El Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó el año pasado, como principio general, que las leyes de amnistía son generalmente incompatibles con la obligación de los estados de investigar los actos de tortura o barbarie. España tiene firmados acuerdos por los cuales se compromete a hacer cumplir la imprescribilidad de los crímenes contra los derechos humanos. Se podrá o no estar de auerdo con si esos crímenes deben o no prescribir pero, en todo caso, no creerlo no puede ser considerado prevaricación.
Aquí el problema está claro. La extrema derecha está instalada en las más altas instituciones judiciales y van a tratar de impedir por todos los medios que cualquier juez pueda actuar contra el corazón de su ideario.
Salud y suerte.