Una treintena de concellos incumple la ley al tener menos de tres policías municipales
El coste de estos cuerpos y las dificultades económicas de muchos municipios por la crisis explican el raquitismo de las plantillas. En A Coruña 13 concellos tienen solo una o dos plazas de policía
Ocho ayuntamientos de más de 5.000 habitantes carecen aún de cuerpo propio . Galicia
M. VÁZQUEZ SANTIAGO
En Galicia hay 131 ayuntamientos con cuerpo de policía propio pero esto no significa que en todos ellos los agentes asuman las mismas funciones, cobren lo mismo o tengan un horario similar. Las diferencias entre unas policías municipales y otras, de hecho, son notables, empezando por su propia composición. Y es que a pesar de que por ley los concellos deben dotar a sus cuerpos de seguridad "de un mínimo de tres efectivos" (dos agentes y un oficial al mando) en la práctica la norma no siempre se cumple y en algunos casos la plantilla policial se compone incluso de una sola persona.
Un total de 32 municipios gallegos no llegan al personal mínimo que según establece la Lei de Coordinación das Policías Locais de 2007 debería integrar este tipo de cuerpos. En 16 de estos ayuntamientos la plantilla se compone de apenas dos agentes aunque en cinco de los casos reciben el apoyo de auxiliares contratados durante gran parte del año. Pero la situación más sangrante es la de los otros 16 concellos, donde un único policía se ocupa en todo el ayuntamiento de velar por la seguridad ciudadana, sin posibilidad de hacer turnos ni repartirse las vacaciones.
La razón que explica el raquitismo de estas policías suele ser casi siempre económica, debido a que para poder sostener un cuerpo propio algunos concellos prefieren congelar las plantillas indefinidamente. La crisis no ha hecho más que agravar esta situación ya que a la habitual insuficiencia de agentes hay que añadir ahora las dificultades para cubrir bajas o vacantes derivadas de jubilaciones o traslados. "Este no es el mejor momento para ampliar plantilla. Pero la demanda ciudadana en materia de seguridad es cada vez mayor. Y con un policía o dos no haces nada", explica Carlos Fernández, presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp).
A Coruña es la provincia con el mayor número de policías infradotadas. Un total de 13 ayuntamientos mantienen en funcionamiento su policía con uno o dos agentes. Es el caso de Abegondo, el único municipio del área metropolitana de A Coruña con una sola plaza de policía municipal. Por debajo del mínimo legal se encuentran también Arzúa, Brión, Cabanas, Oroso y Tordoia, aunque la comarca gallega que más destaca por el raquitismo de sus policías es A Costa da Morte, donde siete concellos -Cabana de Bergantiños, Camariñas, Corcubión, Fisterra, Laxe, Muxía y Zas- disponen solo de uno o dos agentes pese a tratarse de una zona de muchos robos y conflictividad.
En Pontevedra otros ocho municipios mantienen plantillas infradotadas, mientras que en Ourense y Lugo esta situación afecta a seis y cinco concellos, respectivamente.
La puerta abierta a finales de 2010 para que varios municipios puedan unirse para mancomunar sus policías o crear un cuerpo conjunto podría ser una alternativa más que interesante para esta treintena de concellos que, en la práctica, tienen una policía testimonial. De hecho, los dos primeros en dar un paso adelante para fusionar sus respectivas policías (Ares y Mugardos) cuentan prácticamente con la plantilla mínima requerida (tres y cuatro agentes respectivamente). Fernando López Nodar, jefe de la Policía Local de Ares, considera incluso que la plantilla mínima que fija la ley "no llega" para poder garantizar patrullas de dos policías a pesar de que hay servicios que, por ley o por seguridad, no pueden prestar un solo agente. Y recuerda que en su día lo que demandaba el colectivo eran "tres agentes pero por turno de trabajo". "Durante el año en Ares viven poco más de 5.000 personas pero en verano la población se dispara a 20.000. Y no se puede mantener todo el año una policía suficiente solo para tres meses", reflexiona Nodar, quien reconoce que el personal es tan escaso que a veces alguno de los coches de los que disponen "está parado".
Para resolver esta disyuntiva, algunos concellos optan directamente por renunciar a tener policía municipal y suplir esta carencia con otra figura: los vigilantes. Una docena de municipios gallegos se han decantado por esta solución, como el de Xove, en Lugo, que lleva años dejando en manos de siete vigilantes municipales gran parte de las funciones que asumen en otros concellos funcionarios de carrera.
La ley gallega de policías locais, sin embargo, pone coto a este tipo de figura y establece que, a partir de su entrada en vigor, aquellos concellos sin cuerpo propio podrán recurrir a la contratación de un máximo de dos vigilantes municipales.