El jurado declara inocente al anciano que mató de un tiro a uno de los ladrones que asaltó su casa en Mallorca
Tras más de un día de deliberación, los miembros del jurado han avalado los alegatos expuestos por el anciano durante el juicio recientemente celebrado en la Audiencia Provincial de Balears: que actuó en legítima defensa cuando el atracador se abalanzó sobre él para agredirle
— ¿Homicidio o legítima defensa?: la controvertida condena al anciano que mató a un ladrón en Mallorca
Pau Rigo, en el centro, el anciano de Porreres (Mallorca) acusado de matar con un arma de fuego a un ladrón que asaltó su casa en 2018
Pau Rigo, en el centro, el anciano de Porreres (Mallorca) acusado de matar con un arma de fuego a un ladrón que asaltó su casa en 2018 Isaac Buj / Europa Press
Esther Ballesteros
Mallorca —
21 de noviembre de 2024 19:44 h
Actualizado el 21/11/2024 22:16 h
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El jurado popular ha declarado inocente a Pau Rigo, el jubilado de 82 años acusado de matar con su escopeta a uno de los ladrones que asaltó su domicilio en Porreres (Mallorca) en febrero de 2018. Tras más de un día de deliberación, los miembros del jurado han avalado por unanimidad los alegatos expuestos por el anciano durante el juicio recientemente celebrado en la Audiencia Provincial de Balears: que actuó en legítima defensa cuando el atracador se abalanzó sobre él para agredirle.
El miedo que sentía Pau Rigo pudo afectar a sus capacidades a la hora de disparar al ladrón que entró en su casa
De acuerdo con el veredicto de no culpabilidad, el hombre tenía el arma a la altura de la cintura sin apuntar y, aterrorizado por otro robo que había sufrido meses antes, cogió la escopeta con la finalidad de que los atracadores -hermanos ambos- se fueran del domicilio. Los miembros del jurado consideran que Rigo que tenía “miedo global” y temía por su vida al ver a uno de los atracadores con una pata de cabra en la mano.
Por el contrario, sí han declarado culpables del robo con violencia a los tres acusados que, junto al fallecido, planearon y cometieron el atraco. Además, consideran culpable de un delito de lesiones a Fredy E., el asaltante que accedió a la vivienda junto a su hermano y quien aseguró durante el juicio que actuó en defensa propia al abalanzarse sobre Rigo cuando éste ya había disparado, un extremo que el jurado ha descartado.
En esta línea, ha declarado probado que los atracadores se pusieron de acuerdo, planearon el robo y lo cometieron. De acuerdo al veredicto, dos de los atracadores, Marcos R. y José Antonio S., vigilaron la vivienda durante los días previos al asalto y fueron quienes condujeron en coche a los dos hermanos para que accedieran al interior de la casa y cometieran el atraco. De nuevo por unanimidad, consideran que ambos emplearon la violencia física durante el atraco y que no se recuperó la totalidad del dinero robado, cifrado en 15.000 euros. Finalmente, el Jurado se ha pronunciado en contra del indulto de los tres ladrones y de la suspensión de sus condenas.
Tras la lectura del veredicto, la magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado, Rocío Martín, ha adelantado in voce al acusado que en los próximos días se dictará para él sentencia absolutoria. Por otra parte, la Fiscalía ha reclamado para dos de los atracadores la pena de tres años de prisión y para el asaltante que accedió a la vivienda una pena total de seis años de cárcel. El resto de los abogados han solicitado para sus representados la pena mínima.
Segunda vez en el banquillo
Tanto el anciano como los atracadores se han sentado por segunda vez en el banquillo de los acusados, en la Audiencia Provincial de Balears, tras ya haber sido juzgados por los mismos hechos en septiembre de 2023. En aquella ocasión, otro jurado declaró culpable a Rigo mediante una resolución que desató la controversia y reabrió el debate acerca de la legítima defensa y si en este caso se produjo o no una reacción proporcionada por parte del jubilado.
Tras ello, la Justicia anuló el veredicto de culpabilidad por diversos errores en su planteamiento y la Audiencia Provincial exoneró finalmente al anciano al considerar que no había prueba “suficiente” de que el acusado tuviese “ánimo de causar la muerte” del asaltante. El pasado mes de mayo, sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJIB) declaraba nula la absolución a petición de la Fiscalía y ordenaba la repetición del juicio.
