Casi 20.000 trabajadores adelantan su jubilación para aprovechar la histórica subida del 8,5% en las pensiones
Historia de Eduardo Bayona • Hace 21 min
Cerca de 20.000 trabajadores han decidido finalmente adelantar su fecha de jubilación, o dejar de retrasarla, para beneficiarse de la histórica subida del 8,5% de las pensiones a partir de enero y, en el primer caso, paliar con ella las penalizaciones en forma de descuento en la prestación a las que se exponían por esa anticipación.
Que en noviembre y diciembre iba a haber un notable incremento de los retiros estaba descontado por el Ministerio de Inclusión desde que los desmesurados avances del IPC (Índice de Precios de Consumo) de mediados de año comenzaron a apuntar a una eventual subida de en torno al 6%, y que finalmente que acabaría siendo del 8,5%, en el primer año de aplicación del nuevo sistema de revisión de las prestaciones vinculado a la media de los interanuales de los doce meses anteriores.
"La casuística ha sido caprichosa este año", admitían unas semanas antes de que se conocieran los datos definitivos desde Inclusión, donde ya llevaban unos meses detectando un aumento de las jubilaciones demoradas; es decir, que quienes estaban retrasando su retiro, normalmente para poder disfrutar de una mejor pensión, comenzaban a dejar de hacerlo ante las perspectivas de esa subida.
Lo que faltaba por conocer era cuántos trabajadores iban a adelantar su jubilación, o a no atrasarla, en el tramo final del año para poder aprovechar la mejora, algo que incluye como requisito el de haber dejado de trabajar antes de que terminara 2022, con independencia de que después la Seguridad Social disponga de un plazo tres meses para reconocer esa situación en un trámite que, en cualquier caso, no altera la fecha de inicio.
Los datos, que se han conocido este martes al actualizar la Seguridad Social sus estadísticas sobre altas y bajas de pensiones y pensionistas, indican que en diciembre se produjeron 18.910 altas más que en el mismo mes del año anterior, un registro que se sitúa 18.438 unidades por encima de la media de ese mes en los últimos cinco años, y 19.012 más, 18.334 para la media del lustro anterior, si la comparación se hace sobre los dos últimos meses del año.
El de 2022 ha sido, con una diferencia de 12.357 sobre el siguiente, el mes de diciembre de mayor número de altas en jubilaciones que registra la serie histórica de la Seguridad Social que comienza en 2005.
Y ha sido, también, el tercer mes con mayor número de retiros de los últimos 18 años pese a que diciembre ha venido siendo, tradicionalmente, el mes con menos altas en jubilaciones de cada ejercicio, a menudo con noviembre en segundo lugar, por la tendencia de los trabajadores a cerrar trabajando el último ejercicio de su vida laboral.
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Por el contrario, enero suele situarse, por ese mismo motivo, como el mes con mayor número de ceses del año, a menudo con registros que superan a los de la suma de los dos que le preceden, y, de hecho, las dos únicas ocasiones en las que se ha producido un mayor número de altas en el sistema de jubilaciones contributivas de esa serie han coincidido con sendos meses de enero: el de 2022, con 36.197 (ese año la segunda mayor subida del siglo, del 3,5%, no tuvo los mismos efectos que la del 8,5%), y el de 2018, en este caso con 35.969.
Y nada indica que el cierre de enero de 2023, que se conocerá a finales de febrero, vaya a conllevar un registro superior al del último diciembre, sino más bien al contrario, ya que los datos de la Seguridad Social apuntan a un aumento de las jubilaciones anticipadas concentrado en los dos últimos meses. De hecho, lo normal en este escenario sería que las cifras de altas en el sistema de jubilación de enero y de varios de los meses siguientes resulten anormalmente bajas.
El grueso del aumento de las jubilaciones se concentra en las ordinarias, las de quienes tenían al menos 66 años y dos meses de edad y menos de 38 cotizados o 65 con esa carrera laboral documentada, que crecieron en 10.701 frente al año anterior y en 20.527 en relación con la media del lustro previo para alcanzar las 187.666, lo que apunta a una renuncia a prolongar la vida laboral para mejorar una prestación que iba a subir sola como consecuencia de la revisión por el IPC.
El segundo grupo, con un incremento de 4.276 frente a 2021 y de 16.325 en relación con la media del lustro anterior, es el de las jubilaciones anticipadas, que registraron un notable crecimiento para llegar a las 67.203.
Los dos siguientes grupos los integran, con una cuantía similar, trabajadores con dos tendencias opuestas: los que optan por reducir la intensidad del tramo final de su vida laboral y se acogen a la jubilación anticipada parcial, fórmula por la que optaron 2.513 más que en 2021 y 235 más que en la media del quinquenio previo, y los que decidieron dejar de prolongarla y poner punto final a su jubilación demorada, un formato especialmente frecuente entre los autónomos, que fueron, respectivamente, 2.301 y 3.280 más que en el ejercicio y el lustro anteriores.
Los registros del Seguro recogen el mantenimiento de la tendencia descendente de la jubilación anticipada forzosa, cuya aplicación se había reducido en 2022 a una tercera parte de lo que suponía diez años antes, en plena gran recesión, aunque llegó a afectar a 19.610 trabajadores, y una clara reducción del retiro especial a los 64 años, que en esta ocasión se vio superado por la anticipada simple.
Pese al empujón de diciembre, 2022 no cerró como el año con mayor número de altas en el sistema de jubilación contributiva, ya que sus 327.872 nuevos pensionistas, con los que la nómina mensual de todas las prestaciones se acerca a los 11.000 millones mensuales, no llego, solo por 287, a superar los 328.159 de 2018.