Las nuevas tecnologías contra el fraude bancario no despegan
Para frenar el fraude bancario, los fabricantes de cajeros automáticos apuestan por la biometría y las tecnologías sin contacto, pero los temores que suscitan entre los consumidores frenan su comercialización.
La época en que los criminales rompían con picos los cajeros automáticos para robar la caja ya ha pasado a la historia.
Cada vez más sofisticado, el fraude bancario ahora consiste principalmente en el robo de los datos de las tarjetas de crédito (número, fecha de expiración, código secreto), por ejemplo a través del denominado "skimming": falsos lectores instalados en el cajero que se tragan las tarjetas y falsos teclados que memorizan los códigos.
"Ahora, el objetivo son los usuarios", explica Patrick Goasguen, director para Francia de NCR, líder mundial del mercado de autonomías bancarias.
La empresa estadounidense, como su rival Diebold, concentra sus esfuerzos en dos ejes: la protección de los datos de la tarjeta y el refuerzo de los mecanismos de autentificación de los usuarios.
Para impedir la instalación de falsos lectores, el NCR ha equipado a los distribuidores con captores sensoriales capaces de detectar cualquier material ajeno al mismo.
Diebold ha remodelado el dise?o de los suyos con "espejos de vigilancia" para prevenir casos de espionaje o de cámaras de vigilancia.
Pero los dos apuestan por las tecnologías de reconocimiento biométricas o sin contacto para acabar con los robos y la utilización fraudulenta de los datos.
Entre los prototipos que ha puesto a punto NCR en su centro de investigación y desarrollo de Dundee (Escocia), donde trabajan 800 personas, hay uno que exige al usuario, una vez que ha introducido su tarjeta y su código, que ponga el dedo en el lector de huellas dactilares.
Otro, dotado de tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia) se contenta con leer la tarjeta a distancia. Sobre un tercero se puede pagar con teléfono móvil.
"Las tecnologías están disponibles, pero el principal problema sigue siendo la colaboración de los usuarios", explica Paul Race, director de Marketing de NCR.
Hasta ahora, sólo dos países han comprado cajeros automáticos equipados con un sistema de reconocimiento digital: Chile (Red Bank), donde "la biometría ya forma parte de las costumbres", y Colombia (Bancafé), "por petición de los agricultores que no quieren llenarse de tarjetas", según Race.
Mientras tanto, el "chip" sigue siendo la forma más eficaz para combatir el fraude bancario.
Pionera de tarjetas con "chip", "Francia es el país con menor tasa de fraude en el mundo", se?ala Gilbert Louard, director de marketing de NCR Francia.
En principio, en dos a?os, todas las tarjetas europeas deberán estar equipadas de dicho "chip".