Esto que denuncia la letrada es precisamente lo que les ocurre a los "chorimanguis" habituales, que sl entrar una vez en prisión es en ella cuando empiezan a acumularsekes las causas sumando y sumando condenas.
PABLO HASÉL, BAJO LA AMENAZA DE PASAR DIEZ AÑOS EN PRISIÓN
La Plataforma Antirrepresiva de Ponent y su abogada
Alejandra Matamoros denuncian una estrategia orquestada de acumulación de procedimientos judiciales contra el rapero leridano. La letrada y varios miembros del grupo de apoyo también afrontan una presión judicial creciente desde el estallido de las protestas contra su encarcelamiento en febrero de 2021
El rapero Pablo Hasél fue encarcelado después de ser detenido por los Mossos d'Esquadra el 16 de febrero de 2021 en el rectorado de la Universidad de Lleida/ AXEL JOHN MIRANDA
DAVID BOU
dvdbou
PUBLICADO:
MARZO 24, 2022
“Nuestra previsión es muy mala, el equipo jurídico siempre hemos querido ser sinceros con él y con la gente, no hay buenas perspectivas, hacemos cálculos que puede llegar a pasar en prisión alrededor de diez años”. Así de taxativa se muestra Alejandra Matamoros, abogada de Pablo Hasél, preguntada por el tiempo que puede llegar a pasar encarcelado el rapero leridano. Desde su detención en manos de los Mossos d'Esquadra, el 16 de febrero de 2021 en el rectorado de la Universidad de Lleida (UdL), Hasél permanece entre rejas en el Centro Penitenciario de Ponent . Actualmente, cumple condena únicamente por la pena que la Audiencia Nacional española le interpuso en 2018 por los delitos de injurias en la corona, apología del terrorismo y falta de respeto a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
El castigo inicial era de nueve meses de cárcel, pero al negarse a pagar la multa de cuarenta mil euros a la que fue sentenciado, ésta se transformó en una pena privativa de libertad de un año y cuatro meses. Esto elevó el cómputo total de la condena hasta los dos años y un mes de reclusión. “Se niega a pagar porque no tiene el dinero y porque considera que el movimiento solidario no debe estar trabajando para pagar las multas que nos imponen por ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión”, explica Matamoros en conversación telefónica con la Directa. De hecho, Hasél ya se había sentado previamente en el banquillo de los acusados del tribunal de excepción español. Fue en 2014 en un juicio por enaltecimiento del terrorismo por el que fue condenado a dos años de cárcel, sentencia que posteriormente fue ratificada por el Tribunal Supremo (TS). Sin embargo, como entonces no tenía antecedentes penales, la ejecución de la pena quedó suspendida por no ser superior a dos años, tal y como prevé el código penal.
Pesan sobre los hombros del rapero otras cuatro causas aparte de por la que está encarcelado: dos por las que ya ha sido condenado, una donde ha declarado como investigado en fase de instrucción y una última que está pendiente de juicio con una petición fiscal de cinco años y tres meses de prisión
No sucedió lo mismo con la condena de 2018, y asimismo ocurrirá con todos los procesos judiciales que todavía tiene pendientes de resolver, que en caso de acabar con condena firme, provocarán que Hasél vaya sumando futuras noches en la celda. Su abogada apunta que él “ya tenía varias causas pendientes antes de entrar en prisión, pero vemos que a partir de ese momento, todos estos procesos que estaban en standby durante mucho tiempo, comienzan a acelerarse”. Así pues, hoy día, pesan sobre los hombros del rapero otras cuatro causas: dos por las que ya ha sido condenado –una de las cuales ya tiene sentencia firme–, una por la que ha declarado en una fase de instrucción que sigue abierta y una última pendiente de juicio con una petición fiscal de cinco años y tres meses de prisión.
