La Policía Local de Valladolid contará con ochenta agentes menos este año por jubilaciones anticipadas
El Ayuntamiento urge acelerar los procesos de formación para cubrir las vacantes
J. Asua
J. ASUAValladolid
Miércoles, 23 enero 2019, 07:32
La Policía Local se queda coja. La plantilla del cuerpo municipal tendrá que trabajar durante al menos un año con cerca de ochenta agentes menos, lo que supone una merma de efectivos del 18% sobre los 437 actuales. El dato y sus consecuencias preocupan en el Ayuntamiento. El decreto del Gobierno que permite la jubilación anticipada de estos trabajadores a partir de los 59 años, y que entró en vigor el pasado 2 de enero, ha disparado las peticiones de los guardias más mayores para abandonar su puestos. A día de ayer, el Ayuntamiento ya tenía contabilizadas setenta solicitudes (el plazo de peticiones finaliza el 31 de enero) y estima que en el primer trimestre del año ya dejarán de estar en activo medio centenar de ellos. ¿Falta de previsión de todas las administraciones implicadas?
Si no se adoptan medidas extraordinarias para acelerar los procesos selección y cubrir las vacantes, no será hasta mediados 2020 cuando la plantilla, con una media de edad que supera los 50 años, pueda volver a su ser. ¿Y hasta entonces? «Está claro que los que se quedan tendrán que asumir una mayor carga de trabajo y en algunas coberturas que no sean tan esenciales habrá que contar con los agentes imprescindibles», avanza el edil refiriéndose, por ejemplo, a la celebración de competiciones deportivas u otros eventos en las calles.
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Un 'marrón' para la Jefatura
Los tres sindicatos consultados -UGT, SPPM y Comisiones- valoran positivamente el decreto de jubilación anticipada, que saca de la actividad a agentes veteranos y todos están a la expectativa ante la reorganización urgente que debe afrontar la Jefatura, encabezada por Julia González. En UGT consideran que habría que haber adelantado trabajo en la formación en los puestos más especializados y no niegan que esta «falta de previsión» tendrá consecuencias en el servicio. El SPPM reconoce que va a haber que asumir «más carga de trabajo» y «priorizar» los servicios más indispensables: las emergencias, seguridad y tráfico, porque «con todo no se va a poder». En Comisiones creen que este periodo es transitorio y que el servicio de calidad al ciudadano «estará garantizado».
Respecto a la seguridad y el control del tráfico en la ciudad, función básica para los ciudadanos, Vélez confía en que ambas prestaciones no se verán afectadas. «Yo espero que no repercuta en la calidad y podamos salvar la situación, porque son unos buenos profesionales; esperamos que los ciudadanos lo perciban lo menos posible», afirma, al tiempo que reconoce que esta rebaja de efectivos habrá que compensarla, también, «con más horas extraordinarias», con el consiguiente incremento del gasto.
Cabe recordar que a este déficit sobrevenido por el decreto de la jubilación anticipada, reivindicación histórica de los profesionales, se suman medio centenar de vacantes en el servicio que no se han convocado por la normativa aplicada con la crisis (la ley Montoro), que ha impedido a las administraciones abrir la mano en la oferta de empleo público, a pesar de tratarse de un servicio esencial. En total, la Policía Local debería contar con 500 agentes en la ciudad.
De momento, la Jefatura ya ha iniciado la planificación de una reestructuración del cuerpo para intentar que esta reducción no afecte a la calidad del servicio. Así, está previsto de tirar de una bolsa de auxiliares administrativos para que puedan asumir tareas que antes realizaban agentes destinados en oficinas. Es solo una medida, porque gran parte de las jubilaciones afectan a los servicios especiales, como atestados, radares, mercados o puestos estáticos de vigilancia. Algunos de ellos son muy especializados, requieren de formación y deberán cubrirse con agentes que ahora se dedican al patrullaje. También el servicio de Policía de Barrio necesitará un refuerzo, ya que son muchos los guardias ahí destinados que van a pasar a ser pensionistas este mismo año, según confirman fuentes de los sindicatos consultados.
La situación, aunque transitoria es compleja. Por eso, el Ayuntamiento de Valladolid ya se ha puesto en contacto con la Consejería de Fomento, competente en la materia. El objetivo es lograr convocar un curso extraordinario de formación en la Academia de la Policía Nacional de Ávila en el segundo semestre destinado al grueso de las 68 plazas que se sacarán a concurso este año. Y es que esta formación se inicia, normalmente, en el mes de febrero y se prolonga durante seis meses, con lo que si no se habilita esta medida, los seleccionados a mediados de 2019 no podrían iniciar su formación práctica hasta febrero de 2020. Otra posibilidad, según apunta el concejal, es firmar un convenio con la Junta para que sea el Consistorio con sus propios medios el que haga la formación, ya que cuenta con instalaciones y profesionales para afrontarla. Esto ya hace con el cuerpo de Bomberos. La decisión del Gobierno regional corre prisa y en Valladolid se recuerdan que la situación no es única de la ciudad. «Otros muchos ayuntamientos de la comunidad se enfrentan al mismo problema», recalca el edil. Esta caída en la plantilla habrá que compaginarla, además, con el acuerdo alcanzado con los sindicatos recientemente, que reduce a 35 horas las jornada semanal de los agentes y mejora los cuadrantes de descansos. Vélez cree factible aplicarlo.
Entre accidentes, alcoholemias o sanciones a un grupo de jóvenes por celebrar un botellón, la cuenta de la red social Twitter de la Policía Local -14.900 seguidores- destila estos días nostalgia, recuerdos, mucho cariño y compañerismo. El 'time line' de este instrumento virtual, destinado a informar al instante de los sucesos más relevantes en la ciudad, se está llenando de despedidas a los agentes que han tomado la decisión de jubilarse anticipadamente. Ahí está el homenaje a Domingo, que «ha realizado una gran labor para disminuir los accidentes en la ciudad» o la despedida a Paco, a quien le animan a que disfrute de las noches en su casa y los «findes» en familia tras muchos años de guardias nocturnas o en festivo. En el Distrito 1 echarán en falta a Julián y José Antonio, dos agentes que han recorrido las calles en el servicio de Policía de Barrio y también hay un recuerdo para 'haaache 21', su nombre de emisora, que desde la sala ha atendido cientos de emergencias y ha ayudado a miles de vecinos.