Las abuelas, nuevo perfil de cacos surgido por la crisis
Tras la época de Navidades, en junio comienza la segunda 'temporada alta' de carteristas, con la llegada del verano y la explosión del turismo. Este año, la crisis trae otro perfil de cacos: ancianas con cara de buenos amigos son el nuevo terror en las tiendas.
Diego Caldentey / Íñigo Rodríguez - Qué.es 16 de junio de 2010
La crisis hace que aparezcan nuevamente viejos especialistas en el hurto.
Ha vuelto al 'ruedo'... Tiene cara angelical, cabellera blanca y ondulada y se pasea todos los días entre Callao y Sol. El caso de esta 'abuelita', vieja conocida de la Policía Municipal, que no veía hace tiempo, resume un perfil de 'caco' que ha vuelto a emerger en Centro, en la antesala de la segunda 'temporada alta' de carteristas del año.
"La crisis hace que aparezcan nuevamente viejos especialistas en el hurto. Gente ya mayor, incluso de la tercera edad, que estaba 'retirada' y ahora ha vuelto a las andadas. Son españoles y no sólo hay hombres", explica un portavoz del sindicato CTTPM de la Policía Municipal.
La fuente confirma otra tendencia, también observada por este periódico. "Para luchar contra los carteristas, la Policía ha comenzado a recomendar desde hace unas semanas a los comerciantes que coloquen carteles en castellano y en inglés aconsejando al cliente que extreme los cuidados contra los cacos en los comercios. Se ha comenzado por Montera, Fuencarral y Hortaleza", dice.
Las detenciones fueron muy pocas
Se reparten rápidamente el botín para evitar el arresto. Si un carterista es pillado con menos de 400 euros en su poder, se considera hurto y es sólo una falta. No puede ser detenido. En caso de que el importe sustraído supere el monto señalado, se considera que cometió un delito de robo, y es llevado a comisaría. "Esto explica el porqué se realizan un importante número de intervenciones diarias, pero las detenciones en el último mes fueron pocas en Montera, por ejemplo. La mayoría de cacos con experiencia saben cómo actuar.
Siempre lo hacen con cómplices y se reparten el botín", dicen en CPPM."No intimidan y se cuidan más"No hay un balance oficial público de la edad de carteristas detenidos. "Los ancianos no roban grandes cantidades. Se cuidan más, no intimidan y sólo aprovechan los descuidos", dicen en la Policía.
Dolores,carterista, nos cuenta trucos para protegernos
Dolores ha dedicado media vida a robar a los demás y, aunque ya ha pagado por ello, lo primero que hace es justificarse: "no tenía trabajo y en mi casa había seis bocas que alimentar". Asegura que "habláis más de la cuenta y en voz alta dando demasiada información a alguien que en su cabeza está pensando en robar". Tras esta sentencia, y para aclararlo, pone una serie de ejemplos: "Dos señoras van de compras, una de ellas ve algo que le gusta pero se da cuenta de que no lleva dinero suelto. Acto seguido su amiga suelta en voz alta, ¡tranquila, que yo he sacado dinero!".
Dolores ríe cuando imita ese supuesto y continúa "esa señora es carne de cañón porque ya sabes que lleva dinero encima y porque no le importa adelantárselo a su amiga, por lo que lleva una buena cantidad".En la Cañada Real, donde vive nuestra antigua carterista, las 'profesionales' de la cartera se intercambian información sobre los nuevos métodos de hurto, "aunque el mejor es el de toda la vida", matiza Dolores, "es decir, pongamos que esa misma señora de antes se acerca a un mostrador a curiosear algo. Para ello tiene que inclinarse hacia delante y el acto natural es echar el bolso hacia la espalda. Nosotras ya estábamos atentas, cuando el bolso está fuera de su campo de visión, y si está abierto, tardamos un segundo en sacarle la cartera".
Este, como explica, es él "método de todo la vida".Además, Dolores matiza que "jamás utilizamos la fuerza física. Se hace todo con habilidad y, de hecho, hay buenos y malos 'profesionales', como en todo". Normalmente, entre los grupos de carteristas utilizan a las mujeres para actuar porque parecen menos peligrosas, son más sutiles y despiertan menos alerta entre las posibles víctimas. Además, "jamás se utiliza la violencia física porque si la Policía nos coge es sólo un delito de hurto, que eso da igual, si ha habido violencia también hay un posible delito de lesiones, y eso ya es un problema más gordo".