La noche más oscura de Mohamed: el indigente fue cosido a puñaladas mientras dormía en su chamizo
La víctima, de 20 años, fue atacada en el parque de la mezquita de la M-30 mientras dormía junto a tres compatriotas
Hallan muerto junto al tanatorio de la M-30 al presunto asesino del portero de la calle de Alcalá
El lugar donde fue atacado Mohamed, teñido también de sangre en junio de 2021
El lugar donde fue atacado Mohamed, teñido también de sangre en junio de 2021 ISABEL PERMUY
Aitor Santos Moya
Madrid
18/08/2024
Actualizado a las 04:18h.
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La noche es fría, azarosa, para la fecha de agosto en la que nos encontramos. La última ola de calor ya es historia y la brisa se cuela por los rieles del improvisado chamizo. Allí, entre una pila de quincalla y colchones corroídos, descansa Mohamed E. T., un marroquí de 20 años sin domicilio conocido. Lo hace en compañía de tres compatriotas, también jóvenes (solo uno de ellos ronda la treintena) y sin residencia establecida. Los cuatro, por tanto, pernoctan en el antiguo frontón del parque Salvador Madariaga, un jardín venido a menos hace ya demasiado tiempo, levantado en medio de la mezquita y el tanatorio de la M-30.
Las manecillas del reloj marcan las 6 del pasado viernes y todos duermen como pueden, siempre alerta, conscientes del imprevisible riesgo que entraña la vida en la calle. Es en este contexto, cuando un varón tapado con una capucha de color negro se acerca y golpea brutalmente a Mohamed. Le acuchilla hasta en cuatro ocasiones, en el pie, la pierna, el antebrazo y la parte trasera de la cabeza. Para entonces, sus compañeros de trinchera solo han podido escuchar los gritos de dolor y observar al agresor poner pies en polvorosa.
La víctima, empapada de sangre y dejando un enorme reguero tras de sí, es capaz de levantarse del colchón y alcanzar al grupo de sintecho que malviven al otro lado del parque. De inmediato, dan la voz de alarma. Una patrulla de la Policía Nacional alcanza el lugar y solicita de manera urgente la presencia del Samur-Protección Civil: Mohamed mantiene las constantes vitales, aunque quién sabe por cuánto tiempo más. Mientras es atendido, los agentes preguntan a las personas que han llamado a los servicios de emergencia, sin que estas puedan aportar algún detalle de lo sucedido. No han visto ni oído nada.
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Tras ello, aseguran el perímetro y deciden seguir un rastro de sangre que termina en la vieja cancha de frontón, donde se topan con los citados 'vecinos' del afectado. Los tres conviven con Mohamed desde hace alrededor de cinco meses y lo describen como un joven conflictivo, dedicado a cometer robos y que ha sido detenido en numerosas ocasiones. A preguntas de lo acontecido esa misma noche, rememoran lo vivido y argumentan que no quieren saber nada de los problemas de la víctima. El miedo a estas alturas es más que palpable.
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La quiero
Los indicativos personados llevan a cabo una batida por la zona para tratar de localizar el arma. Pero no lo consiguen, al igual que tampoco dan con ningún sujeto que pueda corresponder con la escueta descripción aportada por los testigos. La Sección de Delitos Violentos (DEVI) de la Policía Científica también acude para realizar la pertinente inspección ocular, mientras que el Samur intuba al apuñalado y lo traslada al hospital de la Paz, donde permanece ingresado en estado grave.
Ahora, los investigadores esperan a que Mohamed mejore de sus heridas para poder entrevistarse con él. Un testimonio a la postre vital para obtener más información de lo que pudo ocurrir en un enclave, el de Salvador Madariaga, marcado por la degradación y otros negros episodios, como el crimen de un argelino durante la madrugada del 13 de junio de 2021. Murió en el mismo desvencijado frontón después de ser agredido por dos compatriotas con una barra de hierro y botellas.
