El míercoles hay una pregunta sobre esta Unidad en la Comisión.
La intendente Marta Fernández Ulloa - JOSÉ RAMÓN LADRA
La Policía Municipal registra 1.100 hechos de odio desde 2017Gestión de la Diversidad ha tramitado ya tres expedientes a Bastión Frontal, los neonazis manifestados en Chueca
Los delitos de racismo y xenofobia y contra la comunidad LGTBI son los más denunciados en la capital
Carlos Hidalgo
MADRID Actualizado:20/09/2021 01:06h
La protesta neonazi del sábado por la tarde en Chueca, que ha levantado la indignación en el barrio, muy frecuentado por el colectivo LGTBI, pero también en buena parte de la sociedad en general, es una muestra más de que los delitos de odio, más allá de la estadística, están ahí y «aún queda mucho camino por hacer». Estas últimas palabras las pronunciaba 24 horas antes de la marcha ultraderechista Marta Fernández Ulloa, la intendente al cargo de la Unidad de Gestión de la Diversidad (UGC) de la Policía Municipal, una de las más singulares (y cercanas) a la población susceptible a sufrir discriminaciones.
Nació en 2016 y comenzó a desarrollarse íntegramente en 2017, en el anterior mandato, pero
ha sido de la mano de la concejal de Seguridad, Inma Sanz (PP), cuando ha recibido el mayor impulso. Por cierto, que este grupo de 25 hombres y mujeres son quienes ya han llevado a cabo tres investigaciones contra Bastión Frontal, el principal grupo ultra ahora mismo en la capital(tras el declive de Hogar Social Madrid), heredero de los ‘skin heads’ de Juventudes Canillejas. Son los promotores, además, de las algaradas en su barrio contra los menores extranjeros no acompañados (menas), a los que acusaron falsamente de violar a una niña de 13 años.
Desde 2017 al 18 de septiembre pasado, la UGD ha registrado 1.100 hechos discriminatorios en la capital, que es su ámbito de actuación. «Todos ellos no conllevan de manera directa una investigación –aclara la intendente–. Se han abierto 600 expedientes, a los que hemos dado el trámite correspondiente, porque de oficio no se pueden investigar todos los delitos. Pero nos sirven también para dimensionar un mapa de riesgo de la ciudad y estrategias de trabajo». Una labor que llevan a cabo de siete de la mañana a once de la noche los 365 días del año.
La tendencia de los tres últimos ejercicios es la siguiente, pero con la particularidad de que se enfrenta el último año sin Covid a la situación actual. En 2019, hubo 342 hechos discriminatorios: 84 contra la comunidad LGTBI; 88 por racismo y xenofobia; 95 por discapacidad; 33 por exclusión social, y 13 por confesiones religiosas. En 2020, en pleno confinamiento («ese ejercicio no sirve a nivel comparativo», especifican), el total de hechos fue de 170: LGTBI (55); racismo y xenofobia (36); discapacidad (20); exclusión social (30) y religión (10). Hasta el 18 de septiembre, los hechos conocidos en 2021 son 82: LGTBI (29); racismo y xenofobia (23); discapacidad (15); exclusión social (20), y creencias religiosas (
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Muchas infradenuncias
En la unidad, eso sí, advierten: «Con estos datos, no podemos acreditar un aumento de hechos discriminatorios, pero esto no quiere decir que no se estén produciendo, porque hay un alto porcentaje de infradenuncias. Aunque no hubiera ascenso de casos, no significa que no existan. Hay que seguir trabajando y acompañando a las víctimas. Es fundamental el trabajo que hacemos con las más de 150 entidades que trabajan en Madrid por los derechos de estos colectivos. Estamos en contacto permanente con todas ellas y al menos dos veces al año realizamos las mesas técnicas». No se puede bajar la guardia.
