El engaño o la violencia...
Europa destapa el maquillaje de Madrid: el 10% de las empresas de las que presume Ayuso son fantasma y no tienen actividad
El directorio oficial de compañías ha publicado durante años datos abultados incluyendo a firmas que no aportaban nada a la sociedad, pero esta forma de operar tiene los días contados
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Rubén Rozas
13/08/2024 - 10:16
Actualizado: 14/08/2024 - 22:47
El número de empresas cae un 10% en el Madrid que Isabel Díaz Ayuso presenta al mundo entre bambalinas. El cambio no va a repercutir en el resto del país. De hecho, es posible que ni siquiera lo haga en la práctica en la capital de España, pero sí deja al descubierto la ‘trampa’ a la que apela la presidenta autonómica, que contabilizaba compañías fantasma y sin actividad para situar a Madrid como locomotora y, de paso, hacer gala de su gestión.
La transformación viene desde Europa y repercute al conjunto del territorio nacional, pero Madrid es la más afectada, ya que la región pasará de ‘tener’ 558.607 empresas a 503.018. Esto es un desplome del 10% o, lo que es lo mismo, de 55.000 firmas.
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La normativa que entra en vigor es la relativa al Reglamento europee 2019/2152, que persigue que las estadísticas europeas sean más fiables. Para ello, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dejado de contar a las empresas “económicamente inactivas”, considerando como tal a aquellas “que no tienen facturación, empleo, inversiones o producción en el año de referencia”. Dicha reforma afecta al Directorio Central de Empresas (DIRCE) y bebe de fuentes como Hacienda y la Seguridad Social.
El viraje afecta a otras comunidades autónomas en el mismo porcentaje que a Madrid, pero el efecto no se nota tanto como en la región que se gobierna desde la Puerta del Sol. Un ejemplo claro de esto es Navarra, donde el número de empresas también ha descendido un 10%, pero cuyo impacto se aprecia mucho menos en número redondos habida cuenta de que su tamaño es menor. En cifras, las firmas que aparecen registradas en la Comunidad Foral baja de las 45.738 a las 41.152. Mientras tanto, en las comunidades más pobladas -es decir, Andalucía y Cataluña-, la caída es del 4,5% y el 6,7% respectivamente.
Sin despreciar la realidad, hay que destacar que la economía de Madrid avanza a buen ritmo. Así lo demuestran varios indicadores, entre ellos un informe reciente del BBVA, que emitió que la región había crecido un 3,3% el año pasado (un 0,8% más que España), y señalaba que la autonomía cuyo PIB más había mejorado desde antes de 2020, coincidiendo con el Covid.
Pero también es verdad que es precisamente la bonanza empresarial a la que los dirigentes indistintamente del color político se refieren para poner en valor su gestión, obviando muchas veces la letra pequeña. Y en ese escenario, Isabel Díaz Ayuso es una experta, tomando para sus cálculos muchas veces a empresas que, en la realidad, no aportan ningún valor a la sociedad -de hecho, algunas se crean para justamente lo contrario, como pagar menos impuestos- y poder decir que Madrid es el territorio más atractivo para la inversión.
Cataluña hace sombra a Madrid
Después de esta limpia europea, Cataluña toma distancia frente a Madrid en cuanto a tejido empresarial se refiere. La comunidad que pasa a capitanear de manera oficial el socialista y ministro de Sanidad durante la pandemia, Salvador Illa, saca casi un 3% de ventaja a la de Ayuso en este aspecto.
Concretamente, la primera concentra el 18,4% del total de empresas y PYMES, mientras que la segunda se queda en el 15,7%. Entretanto, Andalucía obtiene la segunda posición, con el 15,7%. Sí es verdad que Madrid es el territorio que más grandes empresas tiene (un 31,4%).
Empresas fantasma
No resulta sencillo dirimir cuáles son las empresas que aumentan la lista sin justificar, pero los expertos en la materia sí que ponen sobre la mesa algunos hipotéticos.
Uno de ellos pasa por las sociedades latentes que los despachos de asesoría fiscal ponen a disposición de los clientes que quieran emprender un negocio de la forma más rápida posible.
Otras compañías que no entrarían dentro de la base de datos son las que dan el portazo sin que su responsable lleve a cabo los trámites para su extinción al suponer estos el pago de varios cientos de euros al notario y al Registro Mercantil. Previo cambio de Eurostat, dichas firmas se purgaban pasados los tres años después de detectar que no presentaban impuestos de sociedades ni sus cuentas anuales, cuando Hacienda se lo comunicaba al Registro Mercantil. Con la transformación europea los plazos de reducen considerablemente, hasta el punto de que la compañías que se encuentren en esta tesitura deberán considerarse inactivas desde el primer año.
Por supuesto,seguramente el caso más claro de las empresas que engordaban sin justificar el listado son las conocidas como empresas fantasma -que, a la hora de verdad, son todas estas-, entendiendo como tal en el más amplio sentido de la palabra las que se constituyen por una razón estratégica aunque no hagan negocio alguno.