mientras esa prepotencia se enfoque en enriquecer culturalmente y/o servir de vía de escape (con viva y punzante narrativa, por cierto) a quien le quiera leer, perfecto
imagínate, por un momento, que alguien de extrema prepotencia ocupa la presidencia de la Comunidad de Madrid ó la alcaldía de Ayuntamiento de Madrid, por poner ejemplos al azar,
prefiero el primer enfoque de prepotencia, la verdad