Arranca el juicio en el que Rodrigo Lanza se enfrenta a 25 años de prisión por el 'Crimen de los tirantes'
La Fiscalía y las acusaciones piden la pena más alta al considerar que se trata de un crimen por motivos ideológicos
Rodrigo Lanza, de 35 años, en una imagen de enero de 2015.
Prisión sin fianza para Rodrigo Lanza por matar al hombre que llevaba tirantes con la bandera española
Lanza mató a Laínez "por la espalda, sin posibilidad de defensa, con un objeto contundente"
Rodrigo Lanza, el okupa violento que fue enseña de Colau
ANA MARÍA ORTIZ | MADRID
04/11/2019 02:03
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El aspecto que Rodrigo Lanza tienen en la fotografía que acompaña estas líneas será en unas horas papel mojado. El pasado 22 de octubre Lanza mostró otra cara bien distinta cuando acudió a una vista previa al juicio contra él que comienza este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Pedía al juez que recusara a las dos psicólogas y a las dos forenses que lo habían examinado al considerar que no eran imparciales, solicitud que le fue denegada.
Durante la vista no se permitieron tomar imágenes del procesado, pero varios medios locales -El Heraldo y El Periódico de Aragón- resaltaron en sus crónicas el cambió físico que el joven antisistema de 35 años había experimentado.
Pelo corto en lugar de las rastras y ni rastro del puñado de pendientes que solía llevar en las orejas, ni de los aros con que adornaba las dilataciones de los lóbulos. No lucía piercings en los labios y usaba gafas para ver. Había sustituido, además, el pañuelo palestino y las camisetas de los grupos de death metal con las que aparece en las fotografías de archivo por una camisa azul, unos pantalones de tela color crema y unos zapatos tipo botines, según el relato de la prensa aragonesa. La antítesis de su imagen al ser detenido en diciembre de 2017.
Uno de los consejo básicos que todo abogado defensor da a un acusado antes de presentarse ante el tribunal -sobre todo en un juicio por asesinato y con jurado- es que dulcifique su imagen si ésta no cuadra con un canon de formalidad. En el caso de Rodrigo Lanza, el asunto del aspecto físico tiene aún más relevancia.
La Fiscalía y las acusaciones piden 25 años de prisión -la pena máxima del Código Penal por asesinato, con la excepción de la prisión permanente pevisable-, al considerar que mató a Víctor Laínez por motivos ideológicos. Cualquier elemento que aleje a Lanza por tanto del movimiento antisistema o de la extrema izquierda con la que se le relaciona, es una baza para tratar de suavizar una posible condena.
ANTECEDENTES PENALES
Lanza se sienta en el banquillo, además, con el bagaje de sus antecedentes. En 2008, la Audiencia de Barcelona le condenó a cuatro años y medio de prisión -el Tribunal Supremo elevó la pena a cinco años- por la agresión, en febrero de 2006, a un guardia urbano al que lanzó una piedra durante el desalojo de un inmueble okupa. El agente quedó tetrapléjico.
En aquel proceso le defendió Gonzalo Boye, el abogado de Carles Puigdemont-, y quien también participó en el polémico documental Ciutat Morta, grabado tras la salida de prisión de Lanza y en el que se sostiene que el joven fue condenado injustamente, víctima de un montaje policial.
Ideológicamente hablando, Víctor Laínez, simpatizante de la Falange Española de las Jons, se situaba en las antípodas. Cuando cayó inconsciente en un bar de Zaragoza tras ser golpeado por Lanza llevaba puestos unos tirantes con los colores de la bandera de España. Las acusaciones sostienen que Lanza le agredió -y asesinó-, precisamente, por su posicionamiento político. La defensa, que pide la absolución, dice que el acusado actuó en defensa propia e influenciado por el alcohol.
La víctima, Víctor Laínez, de 55 años.EL MUNDO
Está claro el peso que el componente ideológico tendrá en el juicio, pero cabe preguntarse también si influirá en la formación y selección del tribunal del jurado, que se constituirá este lunes, justo antes del arranque del juicio oral.
