Limpiar pipicanes, cámaras y un 'Mierdómetro': las alternativas a los multazos de Manuela CarmenaSon las 11 horas de la mañana en el Parque del Oeste, en el distrito madrileño de Moncloa- Aravaca. Una jardinera observa cómo una señora, sin prisa aparente, opta por jugar con la correa de su perro en lugar de agacharse a recoger los excrementos que el animal ha dejado en el suelo.
-¡Se le ha olvidado una cosa! -le espeta la trabajadora municipal.
-¡La recoges tú que para eso te pago! -contesta la vecina de Madrid.
"Soy jardinera, no 'recogecacas'". Esta es la frase con la que a la jardinera le hubiese gustado responder a la señora -pero no lo hizo- y así se lo confiesa a Vozpópuli. "A veces la gente más pija es la menos educada. Te dejan el regalo por no agacharse y yo no tengo por qué quitar las cacas de los perros", dice enfadada. "Cuando estoy desbrozando o segando, piso una mierda y patino que no veas. No es solo el olor desagradable, es que resbalan y son un peligro", aclara la empleada del Ayuntamiento de Madrid. Además, añade, al contrario de lo que todo el mundo piensa, "las cacas de perros y gatos no son un abono ecológico para las plantas, sino que las estropean al contener toxinas".
"Desde las 7:30 horas de la mañana los parques están llenos de perros que se meten en los jardines, en las áreas infantiles y en las fuentes. Nadie respeta nada", lamenta. Es más, continúa, si alguien les llama la atención, se puede meter en problemas. "En varias ocasiones me han querido partir los morros por pedirles que recogiesen los excrementos", recuerda. Sin embargo, la escena protagonizada por las dos mujeres no se ciñe a una sola zona de la capital ni atiende a la renta de los ciudadanos que en ella residen. Prueba de ello son las declaraciones de otro trabajador municipal "harto" del comportamiento de los dueños de mascotas en el distrito Retiro.
'Multazos' de hasta 1500
Para frenar esta falta de civismo el Gobierno municipal, 'timoneado' por la alcaldesa Manuela Carmena, ha anunciado la implementación de una agresiva campaña del multas a quienes 'se olviden' de limpiar las deyecciones de sus perros. Por un lado, el Consistorio plantea sanciones económicas desde los 751 euros hasta los 1.500 y, por otro, la posibilidad de conmutar esos 'multazos' por trabajos de limpieza en la ciudad con mono y escoba en mano.
En el preámbulo de la iniciativa, que comenzará aplicarse a partir de junio según fuentes municipales, el equipo de Carmena está lanzando algunas 'píldoras' para concienciar a la sociedad del problema. Una de ellas es el Mapa de Excrementos Caninos lanzado desde el Ayuntamiento capitalino donde se visualizan -marrón sobre blanco- los distritos de Madrid que concentran mayor cantidad de deposiciones de animales.
Si bien el documento no facilita cifras concretas, echando un vistazo al mapa, distritos como Tetuán, Usera o Villaverde podrían posicionarse como los que más excrementos concentran. "Es un desfase la cantidad de cacas que hay. Se debe a dejadez pura y dura", comenta Iván Mieres, un joven vecino de Tetuán que suele pasear a sus perros por parques de la zona. "Estoy de acuerdo con la medida de Carmena, pero lo veo más como un afán recaudatorio que como algo que sirva realmente para educar y concienciar a la sociedad", opina. ¿Su propuesta? "Poner cámaras para que sean los mismos vídeos los que sancionen", sugiere.
"El perro es el amo"
Álvaro Ruiz, otro vecino de Tetuán asegura que siempre que baja al parque con su perro "tengo que ir saltando cacas para no pisarlas". "Por aquí vienen bastantes perros y si fuese por los dueños, todo estaría mucho peor, es gracias al trabajo de los barrenderos por lo que está más limpio", agradece.
"Tendrían que quitar las cacas de los perros o limpiar pipicanes, pero no hacer otras labores", propone una jardinera municipal
"Yo conmutaba esas multas por trabajos de limpieza enfocados a lo que han hecho, pero no en otros que encima supongan que nos quiten el puesto a los demás", dice la jardinera de Moncloa, que prefiere mantenerse en el anonimato. "Tendrían que quitar las cacas de los perros o limpiar pipicanes, pero no hacer otras labores", especifica. "Me temo que la gente solo recoge las cacas cuando ve que hay otros alrededor, pero lo más importante es la educación, las multas me parecen excesivas", aprecia Campillo, otro ciudadano.
De pequeño, Shui Mao, dueño de dos canes y vecino de Madrid, leyó un grafiti que decía 'El perro es el amo'. Hoy, afirma que "cada vez entiendo más su significado". "Estoy de acuerdo con la medida porque somos un pueblo un poco tozudo, parece que solo aprendemos con el látigo detrás", considera. Sin embargo, Shui Mao cree que hay excepciones a tener en cuenta como la de los ancianos. "Muchos realmente no se enteran de dónde están los excrementos de sus perros", explica. Y también hace alusión a la carencia de bolsas para recoger las heces en muchos parques, un problema manifestado por la mayor parte de los entrevistados.
http://youtube.com/v/Q7GFDQj6ap8El 'Mierdómetro'
Pero las iniciativas para acabar con la falta de civismo de los madrileños se extiende más allá de los pasillos del Consistorio. Desde la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), un grupo de cinco estudiantes ha creado una especie de 'Mierdómetro' que consiste en una serie de cajas con los colores de los cuatro partidos principales (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos). En las cajas, que van acompañadas de las fotos los correspondientes líderes políticos, los ciudadanos pueden depositar las heces de sus mascotas.
El 'Miérdómetro' ha sido instalado en el Parque Eva Duarte, cercano a Manuel Becerra. "A nadie le resulta agradable recoger cacas y pensamos que si tenían la posibilidad de depositarlas en las cajas de los políticos que no les gustan se revertiría la situación", dice Elisa Mingarro, miembro de este grupo de trabajo de la UAM. "Ha sido un exitazo porque sirve para canalizar la frustración que hay con la situación política actual", añade.
Finalmente, la joven termina revelando que, hasta la fecha, es al presidente del Gobierno en fu