Más de tres años han pasado desde que en este foro tuviésemos conocimiento de lo que a mi entender ha sido el mayor insulto que autoridades y no autoridades hayan podido cometer para con todo el Cuerpo de la Policía Municipal de Madrid, y después de ese tiempo hemos podido comprobar también la indiferencia de una gran mayoría de funcionarios, mas pendiente de sus condiciones laborales y de sus sueldos que en lo que esta afrenta significaba.
Sólo unos pocos hemos participado activamente en este tema, lo hemos seguido y hemos conocido sus entresijos desde la soledad que procura un Cuerpo que sólo mira por su ombligo y que sólo se mueve cuando "lo suyo" se encuentra en peligro de desaparecer.
Sindicatos y políticos usaron de este tema con su muy particular interés, unos hicieron ademanes y otros hicieron gestos, pero realmente ninguno mostró un interés real en averiguar por qué "alguien o alguienes" decidieron tirar aquellos objetos y abandonarlos a su suerte, ninguno ha mostrado un verdadero interés en conocer por qué sus custodiadores fallaron tan estrepitosamente y objetos, armas sin ningún valor histórico según se ha querido argumentar, desaparecieron sin que pueda determinarse ni el momento y mucho menos el autor o autores, pero lo más llamativo de toda esta historia que dura más de tres años es que a pesar de conocerse desde hace tiempo que unas armas estaban en "paradero desconocido" nadie, desde dentro, quiso investigar, abrir ese melón de la gestión disciplinaria del que, a las pruebas hemos de remitirnos, sólo sirve para aplicarse en aquellas materias y situaciones en las que la "altura" no se halle implicada.
Por dos veces se ha acudido a la autoridad judicial para que dictamine, la primera con un interés dirigido en poner palos en las ruedas para que otros no lo hiciesen, y la segunda, ha conseguido al menos determinar que, efectivamente, las armas existieron, se nos dice que eran nueve y que se desconoce su paradero, faltaría por determinar esa que se menciona en la red del año del "catapum", suponemos que será un error de quien dijo de su existencia dado que según parece no se encuentra en los inventarios, inventarios que por otra parte no se conocen para poder cotejar lo que había en 1983 y lo que realmente se expone hoy tras la apertura de puertas de ese "local", por definirlo de alguna manera, donde se han recogido lo que hay.
Sirva todo esta parrafada de reflexión sobre las formas empleadas desde esas alturas que permitieron que los recuerdos, orlas, carnés profesionales y objetos que pertenecían a la PMM fuesen abandonados a su suerte, pues con ese abandono "algo" se perdió...... y no fueron armas.
Hay una frase que se atribuye a un señor alemán, escritor y científico, que resumiría lo ocurrido con este asunto, en su frase refiere la palabra "vergüenza" y la palabra "respeto", la primera habría que elevarla al cubo, no cabe otra después de leer y leer, de comprobar y saber... VERGÜENZA, VERGÜENZA, VERGÜENZA...