Pues miren ustedes volvemos nuevamente a tener encima de la mesa un "conjunto de voluntades", en las que tenemos que preguntarnos si realmente existe la voluntad política para que esto salga adelante o nos encontramos con una mano negra que en absoluto quiere que la norma salga adelante y no hace más que poner trabas, una tras otra.
Si verdaderamente existiese una voluntad real no habría ningún problema para que lo que ha pedido el Consejo de Estado se resolviese con la celeridad de un viento huracanado, recuerden como Rajoy acudió a ese órgano en julio de 2017 en tan sólo tres días ese órgano emitió el dictamen, y no creo que con un expediente que lleva mareando perdices casi cuatro años, ahora, el Consejo de Estado haya dicho que les ha llegado incompleto, sería otra tomadura de pelo en el que participarían los dos gobiernos, unos por haberlo dejado incompleto, y los actuales por haberlo remitido de esa "guisa".
Sin embargo, viendo como se ha ido desarrollando este asunto es dificil CONFIAR en la palabra de nadie, ni políticos ni sindicalistas de esas dos Plataformas, que como vemos pactan un texto para calmar los ánimos, han estado a la altura, pues durante años nos han ido amansando a base de carteles y cartas sobre "lealtades y confianzas" que nos han arrastrado a padecer un expediente administrativo que dura años, AÑOS señores, cuando cualquier expediente, incluso los más tediosos sobre la ley de dependencia, que yo creo que ahora mismo son los expedientes con más lentitud, se resuelven en como media en UN AÑO.
Y ya para el colmo de los colmos, si esto no se resuelve en lo que queda de año nos iríamos a otros seis meses más, y que ocurre en esos seis meses?, que nos encontraríamos otra vez con la espada de damocles en forma de elecciones generales y una más que probable excusa de "para el siguiente gobierno que salga de ellas".
Con todo ello, CONFIAR se hace muy dificil.