EL MIEDO A UN ATAQUE CONTRA LA OTAN
¿Va a volver la mili a Europa? "El Kremlin no se va a asustar, no nos libraríamos de Rusia"
Algunos gobiernos bálticos han pedido que los países europeos retomen el servicio militar obligatorio para hacer frente a la amenaza rusa, pero los analistas lo ponen en duda
Por Mónica Redondo
28/03/2024 - 05:00
Nadie quiere luchar en el Ejército. Pero nadie quiere ser invadido como ha pasado en Ucrania. Esta ha sido la esencia de las últimas declaraciones de Edgars Rinkēvičs, presidente de Letonia, que ha instado a Europa a tener un "debate serio" sobre la vuelta del servicio militar obligatorio. En la misma línea se posicionó el ministro de Asuntos Exteriores del país báltico, Krisjanis Karins, quien apuntó que si una potencia europea como Reino Unido tomara esta decisión, marcaría una diferencia en las defensas de Europa contra Rusia. Desde que empezó la invasión a gran escala en Ucrania, países como Letonia y Suecia han reintroducido el servicio militar obligatorio. Dinamarca, por su parte, anunció el mes pasado que exigirá que las mujeres también hagan la mili a partir de 2026. Además, el Gobierno danés afirmó que ampliará el servicio de reclutamiento de los cuatro meses actuales a 11, además del aumento generalizado en los gastos de Defensa. "No nos rearmamos porque queramos la guerra. Nos rearmamos porque queremos evitarla", afirmó la primera ministra Mette Frederiksen. Todas estas medidas se han intensificado ante los temores a un mayor conflicto con Rusia, después de que salieran a la luz informes de Defensa de países como Estonia y Alemania sobre los presuntos planes del Kremlin si hubiera una escalada. En este escenario hipotético, Ucrania perdería la guerra y Vladímir Putin aprovecharía para lanzar un ataque híbrido contra la OTAN. No sería inminente, y algunos líderes apuntan a los países de la alianza tienen entre cinco y ocho años para ponerse al día y aumentar sus capacidades militares. Sin embargo, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) sostiene que, aunque no ocurrirá de forma inminente, una escalada con Rusia podría tener lugar antes de lo que los analistas occidentales han vaticinado. Rusia ha negado que estas sean sus intenciones, aunque los llamamientos a aumentar el gasto militar han sido prácticamente una constante desde febrero de 2022. En este contexto, ha crecido el debate por el retorno de la mili, aunque algunos expertos no creen que esta sea la solución. "Es muy poco probable que lo sea. En primer lugar, hay muy poco interés por volver al servicio militar obligatorio entre los ciudadanos de la UE. Esto es particularmente así entre los jóvenes, cuya ideología, valores y cultura están cada vez más alejados de los de la comunidad militar", explica Vincenzo Bove, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Warwick, experto en relaciones civiles-militares y exoficial de la Armada italiana.
En segundo lugar, continúa Bove, se necesita tiempo paran formar un soldado. "Obviamente, el tiempo necesario varía según la función específica, ya que campos complejos como las comunicaciones y la guerra cibernética requieren años. Pero incluso para roles de infantería 'básicos', se tardan muchos meses para capacitar a los reclutas en bruto y convertirlos en soldados competentes", sostiene a El Confidencial. Algunos países tienen programas de formación de tres meses, un periodo de tiempo que el experto califica como "insuficiente" para la mayoría de las unidades del Ejército. "La guerra moderna está fuertemente influenciada por la tecnología, lo que requiere soldados con experiencia en el manejo de armamento avanzado", subraya. Al respecto, Elisabeth Braw, experta en Defensa del American Enterprise Institute, sostiene que las tropas deben de estar dotadas de hombres y mujeres con aptitudes significativas para que el servicio militar obligatorio tenga sentido. "El Kremlin no se va a asustar por un modelo de reclutamiento que no esté bien pensado. No nos libraríamos de Rusia con eso", advirtió en Euronews. Asimismo, Braw subraya que el servicio militar que estaba vigente durante la Guerra Fría está obsoleto. "Ese modelo en el que todo hombre tiene que servir no tiene sentido. Si es obligatorio para todos, se convierte en algo de lo que intentan escapar. Necesitamos más soldados de los que tenemos ahora y la mejor manera de hacerlo es motivarlos y capacitarlos", explica a El Confidencial.
Para conseguirlo, el modelo de servicio militar obligatorio de Noruega se ha convertido en un ejemplo a seguir según varios expertos en defensa. Según esta metología, todos los jóvenes tienen que pasar controles médicos y pruebas de aptitud. Solo los que se consideran más aptos son convocados a la formación básica, lo que supone un porcentaje muy reducido pero que asegura una fuerza bien calificada y crea un fuerte grupo de reserva. "De esta manera se convierte en atractivo, porque es muy competitivo. Conseguir entrar se convierte en un signo de prestigio y así es como las fuerzas armadas consiguen soldados realmente buenos como reclutas. Muchos de ellos se quedan y los que no, incluyen en sus currículums que fueron seleccionados", contiunúa Braw.
