No recuerdo si fue el día del pase a cuartos o a semifinales, la gente se ponía con sus banderas junto al patrulla y nos decía: ...vaspaña...y ...baspaña...alguno hubo que saludaba con el brazo extendido, la palma hacia abajo y dando curiosos y cortos saltitos, como si un gnomo le estuviese pellizcando con un cascanueces las nueces. Tentado estuve de dejar clara mi postura de alegría, orgullo y satisfacción monarquica
o-futbolera y extender yo también mi brazo, pero con la palma hacia arriba y recordando al ínclito José María Aznar, usar la peineta, tan española o más que los cuernos. Pero entonces recordé que era policía y me limité a llorar en silencio.
Salud y suerte.