Gran Canaria
Hasta seis años de prisión piden las acusaciones para A.C.S., un guardia civil acusado de falsificar sanciones de tráfico contra una joven de Fuerteventura en venganza porque ésta se había negado a tener una relación sentimental con él. El acusado lo niega.
La Audiencia Provincial de Las Palmas juzgará el próximo 25 de abril a los guardias civiles A.C.S, M.R.B. y D.R.P., acusados de un delito de falsedad documental en distintos grados. Supuestamente, A.C.S. no soportó que la chica que le gustaba le diera calabazas y lo pagó endosándole cuatro multas de tráfico, dos de ellas cursadas con la ayuda de los otros dos agentes.
El Ministerio Fiscal solicita una condena de cinco años de prisión y cinco de inhabilitación para A.C.S. como autor de un delito continuado de falsedad en documento oficial, y cuatro años de prisión e inhabilitación para los otros dos agentes por un único delito de falsedad.
En la causa está personada como acusación particular la supuesta perjudicada en la trama, G.H.D., que pide seis años de cárcel e inhabilitación para su supuesto pretendiente despechado y cinco para sus presuntos ayudantes.
Dice el fiscal, y ratifica como cierto la denunciante, que el 22 de noviembre de 2007, como quiera que ella se había negado a iniciar una relación sentimental con el guardia cuando éste se encontraba destinado en la demarcación de Morro Jable, el acusado se tomó la venganza redactando contra ella dos boletines de denuncia por circunstancias relativas a la circulación, «consciente de su inveracidad» y «con la clara intención de perjudicarla».
Agregan las acusaciones que posteriormente, cuando el agente había conseguido traslado de la demarcación de Puerto del Rosario, guiado por los mismos fines facilitó a sus compañeros y también acusados M.R.B –una mujer– y D.R.P. dos boletines de denuncia de los que le habían sido asignados, y los datos necesarios de la mujer, y estos, «conscientes de que con ello faltaban a la verdad», rellenaron el 19 de agosto de 2008 un nuevo boletín de denuncia contra la supuesta acosada adverando que había cometido una infracción de tráfico en Caleta de Fuste (antigua, Fuerteventura), cuando lo cierto, apunta la fiscalía, es que la mujer «se encontraba en su puesto de trabajo, a 80 kilómetros de distancia».
Una artimaña
El principal acusado en el proceso, A.C.S., niega a través de su abogado que los hechos sucedieran como los relata el fiscal y afirma que la mujer miente, que realmente existió la infracción que él denunció y que ella lo sabe perfectamente, porque, según esta parte, se negó a firmarlas e intentó destruirlas.
Alega que todo es una artimaña de la mujer para evitar la pérdida de puntos en su carné de conducir, y ofrece un detallado relato de lo que, según su versión, ocurrió aquel día en las carreteras de Pájara. Los otros dos acusados también niegan haber participado el falsificación alguna.