Según el artículo 40 de la Ley Orgánica 5/1995 del Tribunal del Jurado, "las partes, después de formular al nombrado las preguntas que estimen oportunas y el Magistrado-Presidente declare pertinentes, podrán recusar sin alegación de motivo determinado hasta cuatro de aquéllos por parte de las acusaciones y otros cuatro por parte de las defensas". Es decir, que las partes podrán vetar cada una a cuatro miembros del jurado por cualquier motivo, incluido el estimar que, ideológicamente, están predispuestos en uno u otro sentido.
LE LLAMÓ "FACHA" Y "FASCISTA"
El relato de lo sucedido que hace la Fiscalía en su escrito de acusación es que el 8 de diciembre de 2017, sobre las tres de la madrugada, Lanza entró en el bar Tocadiscos, de Zaragoza, acompañado de tres amigos. En un momento dado, Lanza se aproximó a Víctor y mantuvo con él una discusión en la que le llamó "facha" y "fascista" y en la que "le dijo que ése era un barrio antifascista, que no querían nazis en ese barrio y que no era bienvenido".
Poco después, Lanza y sus acompañantes se dirigieron a la salida. Víctor se levantó, les siguió y emprendieron brevemente otra vez la disputa verbal. Lanza abandonó el local y Víctor regresaba a su sitio cuando el acusado "volvió a entrar y acometió por la espalda a Victorino L. M.", dice el escrito de la Fiscalía, donde se usa el nombre oficial de la víctima, que se hacía llamar Víctor para distinguirse de su padre.
"Rodrigo L. H. golpeó fuertemente en la cabeza a Victorino L. M., por lo que éste cayó al suelo desplomado quedando inconsciente y, una vez en el suelo, Rodrigo L. H. le dio una patada en la cara, inmediatamente se colocó encima y siguió propinándole puñetazos en la cabeza y múltiples golpes, tras lo cual salió del local y se marchó. Victorino L. M. quedó en el suelo sangrando abundantemente por los oídos, boca y parte posterior de la cabeza", sostiene el fiscal.
"SEVERO TRAUMATISMO Y CONTUSIÓN"
Víctor Laínez ingresó en la UCI del Hospital Clínico de Zaragoza y falleció cuatro días después, el 12 de diciembre de 2017. La causa de su muerte, según la autopsia, "fue un severo traumatismo con parada cardiorrespiratoria compatible con una contusión de fuerte intensidad en la región temporoparietal derecha".
No menciona el fiscal en sus conclusiones provisionales los tirantes con la bandera de España que llevaba Laínez y que han hecho que el caso se bautice como el crimen de los tirantes. Sí se refiere a ellos como elemento clave en el porqué de la agresión la acusación particular, ejercida por la familia del fallecido, y también Vox, que se ha personado como acusación popular.
La versión de la defensa, que ejerce Endika Zulueta, es que Rodrigo Lanza salió del restaurante vegetariano donde trabajaba, pasada la medianoche, y consumió cervezas y chupitos de tequilas en varios locales antes de cruzarse con Víctor Laínez en el bar Tocadiscos. Laínez, sostiene la defensa, le hizo un gesto para que se acercara a Lanza -quien nació en Chile- y le dijo "que debía irse del país por ser extranjero".
Cuando abandonaban el local, uno de los amigos de Lanza le alertó: "Cuidado, Rodrigo, detrás de ti, que lleva una navaja". "Rodrigo, temiendo por su vida y con la única intención de defenderse y evitar una agresión, intentó echar hacia atrás al agresor empujándole con patadas, y viendo que éste no cejaba en su empeño, le golpeó en la cara [estando frente a él] cayendo a plomo el agresor, golpeándose la cabeza contra el suelo", dice el escrito de la defensa.
"MOTIVADO POR TEMOR A PERDER LA VIDA"
Rodrigo habría actuado así, según esta versión, "motivado por el profundo temor a perder la vida, sin que tuviera influencia alguna la supuesta ideología política del Sr. Victorino L. M".
La defensa de Lanza considera que lo sucedido no constituye ningún tipo de delito y pide que, en caso de ser condenado, se le apliquen los eximentes de trastorno mental transitorio, legítima defensa, actuar impulsado por un miedo insuperable y estar bajo los efectos del alcohol.
"El estado de pánico sufrido por Rodrigo, con plena representación de su propia muerte, junto con la afectación alcohólica descrita, provocó que en el concreto momento de los hechos sufriera una reacción en cortocircuito que anuló su voluntad", concluye.