DOSCIENTOS POLICIAS DE TODA ESPAÑA PARTICIPAN EN UN CURSO DE DOCUMENTOSCOPIA EN MATERIA DE TRAFICO QUE SE CELEBRA EN PAMPLONA/ANSOAIN Y TUDELA.
Se analizan las medidas de seguridad que deben cumplir documentos comunitarios y las técnicas de falsificación más habituales con las que se encuentran los agentes
Esta mañana se ha celebrado en el salón multiusos del Ayuntamiento de Ansoáin la primera sesión del curso de documentación en materia de tráfico que organiza la APF (Agrupación Profesional de Policía Foral) y que imparten dos policías locales madrileños de Alcalá y Leganés, reconocidos especialistas en la materia. Aunque mañana continúa la segunda parte está prevista la repetición de ambas sesiones en la comisaría de la Policía Foral de Tudela, adonde acudirán unos sesenta policías.
En el curso, gratuito y eminentemente práctico, participan casi 200 agentes de diferentes cuerpos policiales: Policía Foral, policías locales (Pamplona y su comarca, Barcelona, Zaragoza, etc.), mossos, ertzainas y guardias civiles, adquiriendo categoría internacional al contar con la presencia de una policía italiana y personal adscrito a la embajada estadounidense.
Se han analizado, primeramente, las medidas de seguridad que deben contar los documentos públicos de países de la Unión Europea en materia de tráfico (permisos de conducir, de circulación, ITV, placas de matrícula, seguros obligatorios, etc.), recordando que su manipulación puede constituir un delito de falsificación que conlleva la apertura de diligencias judiciales. Entre las medidas destacan las marcas al agua, diferentes tintas, sistemas de impresión, hologramas, sellos, fibrillas y perforaciones. Aunque hay directivas europeas que buscan la homologación de todas ellas la realidad es que algunos países están comportándose por su cuenta, lo que dificulta la labor controladora de los policías a pie de calle.
Los ponentes han explicado posteriormente sistemas de verificación de autenticidad, como la luz ultravioleta, cuentahílos, lentes decodificadoras, infrarrojos, detectores de tinta, etc. compartiendo experiencias con las que deben enfrentarse diariamente en sus controles ordinarios.
La segunda parte versará sobre monográficos en países de influencia: documentación de tráfico de Francia, Alemania, Inglaterra y la que más problemas genera por su complejidad y su población portadora, la rumana y búlgara. Se ha subrayado la importancia para la labor policial de herramientas de consulta tan simples como páginas web de Rumanía y Bulgaria, donde mediante acceso libre se puede consultar desde un bastidor hasta un carné de conducir. También existen aplicaciones de Android con las que los policías pueden obtener información en sus propios teléfonos.
Especialmente interesante ha sido el análisis de las falsificaciones más habituales (algunas de gran calidad), abriendo así un debate en el que los policías han compartido sus experiencias.