* A pesar de la crisis, las casas de empe?o hacen su agosto
* 'Me llaman para empe?ar cosas increíbles: máquinas de escribir antiguas, cámaras, ropa incluso'
A Juan Carlos, librero, le quieren vender libros ?que no valen nada?. A Eva, que compra oro, ?cualquier cosa, hasta ropa?. Máximo, parado, intenta empe?ar el volante de la consola de su hijo.Le darán por él 25 euros. Todo vale para llegar a fin de mes.
Cuarenta a?os lleva Juan Carlos en el negocio de los libros usados, y ?nunca, nunca jamás? había visto lo que ahora: ?Llega mucha gente, ancianos, latinoamericanos, con cajas y cajas de libros que... Que no valen nada. Pero a algunos se los compro porque, la verdad, te da un poco de pena verles?.
?Casi toda la vida? lleva Eva en el negocio del oro, y ?ahora me están llamando para empe?ar cosas increíbles: máquinas de escribir antiguas, cámaras, ropa incluso?.
Las tres chatarrerías en torno a Embajadores están casi vacías -el hundimiento de la construcción las ha dejado sin alimento-, pero en cambio ?sí que viene gente a vender trocitos de metal que no valen nada, que no sirven para nada. Eso, y cables de cobre robados?, dice Manuel, en la de Ronda de Valencia, 4.
Muy cerca, el Cash Converters del Paseo de las Delicias ha pasado de objeto extra?o en la zona a congregar a una auténtica multitud cada ma?ana en la cola: ?Tienes que venir media hora antes de que abran, porque si no tienes que esperar dos horas a que te atiendan?, dice Juana, una habitual ?desde hace un mes?.
Se busca dinero líquido. A cualquier precio. Razón: la crisis.
Igual que las empresas han comenzado a deshacerse de activos, igual que los barcos que se hunden sueltan lastre, igual que las serpientes mudan de piel y los gatos sueltan pelo para pasar el verano, los madrile?os han empezado a empe?ar su vida para que el agua de la crisis y la hipoteca no llegue al cuello.
Libros, lámparas, collares, electrodomésticos, aquellos aros de metal que sujetan las cortinas, el prendedor de oro de la abuela, la Playstation del ni?o... Cualquier cosa vale con tal de sacarle unos pocos euros para poder afrontar las letras de la casa, llegar a fin de mes o, sencillamente, aliviar un poquito los números rojos de la cuenta bancaria.
Chatarra
Quizás el más mísero eslabón de la cadena es el que tiene lugar en torno a la zona de Embajadores, con tres chatarrerías que recogen los desechos de muchos de los ancianos de un barrio ya de por sí envejecido. La de Sta. María de la Cabeza, 60, por ejemplo, se cae a cachos. Se trata de un bajo de 30 metros del que de pronto sale un anciano con dos monedas de 50 céntimos en la mano: ?Yo suelo traer algún trocito de metal?, dice antes de huir a la carrera. Del interior sale una vagabunda con un carrito y cartones: ?Yo tenía trabajo hace seis meses...?, dice, como toda explicación. En Embajadores, 102, una chatarrería con solera: ?Estamos aquí desde hace 46 a?os?, dice Benito, de 58: ?Desde 2008 ha bajado el negocio un 80% porque ha caído la construcción, que era nuestro máximo alimento. Y sí, viene gente con chorradas, con cositas de nada, pero eso no es negocio. Vamos hacia la ruina?.Un poco más arriba, en Ronda de Valencia, 4, corroboran: ?Te traen un grifo, un paragüero de aluminio y cuatro gilipolleces, y no les das casi nada, les sale más caro el viaje... Y luego con los cables de cobre la gente viene emocionada, pensando que les vas a dar un dineral, y nosotros ni lo compramos, porque es de Telefónica y se ve clarísimo?.
Oro
Hace tres meses, en la desembocadura de Montera con Sol, la célebre tienda de venta de oro ocupaba un primer piso. Ahora, como se puede ver en la página anterior, Belén Oro ha montado una suerte de santuario del empe?o de oro a pie de calle, con varios hombres anuncio en las inmediaciones -sí, de los que quería prohibir Gallardón-. Confirma el subidón en el negocio, aunque con reservas, Eva, de Eva Oro: ?La gente vende más ahora, en los últimos meses se han abierto bastantes negocios de empe?o en Getafe, en Alcorcón, hay más competencia. Quizás hay un 20% más de negocio, pero pasará como en los 80 con la anterior crisis, yo lo viví: abrirán muchas y luego quedarán unas pocas. De todas formas, hay mucha leyenda en este tema: no se producen los beneficios que la gente piensa, no ganamos esos dinerales?. Eva explica que una de las claves para el resurgir del mercado de empe?os es la inmigración, ?que quiere quedarse aquí a toda costa. En Latinoamérica hay mucha costumbre de comprar joyas y oro como inversión, y claro, ahora muchos latinos se han quedado en paro y tienen que tirar de ellos?.
Objetos
En el gabinete de prensa de Cash Converters se hacen los longuis y cifran el aumento del negocio ?como mucho en un 15%?, pero el algodón no enga?a. Hace un a?o, su sucursal del Paseo de las Delicias era una tienda anónima donde se vendían más objetos nuevos que realmente empe?ados. Ahora, cada ma?ana en torno a las 9.30 horas, una cola considerable aguarda a la apertura del local. La empresa tiene franquicias en todo el mundo, pero ??es extra?o, aquí en Espa?a no hay casi negocio de empe?os, en Inglaterra hay uno en cada esquina!?, chapurrea Nicholas, un londinense de origen paquistaní que intenta colocar un móvil de última generación que, asegura, le han regalado y no quiere.Cerca, una escena triste: Máximo, de 33 a?os, intenta vender el volante y el acelerador de una videoconsola ?porque es que no llego a fin de mes?. Máximo tiene dos críos de 6 y 8 a?os, su esposa cobra una invalidez, su cu?ado -que vive con ellos- está ?enganchado?. Máximo, por descontado, está en paro: ?Antes durabas dos días parado, mirabas el Segunda mano y encontrabas algo. Ahora ya no?. Por el volante y los pedales le van a dar 25 euros, ?pero en cuanto cobre el paro lo recupero?. Tendrá que pagar 50 euros. El paro, por cierto, se le acaba a fin de a?o.
Libros
Junto a Cuatro Caminos, en la calle Dulcinea, Juan Carlos vive prácticamente ahogado en libros. Regenta Abaco, una librería de viejo de unos 40 metros cuadrados que parece un silo de libros.El por qué de esta repentina avalancha: ?Viene mucha más gente, un 30% más. Y te traen unas cosas que...?, se encoge de hombros.?Te traen muchos libros que no valen nada. Llegan con cajas y cajas, y algunas veces los compro por misericordia, o porque son clientes mayores, o porque hay gente que se ofende si no les compras. También se nota que viene mucha más gente a comprar, gente que igual antes iba al Corte Inglés y ahora busca aquí el libro barato. La gente está achuchaíta?. Un dato: ?Viene mucha gente, sobre todo latino, a vender enciclopedias. Igual llegaron a Espa?a, encontraron trabajo y les vendieron la moto. Ahora las quieren vender, pero, ?quién compra hoy una enciclopedia, con internet??.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/27/madrid/1240821214.html