SUCESO | El joven murió el pasado viernes tras recibir dos disparos
'Fue Luisito, pero pudo ser cualquiera'
Sergio Enriquez
Arianne, la joven de 19 a?os, novia del dominicano asesinado (Foto: Sergio Enríquez)
Quico Alsedo | Madrid
Actualizado viernes 27/03/2009 12:06 horas
Arianne se sienta y sonríe. Aparenta los 19 a?os que tiene, aparenta su nacionalidad dominicana y aparenta también el embarazo reventón en su seno: su barriga está enorme, sus hormonas parecen dominar por completo su cuerpo.
Lo que no aparentan en absoluto Arianne y su sonrisa es que su pareja y padre de su hija, Luisito, de 22 a?os, fuera asesinado de dos tiros el pasado viernes en el barrio de Tetuán. A sangre fría. Prácticamente sin mediar palabra. Según su abogado, se desplomó ?con las manos en los bolsillos, ni le dio tiempo a sacarlas?.
Así que ella sola, Arianne, tendrá que cuidar de la ni?a a punto de nacer: sale de cuentas el próximo día 5 de abril. Una cría que ?se llamará Lusiany, porque es la mezcla de nuestros dos nombres, como si fuera los dos a la vez. Es la hija que él me dio?.
Pero Arianne sonríe casi por prescripción médica. Lo explica cuando se le comenta cuán entera parece, qué dura. ?Esto lo hago por mi hija, igual cuando nazca me caigo al suelo y me pongo a llorar. Pero ahora no puedo. Podría afectar al feto. Podría afectarme al dar a luz. Esta ni?a es lo único que él me dejó?, dice la muchacha, que retuerce una sonrisa triste.
Y de pronto su rostro se nubla al contar lo que pasó la propia noche del viernes, el día de la incomprensible, absurda tragedia: le vinieron unas contracciones fortísimas por culpa de los nervios y ?la doctora me dijo que o me calmaba o iba a parir ya, y que en esas condiciones podría pasar cualquier cosa con el feto.Me tuvieron que poner incluso una medicina para pararlo. Así que tengo que estar muy calmadita, muy tranquila?.
En realidad, salta a la vista que Arianne casi no ha asimilado aún la desaparición de su marido: ?Por el día es más fácil, pero cuando llega la noche y él no llega a que le prepare la cena, y de pronto te encuentras sola, es cuando te das cuenta de que no va a llegar, y entonces...?.
La última vez que Arianne vio a Luisito fue en la noche del viernes.?Estaba en paro, así que dedicó el día a pintar la habitación de la ni?a, la que ocupará la ni?a. La estaba pintando de verde, fíjate... De pronto quiso salir, con el mono y todo, casi con pintura encima. Y le dije: '?Cierro o dejo abierto?'. Me contestó: 'Cierra, pero vengo ahora, voy al taller a ver si me han arreglado ya la moto'. No me dio tiempo ni a despedirme de él. Claro, cómo iba a imaginar que...?, se entrecorta la frase, y Arianne se lleva una mano a la cara.
Pero hay que hacer las preguntas: ?podría conocer Luisito al hombre que le asesinó?
- No sé, no lo creo, no me da la impresión, responde muy tranquila, igual de serena.
- ?Podría tener alguna relación con las drogas?
- Que yo sepa, ninguna. El fumaba en casa, pero...
- ?Porros?
- No, tabaco, nunca le vi fumar un porro, dice Arianne, sin alterar el gesto.
- Y entonces, ?por qué murió Luisito? ?Qué pudo pasar?
- Le pasó a él, pero pudo ser cualquiera, un negro, un chino, un blanco. Una persona joven o una mayor. Simplemente, Luis estaba en el sitio equivocado. La piel no tuvo nada que ver, estoy segura.
- Entonces, en su muerte no hubo móvil. Le tocó sin más.
- Creo... Creo que sí. El, si se metía en líos, era por ayudar a los demás. Siempre se dice cuando se muere una persona, pero es que de Luis es verdad: era muy alegre, muy simpático. Igual nos ves ahora compuestos, pero la familia está destrozada. A su madre ni le funcionan los calmantes...
Interrumpe Cynthia Favero, abogada de la familia. Informa: ?El que el asesino sea o no esquizofrénico [como ayer se?aló su defensor] no consta en las actuaciones, tendrán que acreditarlo. Y, además, no todos los problemas psíquicos impiden tener conciencia de lo hecho. Se ha dicho que hemos pedido la calificación de asesinato, pero no es así. Aún no, aunque lo haremos: fue una ejecución, él estaba indefenso, observamos alevosía. Se ha dicho que Luis tenía antecedentes penales, pero no es así: los tenía policiales, de dos veces que le llevaron a comisaría: por hurto y por da?os, no sabemos más. Parece claro que asesino y víctima no se conocían, y el primero ha admitido que es consumidor ocasional de cocaína y habitual de hachís. Al parecer, se cruzaron alguna frase, el asesino cargó el arma y disparó. No sabemos aún si una bala o dos?.
Arianne, dominicana como Luisito, llegó a Espa?a con 10 a?os y tiene aquí a casi toda su familia: ?Quiero vivir aquí, hasta ahora he sido feliz en Espa?a?.
- ?Qué le diría al asesino de Luis?
- Le diría que si le ha valido la pena dejar una familia así.Le preguntaría qué le voy a decir a mi hija cuando me pregunte por su padre. Le preguntaría: ?para qué?
Y entonces, sólo entonces, Arianne se lleva el pu?o a la nariz. Y se pone a llorar.