Bueno van a poner una denuncia, lo van a poner en conocimiento de la Autoridad Judicial y la Fiscalía por si hay indicios de delito que se investigue el asunto, lo que no entiendo es el ataque gratuito a UPM, si ellos creen que hay indicios delictivos están obligados a denunciar, pues que lo hagan y no ataquen de paso al UPM.
Al sindicato UPM se le podrá reprochar cualquier cosa, menos el no denunciar cuando cree que se ha podido cometer un ilícito penal.
Esta Asociación tiene los días contados, les han dado cuartelillo mientras ha interesado pero si empieza a tocar los huevos a la Corporación, se les van a cargar de un plumazo y sus dirigentes lo saben.
Que no chavales, que no habéis descubierto la rueda, que las reglas están marcadas y hay que jugar con ellas, podremos cambiar de jugadores pero no las reglas.
Buena observación, "si empiezan a tocar los huevos a la corporación se los cargan de un plumazo", entonces ahora entiendo estos últimos 13 años de sindicalismo
Así es, al que toca los cojones se lo cargan, no lo ves con UPM, le quitan las horas hasta el mínimo, a sabiendas que no pueden tener liberados les ofrecen un liberado como única opción para tener horas sindicales, les deniegan congresos a ultima hora, les investigan en los cursos, en una palabra intentan eliminarlos por que son molestos e incontrolables, mientras otros pueden hacer lo que les salga de los huevos por que firman y son sumisos.
La diferencia es que UPM es un sindicato y tiene una Ley que protege sus actos reivindicativos y a sus delegados, un sindicato es una Asociación de Trabajadores con el fin de proteger sus derechos laborales y sociales.
Pero una Asociación como un conjunto de socios unidos para conseguir un determinado fin lícito, sin sindicarse, la Ley considera que se ha creado para otros fines diferentes a los laborales y sociales ya que de lo contrario se hubiesen constituido como Asociación al amparo de la Ley de Libertad Sindical y se la podría denominar Sindicato.
Esas son las reglas del juego y como he dicho antes, podrás cambiar a los jugadores, buscar a un Cristiano Ronaldo o un Messi del sindicalismo, pero las reglas del juego están ahí para cumplirlas y precisamente del su incumplimiento consentido por las alimañas sindicales a cambio de prebendas es por lo que nos vemos como nos vemos, ya no hay principios ni honestidad.