Durante su declaración en la vista oral, Rigo defendió que disparó con su escopeta al ver que, en un momento dado, el ladrón se dirigió hacia él y pensó que iba a matarle. El hombre relató que, durante el episodio, los asaltantes “cada vez se pusieron más nerviosos y violentos”: “Me empujaban y me preguntaban dónde tenía el dinero hasta que en un momento no pude más. Pensé: 'Esta gente me va a matar'”. “Lo hice para defenderme. ¿Qué tenía que haber hecho? ¿Dejarme matar?”, espetó dirigiéndose al tribunal.
A preguntas de la fiscal, Rigo recordó que, en un instante en que salió al exterior de la vivienda, en la que vivía junto a su exmujer, fue abordado por dos encapuchados [en alusión a los dos hermanos], quienes le agarraron y “retorcieron” su brazo, le taparon la boca y le agarraron por el cuello. “Me dijeron que me calmara. Por lo que decían, pensaban que tenía 200.000 euros en casa. Me introdujeron dentro de la casa mientras me decían que estuviera tranquilo, que venían a llevarse el dinero. Lo primero que me pidieron fue la caja fuerte. Salí de nuevo porque la llave la tenía en el coche”.
“Nunca pensé en disparar. Fue en defensa propia”
De nuevo dentro del chalet, bajó al sótano con uno de los dos [supuestamente Fredy] mientras el otro asaltante se quedó con su mujer en su habitacion. Al comprobar que en la caja fuerte únicamente había 15.000 euros, “volvimos a subir y cada vez se ponian más nerviosos y violentos. Yo les decía que se fueran, pero me zarandeaban y me preguntaban dónde estaba el dinero hasta que un momento no pude más y decidí hacer algo: defenderme”. El anciano recordó que tenía “mucho miedo” dado que hacía unos meses había sufrido otro robo en el que le “habían puesto la pistola en la cabeza y un cuchillo en el cuello. Me dejaron atado y secuestrado. Pensé que me iban a hacer lo mismo con las bridas”.
En un momento dado en que los atracadores “subían y bajaban”, Rigo relató que cogió la escopeta, que le había dado tiempo a cargar. “Le dije a mi mujer que se quedara en la habitación y que no se moviera. Aparecieron los dos hermanos y me golpearon. Me rompieron la columna vertebral”, explicó. En el instante en que se abalanzaron nuevamente sobre él -“estábamos muy cerca”-, el jubilado, que entonces tenía 78 años, apretó el gatillo. “Nunca pensé en disparar. Fue en defensa propia. Yo no ataqué, me atacaron, que no es lo mismo. Fui atacado teniendo la escopeta en las manos, y ¿qué iba a hacer? Disparé a bulto. No sabía dónde había disparado”, aseguró.
El hermano del fallecido: “Fue todo muy rápido”
Por su parte, Fredy E., hermano del fallecido, aseguró que en ningún momento mostraron violencia alguna antes del disparo: “Yo estaba muy nervioso y ansioso, solo me quería ir. Creo que cargamos dos mochilas [con 15.000 euros procedentes de una caja fuerte]. A continuacion, comenzamos a subir las escaleras, mi hermano delante de mí. De repente nos encontramos a Pau con la escopeta apuntando, diciéndole a mi hermano: 'Te mato', y le disparó. Mi hermano reaccionó lamentándose 'me mató, me mató' y cayó a un lateral. Fue todo muy rápido, no dio tiempo a hacer nada”, apuntó Fredy. Visiblememente emocionado, trasladó al tribunal: “Es una tortura para mí, es recordarlo día tras día”, momento en el que la magistrada ordenó un receso.
Al reiniciarse la vista oral, el acusado insistió en que fue “algo muy sorpresivo”. “Fui a coger a mi hermano y vi que Pau estaba cargando de nuevo la escopeta, me giré e iniciamos un forcejeo. Me abalancé sobre él para quitarle la escopeta, pero hasta ese momento no había recibido ningún golpe. Le golpeé para que soltara la escopeta. Al caer al suelo pude arrebatársela, cogí a mi hermano y lancé la escopeta al campo”.
Fredy E. finalizó su intervención mostrándose “segurisimo” de que si en algún momento previo al disparo hubiera golpeado al anciano, “no estaría aquí sentado”. “Pueden decir que soy la persona más mala del mundo, pero sé exactamente lo que pasó. Antes del disparo en ningún momento le agredí. Fue una mala decisión [perpetrar el robo] y quería irme porque sé que estaba haciendo una cosa mala. No vengo a echarle en cara nada ni a decirle que sea un asesino. Le tengo empatía, podría ser mi abuelo”, concluyó.