Los sindicatos de la Ertzaintza amenazan con una huelga de multas
La movilización pretende denunciar las condiciones laborales de los agentes de la unidad de Tráfico
06.10.2010 -
ÓSCAR B. DE OTÁLORA
BILBAO.
Los sindicatos de la Ertzaintza se plantean realizar una huelga de multas en las carreteras vascas en protesta por las condiciones de trabajo de los miembros de la unidad de Tráfico. La medida consistiría, según la central mayoritaria, Erne, en una movilización de 'bolis caídos' «que se centraría más en la sensibilización que en el castigo», entraría en vigor en breve y, según los portavoces sindicales, ya ha sido consultada con los propios agentes involucrados e «insinuada» al Departamento de Interior. Dado que los cuerpos policiales no tienen derecho de huelga, la iniciativa se define como una «campaña» y no como medida de presión.
Erne asegura que la voluntad de los convocantes es «llegar hasta el final y que todos los agentes dejen de imponer sanciones. Para ello, ya se ha sondeado a los ertzainas veteranos, que al tener la plaza en propiedad no pueden ser castigados, para que apoyen a los más jóvenes y que no disponen de ese puesto en propiedad». Los dirigentes del sindicato afirman que la «gran mayoría» de los policías afectados está a favor de la «campaña de 'bolis caídos' si Interior no rectifica». Los portavoces de la consejería señalaron ayer, en este sentido, que la negociación sobre las condiciones de trabajo de los ertzainas de Tráfico «está abierta».
El origen de la protesta se encuentra en la decisión del departamento que dirige Rodolfo Ares de celebrar un concurso de traslados en la Policía vasca que afecta a cerca de un millar de funcionarios, ya que se cambian trescientos puestos en un plan que entrará en vigor el próximo 15 de enero. Interior ha excluido de este desplazamiento a los agentes de Tráfico de Guipúzcoa. Muchos de ellos se encuentran en ese destino desde hace tres años y medio sin ningún tipo de plaza en propiedad y, en algunos casos, llegaron al puesto de forma «obligada», según Erne, o eran voluntarios a la espera de un cambio de unidad. No en vano, uno de los temas laborales más sensibles dentro del Cuerpo es el de los agentes vizcaínos que, al salir de la Academia, son destinados a Guipúzcoa y luego buscan un traslado que les acerque a su lugar de residencia.
Los policías responsables de las carreteras tampoco ven con buenos ojos otra decisión de la consejería. Poco tiempo después de llegar al cargo, Rodolfo Ares decidió crear una División de Tráfico, con lo que los responsables de la seguridad vial quedaban separados de la División de Seguridad Ciudadana, de la que formaban parte hasta entonces junto con los patrulleros y otros servicios.
El hecho de que la mayoría de las modificaciones de destino que ahora pretende llevar a cabo el Departamento de Interior afecten a Seguridad Ciudadana implica que los ertzainas de Tráfico apenas puedan optar a nuevas plazas. Según Erne, esta circunstancia supone que las unidades que prestan servicio en las carreteras sean «las grandes castigadas del cambio organizativo».
La unidad de Tráfico está formada por medio millar de agentes. De ellos, 118 están destinados en Álava, 210 en Vizcaya y 179 en Guipúzcoa. Once forman parte de la jefatura. La decisión de no incluirles en los cambios de destino se comenzó a discutir ayer en la denominada 'mesa 103', el órgano de negociación sindical dentro de la Policía autónoma.
Durante el debate las centrales ya plantearon que esta medida va a provocar «un gran enfado en los agentes, que afectará a su trabajo». Ante ese malestar, los representantes de Interior decidieron continuar hoy la reunión, al término del denominado consejo de la Ertzaintza, el comité paritario que analiza los conflictos y asuntos internos en el Cuerpo. Interior pretende volver a convocar también la mesa de negociación mañana para seguir estudiando el problema. Su intención pasa por agotar la negociación y buscar el máximo acuerdo en todas las medidas que se adopten.
El sindicato Erne, por su parte, ha asegurado que intentará poner en marcha la campaña «cuanto antes», movilizar al mayor número posible de afiliados, tanto de esa como de las demás centrales, «e incluso lograr el máximo apoyo en otras unidades de la Policía vasca, que tendrán que darse cuenta de que este tipo de imposiciones de Interior también les puede afectar», señaló ayer un portavoz.