Lamentable, triste y vergonzoso.
Los compañeros que se fueron, si acaso, desde el cielo están siendo testigos del desprecio que se les profesa por jefes y políticos. Desde aquí, en vivo y en directo, son sus familiares los que están viendo el despropósito de todos esos sinvergüenzas.
Otros, como yo, salimos vivo de milagro pero con secuelas de por vida, pero no por estar vivo no sufrimos los mismos desprecios y despropósitos. Después de quedar incapacitado y tras disparar a mi homicida –tentado claro-, ni jefes, ni políticos ni compañeros te prestan la atención y respeto debido. Unos por desidia, otros por desinterés y otros por las mismas dos causas más la envidia…”la casa sin barrer”
Es muy triste verse como algunos nos vemos.
HONOR Y GLORIA PARA LOS QUE CAYERON CUMPLIENDO CON SU DEBER, TANTO AQUÍ COMO ALLÍ COMO MÁS ALLÁ.