Objetivo: retener el talento
Las opiniones de gobiernos como el de Letonia sobre el retorno de la mili ha sido motivo de divisiones. El secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, comentó que el Ejército británico cuenta con muchos profesionales y que la prioridad es que estén lo mejor entrenados posible. "Todo el mundo sabe que en un escenario de conflicto —como en las dos Guerras Mundiales—, por supuesto, los países tienen que tomar otras medidas. Esa no es la posición en la que nos encontramos ahora. No tenemos absolutamente ningún plan para hacer eso (restablecer el servicio militar obligatorio) ahora. Así que eso no es algo que esté en la agenda actualmente", dijo. En España, la ministra de Defensa, Margarita Robles, negó que la vuelta de la mili estuviera sobre la mesa. "En absoluto, ni creo que se le haya pasado por la cabeza a nadie", afirmó. Añadió que los países europeos que se plantean tomar esta medida lo hacen porque se encuentran geográficamente más cerca de Rusia y ven que una escalada con el Gobierno de Vladímir Putin es más probable.
En esta misma línea se posiciona Vincenzo Bove, que señala que los países que han mantenido de alguna forma el servicio militar obligatorio, como Grecia, Turquía, Suecia y Lituania, lo han hecho por tener "malos vecinos" que consideran peligrosos o impredecibles. Además de Letonia, otros países están considerando unirse a este club, como es el caso de Polonia, según el exoficial italiano. Precisamente este martes, Aleksander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, visitó a sus tropas cerca del estrecho de Suwalki, el corredor polaco-lituano entre Bielorrusia y Kaliningrado, y afirmó que luchará contra los Estados bálticos y conquistará una parte de Polonia para unir su país con Kaliningrado. Precisamente en la ciudad portuaria que pertenece a Rusia se trasladarían tropas y misiles de largo alcance bajo la premisa del Kremlin de que la OTAN se está preparando para un inminente ataque, según los documentos que se filtraron sobre la presunta escalada entre la alianza y Rusia. No obstante, algunos líderes europeos han evidenciado un reto todavía mayor al de reclutar a nuevos soldados: intentar que las tropas existentes no se retiren. Este mes, el Ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, presentó un plan para retener el talento en las Fuerzas Armadas. "En las reuniones de la OTAN podemos hablar de equipamiento, pero ahora también hablamos del nivel de retención", dijo.
La situación de Alemania es, en realidad, un fenómeno casi generalizado en la mayoría de ejércitos europeos. Para Vincenzo Bove, las razones detrás de esta crisis son culturales. "Existe una creciente separación ideológica de la comunidad militar de la sociedad civil. Para algunos expertos, los valores de los ciudadanos europeos son incompatibles con los de los militares. La desilusión pública por las operaciones pasadas crea un escepticismo hacia el servicio militar, lo que recuerda el 'síndrome de Irak' que plagaba el reclutamiento en Estados Unidos", apunta. Asimismo, el envejecimiento de la población europea ha provocado que haya menos jóvenes disponibles para prestar servicios. Por otro lado, el fin del servicio militar en muchos de los países europeos ha aislado todavía más a los militares. Para los jóvenes que nunca han estado involucrados, el espíritu y el sentido de propósito de las Fuerzas Armadas es algo que puede resultar extremadamente ajeno. A este factor se suman otros como el económico, ya que el sector civil compite con el militar.
"Los salarios, las trayectorias profesionales claras y acuerdos laborales flexibles ofrecidos por empresas privadas hacen que el servicio militar sea una opción menos atractiva. Si bien las carreras militares ofrecen experiencias únicas, la compensación implica un entrenamiento duro, un aislamiento potencial y la amenaza siempre presente de peligro. Las frecuentes reubicaciones, despliegues y una rígida estructura jerárquica complican aún más la decisión para algunos", continúa el experto. Después de que empezara la guerra en Ucrania, el apoyo a los esfuerzos militares y de defensa ha aumentado —sobre todo entre los más jóvenes— aunque eso no significa que una mayor parte de la población esté dispuesta a combatir. Por lo tanto, se trata más de un respaldo político que no contribuye a frenar la crisis de efectivos de algunos ejércitos europeos. "Es necesario que las Fuerzas Armadas estén bien administradas para que la gente pueda mantener un fuerte respeto por ellas. No solo puede ser necesario en el momento actual, sino también porque si mucha gente respeta al Ejército, querrá servir en él", concluye Elisabeth Braw. Un servicio militar obligatorio podría ser incluso contraproducente. En Rusia, miles de hombres son obligados a ir al frente y algunos de los combatientes que han conseguido huir declararon que muy pocos están motivados. "Una de mis tareas era asegurarme que los reclutas, de apenas 21 años, no huyeran", explicó un mercenario de Wagner que consiguió huir del frente de Bajmut el año pasado. "No están motivados, son débiles, los sacaron de las calles y les dijeron: 'vais a la guerra'".