EL FRACASO DEL MULTICULTURALISMO
Las 10 claves de la ola de agresiones sexuales en Colonia
¿Por qué el Ejecutivo de Merkel se empeñó en silenciar las agresiones sexuales en Colonia y en otras cinco ciudades alemanas? ¿Por qué la prensa silencia estas informaciones? Desvelamos las razones.
Juan E. Pflüger
Viernes, 8. Enero 2016 - 19:09
Los gobiernos europeos y una buena parte de los medios de comunicación del viejo continente están ocultando a la opinión pública la realidad de las agresiones que en varias ciudades alemanas y de otros países de Europa se están cometiendo contra mujeres europeas. Agresiones sexuales, violaciones en grupo, robos y palizas en la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero, de forma coordinada y protagonizada por inmigrantes musulmanes, en su mayor parte refugiados de las últimas oleadas recibidas por Europa. Un ataque contra la sociedad europea, su identidad y los valores morales de occidente.
Desde Gaceta.es no robamos a los españoles el conocimiento real de los hechos y analizamos las diez claves fundamentales para entender la importancia de estas agresiones y este ataque coordinado por musulmanes contra Europa.
1.- No es delincuencia convencional, es un ataque a Europa. Las violaciones y otras agresiones sobre mujeres europeas no se han producido exclusivamente en Colonia, donde ya son 170 las denuncias. Otras ciudades alemanas como Hamburgo, Frankfurt, Bielfeld o Stuttgart también han vivido sucesos tan preocupantes como estos. Además, en Zurich (Suiza), Helsinki (Finlandia) y varias localidades de Austria también están conmocionadas por sucesos como estos.
2.- Los autores de las agresiones son musulmanes. Tras unos primeros días de dudas, las denuncias presentadas por las víctimas no dejan lugar a la duda: los agresores eran todos musulmanes. Por eso su violencia contra las mujeres refleja la ideología de una religión que considera a la mujer como inferior al hombre, una consideración que empeora en el caso de que sea una “infiel”, es decir una mujer que practica otra religión o no practica ninguna.
3.- La presencia de refugiados de los últimos meses es preocupante. De los 31 detenidos en Colonia, al menos 18 están en situación legal de solicitud de asilo según confirman las autoridades policiales alemanas. Esta circunstancia refuerza la idea de que la entrada indiscriminada de refugiados genera situaciones en las que los ciudadanos europeos se convierten en víctimas, muchos de los cuales se volcaron en la recepción de quienes hoy violan a mujeres en plena calle.
4.- El principal delito cometido por los musulmanes es la agresión sexual. Frente a lo que pretendía hacer creer el Gobierno alemán cuando no pudo ocultar los hechos como pretendía en un primer momento, el robo no es el principal delito denunciado tras las agresiones de los días 31 de diciembre y 1 de enero. Los datos hechos públicos por la policía alemana demuestran que la mayor parte de las denuncias son por abusos sexuales y violación.
5.- El Gobierno de Merkel intentó silenciar los hechos para que no se criticase su política sobre refugiados. Pese a la gravedad de las agresiones, las autoridades políticas alemanas intentaron ocultar las agresiones sexuales hasta que la Policía, a la que se estaba culpando de los sucesos, hizo público, el día 4 de enero, un informe en el que se demostraba la realidad de los actos que venían denunciándose. Gracias a esta forma de actuar, muchas mujeres se han atrevido a denunciar en los días posteriores a esa fecha viendo que eran víctimas de un delito en masa, no un caso aislado.
6.- La corrección política hizo que muchos medios de comunicación alemanes, y otros en el resto de Europa, ocultasen la información y cerrasen la posibilidad de que los ciudadanos comentasen estos hechos. En Alemania, los medios de comunicación más importantes tardaron cinco días en hacer públicas las noticias y cuando lo hicieron, solo fue porque otros medios locales más pequeños empezaban a disputarle audiencia. Aun así, cuando publicaron las noticias y vieron que la sociedad alemana criticaba duramente la política de recepción de inmigrantes, deshabilitaron la opción de comentarios. En otros países, como en España, los medios de comunicación autocalificados como “progresistas” no han hecho referencia alguna a la condición de refugiado o musulmán de los agresores, limitándose a señalar que eran “hombres” los que agredían a mujeres.
7.- La popularidad de Angela Merkel, que se encuentra en un nivel muy bajo, se ha reducido todavía más, hasta el punto de que se ha visto obligada a variar su política sobre refugiados tras haber criticado duramente a dirigentes europeos, como el húngaro Víktor Orban cuando alertaban del riesgo de “una invasión” de Europa. Ahora, Merkel ha prometido mano dura con los refugiados que delincan y más controles en el control de acceso de nuevos contingentes en Alemania.
8.- Las redes sociales han mostrado el malestar de la sociedad frente al problema de la entrada masiva de refugiados en Europa. Los ciudadanos tienen claro que hay que diferenciar tres tipos de personas que están entrando en los países europeos bajo el camuflaje de refugiados. Los verdaderos refugiados, que son en su mayoría cristianos perseguidos por Estado Islámico; los inmigrantes económicos que han encontrado una vía de acceso a Europa en las oleadas de los últimos meses; y los islamistas camuflados que aprovechan el descontrol de las fronteras para entrar en el territorio de la UE, como quedó claro tras los atentados de París de noviembre pasado.
9.- La clase política reacciona contra las políticas de puertas abiertas de Merkel. Son varios los dirigentes europeos que enmarcan las agresiones sexuales por parte de musulmanes en una errónea política inducida por la presidenta alemana y que exigen, con carácter de urgencia, que éstas sean modificadas lo antes posible.
10.- De la estación de Munich a la de Colonia. La sociedad alemana ha cambiado y se da cuenta del error de la entrada en masa de refugiados. Dos estaciones ferroviarias muestran el cambio de una recepción con pancartas de bienvenida a los primeros refugiados, como ocurrió hace unos meses en Munich, a las violaciones y el clima de pánico que durante la nochevieja pasada se vivió en el entorno de la estación de Colonia.