Agresión en rekalde
'Apoyo judicial. Respeto a la labor policial'. Con este lema, más de dos centenares de policías de distintos cuerpos desafiaron a la nieve y al intenso frío para concentrarse a mediodía de ayer frente al Palacio de Justicia de Bilbao, junto a los Jardines de Albia. «Concienciados» por la brutal agresión sufrida por dos agentes de la Policía Municipal el pasado 12 de enero en el barrio de Rekalde
SUCESO EN REKALDE
Lanbide retira las ayudas a los agresores de los policías al detectar «irregularidades»
Entre los cuatro implicados y cinco de sus familiares, perceptores de la RGI, tienen a su nombre una docena de vehículos
25.02.12 - 02:34 -
A. H. | BILBAO.
INCUMPLIMIENTOS
Residencia efectiva. Algunos perceptores no viven en el domicilio donde están empadronados.
Actividad económica. Ocultaron que se dedican a la venta ambulante.
Bienes.
Entre los cuatro implicados y sus familiares tienen doce vehículos a su nombre. Dos perceptores. Había más de dos personas cobrando la ayuda en un mismo domicilio.
El Servicio Vasco de Empleo (Lanbide), que desde el pasado 13 de diciembre se encarga de gestionar y controlar las ayudas sociales, ha suspendido de forma cautelar la Renta de Garantía de Ingresos que cobraban los cuatro agresores de los policías municipales de Bilbao, o sus familiares (cónyuges o padres), al detectar «irregularidades», según ha podido saber este periódico. En total, se retirará la RGI a nueve personas, todos miembros de la misma familia; entre ellos, los cuatro implicados. Dejarán de recibir la nómina este mismo mes de febrero.
Los nueve, algunos de ellos titulares de la ayuda y otros beneficiarios, llevaban años cobrando esta prestación, de entre 600 y 900 euros. La RGI, que se otorga a personas con dificultades económicas y en riesgo de exclusión, asciende a unos 640 euros. Algunos de ellos cobraban además la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV) de 250 euros.
¿Por qué se han suspendido estas ayudas? A raíz de que este periódico revelara que los cuatro agresores cobraban la Renta de Garantía de Ingresos, Lanbide inició una investigación de oficio. Gracias a la colaboración interinstitucional, especialmente del Ayuntamiento de Bilbao, se descubrió que los implicados en el ataque a dos patrulleros en el barrio de Rekalde el pasado 12 de enero o sus familiares incumplían alguno o varios de los requisitos exigibles para recibir la RGI en cuatro puntos concretos. Por ejemplo, la condición lógica de carecer de bienes. Entre los nueve familiares, sin embargo, tienen a su nombre doce vehículos. En un caso concreto, un perceptor es titular de dos turismos y una motocicleta, algo incompatible con poder acceder a una ayuda social.
Los presuntos agresores desarrollaban además una actividad económica que no habían comunicado, como la venta ambulante. Según se ha podido averiguar, tienen puestos de mercadillo que llevan de unas localidades a otras durante la mayoría de los días de la semana.
Escuchar sus testimonios
Por otro lado, algunos de ellos tampoco residen en el mismo domicilio en el que están empadronados e incumplen también la norma de que no puede haber más de dos perceptores conviviendo en un mismo domicilio. Esta medida de control se empezó a aplicar para evitar la proliferación de los llamados 'pisos patera', en los que había numerosas personas empadronadas para cobrar la ayuda social.
Una vez constatada esta serie de irregularidades, Lanbide ha suspendido de forma cautelar la Renta de Garantía de Ingresos a los implicados en la paliza a los policías y sus allegados. Ahora, los afectados tienen la opción de recurrir. Una vez escuchados sus testimonios, si las explicaciones no resultan convincentes, se podría iniciar el proceso para la suspensión definitiva de las ayudas, indicaron las mismas fuentes. Lanbide ha iniciado una campaña contra el fraude para descubrir entre los 56.000 perceptores de ayudas sociales a quienes las cobran sin cumplir los requisitos, como las decenas de personas fallecidas cuyas familias seguían percibiendo la RGI.
Los dos agentes de la Policía Municipal de Bilbao recriminaron a un conductor en dos ocasiones que estacionara su coche en zonas prohibidas, una de carga y descarga y en medio de un carril. Acompañado de dos hermanos y otro familiar, el individuo comenzó a propinar puñetazos a un guardia, al que dejaron un ojo morado y heridas por toda la cabeza. Cuando su compañero trató de defenderle, le derribaron y le asestaron patadas y puñetazos, según se recoge en el atestado policial. El primer agente esgrimió su arma y los agresores depusieron su actitud. Tres de ellos fueron detenidos en el lugar y el cuarto se presentó al día siguiente en el juzgado. Los cuatro quedaron libres a la espera de juicio, acusados de atentado contra la autoridad en concurso con otro delito de lesiones. Los dos policías aún siguen incapacitados para su trabajo.
Nunca es tarde si la dicha es buena...QUE SE JODAN.