La tragedia del hombre que segó la vida de ?Luisito?
? José estaba en paro, divorciado y había perdido a su padre y su hermano
26 Marzo 09 - Luis Boullosa
MADRID.- El juez de instrucción ratificó ayer la prisión provisional para José Luis Trejo Cózar, presunto asesino de un ciudadano dominicano en Tetuán. En su declaración, éste reiteró que fue él quien disparó y que no conocía de nada a Luis Carlos Polanco, la víctima. La caída en picado de José Luis comenzó cuando su mujer se divorció de él, hace ya más de cinco a?os. Hasta entonces su radiografía vital era común: matrimonio, un hijo peque?o, una familia relativamente acomodada y un modesto trabajo en un ambulatorio. Con su mujer se fueron la casa y el ni?o. Y perdió el trabajo. Tuvo que mudarse y eligió la calle Castilla, en Estrecho, cerca de donde vivía su padre, Francisco. Era un vecindario conflictivo, a tres pasos de la zona de Tetuán donde cerraría la primera parte de su descenso a los infiernos descerrajándole dos tiros en la nuca a ?Luisito?, un dominicano de 21 a?os al que familia y allegados presentan como un muchacho ejemplar y fuentes de la investigación sitúan más cerca de la peque?a delincuencia del tráfico de drogas. Allí, José Luis hizo un nuevo intento por levantar cabeza y montó un negocio de quiromasaje. El inicio de la crisis lo barrió del mapa. Luego, falleció su padre, y medio a?o después (febrero de 2008) su hermano Carlos, de 29 a?os, en un accidente de moto. Su madre cayó en una seria depresión y lo mismo hizo él, según quienes le conocían de cerca. El cuadro depresivo era, dice un vecino, ?grave?: ?Iba en picado y acabó desquiciado -cuenta-, ?cuando llegó era un tipo educado y amable, listo, más culto que la media?. Su buena planta (muy delgado, alrededor del metro ochenta y cinco) y su amabilidad lo hacían caer bien, pero la serie de golpes había sido demasiado fuerte. ?Empezó a frecuentar a los camellos del barrio, salía con ellos y también se iba a tomar copas con los `yonquis?, últimamente ya estaba fatal, bebiendo desde las diez de la ma?ana; los que le habíamos conocido le evitábamos. Últimamente andaba por ahí con un travesti?, explica. El presunto asesino ha declarado que su consumo de cocaína era ?ocasional? y el de cannabis, más habitual. Los testigos dan fe de que dijo la verdad. ?No lo he visto consumiendo coca nunca, ni puesto -afirma otro vecino-, y eso que, en este barrio, a partir de las diez de la noche va puesto todo el mundo?. ?Lo que si hacía era fumar marihuana. De lo suyo?. Al parecer cultivaba plantas de ?maría? en el piso donde los fines de semana iba a verle su hijo peque?o. Fue durante esta caída en desgracia cuando, en marzo de 2008, se sacó los carnés de escolta y de vigilante de seguridad, y finalmente empezó a trabajar en este último empleo. Se mantiene la incógnita sobre cuál fue el arma que usó para acabar con la vida de ?Luisito? y en parte, con cualquier posibilidad de que la suya volviese a crecer. Sus abogados, por expreso deseo de la familia, declinaron en principio hacer ninguna declaración al respecto aunque ha trascendido que sostienen que su cliente está aquejado de esquizofrenia.