SA TORRETA
Revolucionarios, policías y vecinos
20.11.2013 | 06:30
Jefatura y un ´revoltat´ en la misma calle. B. Ramon Joan Riera Hay calles incoherentes. Vías en las que su denominación contrasta con su contenido. En la del Vi no hay una taberna ni un bar. En la calle Fideus ya nadie elabora la pasta que, aunque ahora nos parezca propia de las pizzerías italianas, constituía un alimento básico de fácil conservación para nuestros antepasados. Sin embargo, la disonancia que más ha llamado mi atención es la de la calle Simó Ballester, Tort. Lo sorprendente de esta travesía de Paseo Mallorca no es que en 30 años haya tenido tres nombres distintos. Primero fue el aviador Ruiz de Alda, después el poeta alemán Friedrich Hölderlin y ahora Simó Ballester. Lo curioso y hasta chistoso es que en la calle dedicada a un líder revolucionario esté la jefatura de la Policía Nacional.
Simó Ballester, alias Tort, nació en Manacor y murió en Palma en 1457. Fue uno de los caudillos de la revuelta de la part forana (1450-1453) contra los privilegios que tenían los ciudadanos. En julio de 1450, y en abril y mayo de 1451 fue el jefe de un ejército de 2.000 forans que asedió la capital. Sus éxitos militares llegaron a su fin cuando el rey Alfons el Magnànim decidió apoyar los privilegios de los ciudadanos frente a los de los habitantes de los pueblos. Para restablecer el orden en su reino, el monarca envió un ejército de mercenarios italianos que derrotaron a Ballester y sus huestes en una batalla librada entre Inca y Sencelles. El caudillo logró escapar a Menorca, pero en 1457 fue arrestado, devuelto a Mallorca, ejecutado y descuartizado.
La primera incongruencia es que Palma dedique una calle a un archienemigo, pero la historia es la historia y pelillos a la mar. La segunda es que en uno de sus extremos esté situada la jefatura de la Policía Nacional. Las policías en sus diferentes versiones –Carabineros, Guardia Civil, Guardia de Asalto...– son por lo general fieles al poder establecido. Por tanto, en el siglo XV, los agentes se hubieran posicionado al lado de los ciudadanos y perseguido a Ballester hasta darle caza y entregarlo a las autoridades. Seis siglos atrás hubieran estado en frentes distintos. Hoy, sin embargo, son vecinos.