La extraña extinción global de las abejas
Un documental de National Geographic, bajo el sugestivo título “El silencio de las abejas”, instaló mediáticamente la inexplicable caída del número de esos insectos en varias partes del mundo.
Allí se habla de que el equilibrio entre las abejas y otros organismos vivos, conseguido a lo largo de miles de años de evolución, se está rompiendo en forma alarmante.
El dato es que más del 80% de las abejas melíferas está desapareciendo. El año 2012 fue el peor en la historia de la apicultura en Estados Unidos: la población de abejas se redujo un 50%.
Según los expertos se trata de un “colapso de las colonias de abejas”, y dado que el fenómeno se ha extendido a otras regiones, hay quienes alertan sobre un posible problema ecológico global.
La cuestión es que se desconocen las causas de esta espectacular desaparición. Algunos apicultores creen que es la radiación de ciertos dispositivos electrónicos, sobre todo de los teléfonos, lo que afecta a los insectos, mientras que otros asocian el evento al uso de plaguicidas agrícolas, los cuales dañarían el sistema nervioso de los animales.
La Comisión para el Control de la Seguridad Alimentaria de la Unión Europea confirmó, por su parte, que la causa de la muerte en masa de las abejas en Europa obedece a un tipo particular de fertilizantes llamados neonicotinoides.
Por otro lado, el Centro Regional Apícola de Marchamalo (España), que es un laboratorio de referencia para todo el mundo, asegura que la merma es causado por un parásito asiático, el Nosema ceranae.
Explica que la desaparición se debe a que las abejas infectadas, al sentirse débiles, se alejan de la colmena siguiendo un mecanismo de defensa. De esta manera, mueren lejos y son comidas por reptiles y por otros insectos, sin dejar rastro alguno.
En tanto Concepción Omosa y Ana García Moreno, del Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad Complutense de Madrid, en su informe “Las 20.000 hijas… de la miel”, hacen su propio diagnóstico.
El colapso de las colonias de la apis mellifera (abeja doméstica), dicen, se debería a la “influencia sumatoria de una serie de causas, entre las que se hallan un bajo sistema inmunitario, varias clases de agentes infecciosos y el uso de biocidas en la agricultura, en especial los neonicotinoides, de efecto neurotóxico, que parecen afectar a la memoria de las obreras que no saben volver a su nido, una vez que salen de él a recolectar el polen y el néctar”.
Las especialistas aseguran que a las abejas en general, a las silvestres, básicamente les sucede lo mismo: “No están sufriendo el síndrome del colapso de colonias, pero también sus poblaciones se están viendo muy afectadas, con una gran regresión por la acción antrópica, los biocidas, la pérdida de hábitat y el cambio climático”.
¿Por qué son importantes las abejas? Su papel central en las naturaleza es la de ser agentes de polinización, aquel proceso que hace posible la producción de semillas y frutos. Si desaparecieran las abejas, en especial la apis mellifera, la agricultura mundial se vería tremendamente afectada, provocando un incalculable daño económico.
“Tendría un efecto devastador en la flora silvestre: desaparecerían la mayoría de las plantas, de importancia vital para el equilibrio natural de la supervivencia del planeta. Si desaparecieran las abejas, todas las abejas, la Humanidad se vería en serios problemas”, resumen Omosa y García Moreno.