A buenas horas mangas verdes
Se utiliza como lamento o reprimenda para la tardanza en la ayuda, cuando esta es inutil o innecesaria. En general, cuando se hacen las cosas a destiempo.
Su origen se remonta al siglo XV, cuando Isabel I mandó crear una patrulla callejera llamada Santa Hermandad dirigida por el Marqués de Villahermosa. Se trataba de una policía rural a la que por la forma de su uniforme, se le veían las mangas, que efectivamente, eran verdes, y así eran denominados: mangas verdes Esta policía rural fue muy eficaz al principio, pero poco a poco fue "relajándose", lo que provocaba que llegara tarde al jugar del suceso. En esas situaciones era cuando se decía aquello de: A buenas horas mangas verdes