El trabajo se divide en cinco equipos: colectivo LGTBI (30% del total de casos), racismo y xenofobia (25%); discapacidad, en todos sus ámbitos (22%); personas en exclusión social (14%), y confesiones religiosas (6%).
Los atestados se remiten, dependiendo del hecho, a la Fiscalía de Delitos de Odio y a los Juzgados de Plaza de Castilla. También a la Oficina de la Comunidad de Madrid, «pues hay leyes regionales contra la LGTBIfobia y la Transfobia», que llevan los casos no perseguibles por la vía penal, como los insultos. En cuanto a zonas, el distrito con más incidencia es el de Centro (es el de mayor trasiego de personas y ocio), y en la cola están Vicálvaro y Moratalaz (en 2020), y Villaverde y Hortaleza (2021)
La casuística es muy amplia. Y muy triste. Son realidades demasiado frecuentes pero que están ahí. Por ejemplo, el de una persona de movilidad reducida que acudió a un restaurante y, al estar la planta baja cerrada por las restricciones Covid, pidió una mesa en la superior. Pero no había ascensor ni rampa. «Y eso es una denegación de derechos, puesto que la accesibilidad es el vehículo para el ejercicio del resto de derechos de las personas», explica la intendente. Otro caso que llevan en la UGD es el destrozo en el mural del 8-M en Ciudad Lineal, cuyos autores ya están identificados y el asunto judicializado.
Gitanofobia e islamofobia
Los temas de exclusión social son de los más indignantes. Uno de los que tramita la Policía Municipal es la de un ‘youtuber’ «que se mofaba y degradaba a las personas sin hogar» que encontraba por las calles de Madrid: «Les daba monedas y luego se las quitaba, les hacía entrevistas mofándose de ellos, y lo subía a la red». A requerimiento de la Fiscalía, como hemos apuntado, hacen «una monitorización de Bastión Frontal, con tres atestados». Ahora toca a instancias judiciales decidir si las proclamas de esta banda incitan al odio.
Uno de los temas más dolorosos para la jefa de la UGD es el de «un grupo de chavales que iban a celebrar el fin de curso en una discoteca de Centro». «Estaban muy ilusionados, con 16 o 17 años. Se fueron a la peluquería, se compraron ropa nueva, iban las chicas que les gustaban... Pero a dos de ellos no les dejaron entrar en el local por ser gitanos. Se sintieron humillados y criminalizados, y declararon en sede judicial», recuerda la intendente: «Los pobres estaban llorando».
En el tema de las confesiones religiosas, se da también la denegación de servicios: «Hay varios casos ahora de chicas, de distintos colegios públicos y concertados, a los que no han dado plaza por su ‘hiyab’. No todas han querido denunciar y han optado por cambiar de centro». «En cuanto a la comunidad LGTBI, lo que más tenemos son insultos y discriminación a la hora de acceder a un trabajo por su condición sexual o incluso se les niega el alquiler de viviendas».
En cuanto a las herramientas para la investigación, estos agentes utilizan todas las que están a su alcance: desde reconocimientos fotográficos a monitorización de las redes sociales, tratamiento de los datos recabados por WhatsApp o ‘e-mails’, visionado de cámaras...
Y dejan reflexión, y más en estos tiempos en los que los delitos de odio han vuelto con fuerza, con detractores y negacionistas, al debate social: «A los hechos discriminatorios aún no se les da la importancia que tienen. Todavía falta mucho camino por recorrer para visibilizarlos y que la ciudadanía se conciencie de lo que suponen estos hechos en el día a día de estas personas». Uno de los grandes retos es «conseguir que estos colectivos vean a los cuerpos policiales como una ayuda»: «Apostamos por dar una visión nueva de la Policía. Da igual lo que seas, porque tienes derechos».
La UGD está en la calle del Sacramento, 2. Su ‘e-mail’ es delitosdeodio@madrid.es y los teléfonos: 91588 0824/915883845/606690970 (solo WhatsAPP)