¿Por qué con frecuencia nos sentimos sexualmente insatisfechas?
Doctissimo – lun, 8 abr 2013 12:00 CEST.. .
Muy a menudo las mujeres nos sentimos sexualmente insatisfechas ¿Qué esperamos realmente de un encuentro íntimo?
La mayoría de las mujeres buscamos la cercanía afectiva, sentirnos emocional y físicamente seguras. A eso se le agrega el placer, que es un poco como ¡la zanahoria!
La búsqueda del placer es esencial, aunque las mujeres ubiquen el sexo, mucho más que los hombres, en un registro afectivo-sensorial. Las expectativas de unos y otros son divergentes porque la cultura sexual femenina y la masculina son distintas. El hombre puede, por ejemplo, obtener placer a través de una relación trivial, mientras que la mujer busca la voluptuosidad. Evidentemente, estas dos maneras de entender el sexo pueden desembocar en desavenencias.
El paroxismo sexual no parece sencillo de alcanzar… ¿de dónde proviene gran parte de la insatisfacción?
De un desconocimiento del funcionamiento del propio cuerpo. El orgasmo, considerado como el acmé del placer, es como un reflejo condicionado. Cada uno lo obtiene de distintas formas, ya sea con una fantasía o mediante caricias o posturas concretas. Cuanto más conscientes seamos de cómo alcanzarlo, más plena será nuestra vida sexual. Muchas mujeres se frustran simplemente porque ignoran qué es lo que les da placer, de ahí la dificultad para disfrutar durante un acto sexual que dirige otra persona. Idealmente, uno debería conocerse a sí mismo para después adaptarse al otro.
Para eso, la masturbación parece ser la vía por excelencia…
En parte sí porque la masturbación permite conocer mejor los resortes del propio placer sexual. Sin embargo, hay que hacer una distinción entre placer y goce. Algunos pueden sentir placer solos y no experimentarlo en pareja. Cuando el cuerpo se acostumbra a alcanzar el orgasmo de una determinada manera, es decir, solo, se produce un cierto condicionamiento. Hay que enseñarle al cuerpo que la manera de darse placer debe ir asociada al encuentro sexual.
¿Y cuándo hay que empezar a preocuparse?
La verdadera pregunta que hay que hacerse es si la insatisfacción es ocasional o crónica. En el primer caso, lo que sucede es que los ingredientes que conducen al orgasmo (fantasía, caricias, etc.) no están presentes. Es un error pensar que no lo obtenemos sólo porque no nos dejamos llevar, porque no sabemos relajarnos o porque hay un problema relacional. En los casos de frustración crónica, es evidente que conviene consultar con un especialista. Puede existir frigidez o anorgasmia, inhibición recurrente y persistente del orgasmo.
¿Qué lugar ocupa el amor en la obtención del placer?
El amor es, sin duda, uno de los mejores afrodisiacos. Sin embargo, estar enamorado no basta para que la relación sexual sea plena. El amor es lo que despierta el deseo de estar más cerca del otro; amplifica las sensaciones y provoca un revuelo hormonal que propicia el acceso al placer, pero no funciona como una varita mágica, y menos a largo plazo.
Nuestra sociedad, obsesionada con el placer, ¿no favorece la frustración sexual?
El objetivo de gozar a cualquier precio puede, efectivamente, tener un efecto perverso, también en las parejas efímeras. Es erróneo pensar que la sobreinformación y los accesorios de los que disponemos hoy en día garantizan el acceso al placer. Sobreestimular el cuerpo significa que éste corre el riesgo de querer sensaciones cada vez más fuertes para alcanzar un orgasmo “enloquecedor”. Es lo que sucede con los llamados “sex toys”, cada vez más ingeniosos. Pero hay que saber que éstos no tienen por qué funcionar siempre. Sentir “fuegos artificiales” permanentemente es imposible.
¿Existen otros mitos que propicien la insatisfacción?
¡Sí! ¡El del orgasmo simultáneo! Es bastante raro y cuando sucede es más bien por casualidad. Es como la guinda. En una pareja puede compartirse el placer pero suele ser el del estímulo mutuo.