Matamoros asegura que la activación de ese cúmulo de causas no es fruto de la casualidad. “Frente a una oleada de protestas reclamando su libertad y un desprestigio aún mayor del Estado español en el ámbito internacional, necesitan lavar su imagen y manchar la de Pablo. Vender el relato que no está encarcelado por las letras de sus canciones sino porque es un delincuente que se dedica a agredir a la gente”, remacha la letrada. Sin embargo, rehuye el discurso victimista y reconoce que Hasél no está tomado sólo por lo que dice y escribe, “es una persona pública que ha llevado su militancia política a los hechos, ha conseguido movilizar y concienciar a mucha gente, animándoles a la participación política activa. Esto es molesto por el estado y tenían que cortarlo,
Una retahíla de causas judiciales
El procedimiento judicial más grave que concierne hoy Pablo Hasél tiene relación con las protestas contra la detención de Carles Puigdemont en Alemania el 25 de marzo de 2018. Aquel día, el edificio de la Subdelegación del Gobierno en Lleida fue el epicentro de una manifestación convocada por los Comités de Defensa de la República (CDR) que reunió a miles de personas. Se produjeron cargas y momentos de fuerte tensión que posteriormente derivaron en la apertura de una causa contra once personas –entre ellas Hasél– acusadas de promover un intento de entrada en la sede gubernamental. El juicio se celebrará los próximos 5 y 6 de octubre en la Audiencia de Lleiday la fiscalía, en su escrito de acusación, pide cinco años y tres meses de prisión a cada uno por los delitos de desórdenes públicos con el agravante de ocultación del rostro, atentado contra la autoridad y lesiones. A Hasél le piden otros seis meses de cárcel por “reincidencia” y tanto a él como a los diez imputados restantes les piden penas de multa por valor de tres mil seiscientos euros por los delitos de daños y lesiones leves. La abogada no tiene esperanza en una futura sentencia absolutoria, aunque sí espera que se rebajen las penas: "son delitos tan etéreos, que si no hay una movilización fuerte, habrá condena".
libertad Pablo Hasél
Manifestación en Barcelona en febrero de 2021 en contra de la detención y encarcelamiento de Pablo Hasél|BRUNA CASAS
Hoy en día, Pablo Hasél tiene otra condena de dos años y medio de cárcel por el delito de obstrucción a la justicia y de amenazas . Los hechos se remontan al 16 de octubre de 2017, cuando escribió en Twitter la frase “La Guardia Urbana de Lleida compró este testigo falso para declarar contra un compañero al que le dieron una paliza brutal. Han sido absueltos”, junto a una foto del testigo en cuestión. Además, también se acusó a Hasél de intentar dar una patada a esa misma persona y de amenazarla tan sólo dos días después del tuit. La Plataforma Libertad Pablo Hasél y él mismo aseguranque se trata de un confidente policial y califican el procedimiento de "montaje policial". La defensa de Hasél presentó un recurso de apelación contra la sentencia en la Audiencia de Lleida, que casualmente anunció que ratificaba la condena dos días después de su encarcelamiento, en plena oleada de protestas reivindicando su libertad. El pasado mes de diciembre, el TS comunicó que el recurso de casación que la letrada Alejandra Matamoros había presentado no era procedente y ni siquiera lo examinarían. Por último, han llevado el caso al Tribunal Constitucional (TC), aunque el recurso al tribunal especial no paraliza la ejecución de la pena de prisión. Así pues, están a la espera de ser notificados para sumar esa pena a la actual y subirse ya a los casi cinco años de condenas de prisión acumuladas.
Una causa que parece que el TS va a estudiar es la condena –ratificada también por la Audiencia de Lleida– de seis meses de cárcel por un delito de lesiones por supuestamente haber agredido a un periodista de TV3en una rueda de prensa en el rectorado de la UdL. Los hechos se habrían producido durante la ocupación del despacho del párroco en junio de 2016 en el marco de una protesta estudiantil contra la subida de las tasas universitarias. Además, el rapero fue condenado al pago de una indemnización al periodista por valor de 12.150 euros ya una multa de dieciocho meses con una cuota diaria de diez euros, que de no ser abonada se convertiría en seis meses más de prisión , elevando a un año la pena de privación de libertad. Alejandra Matamoros explica que un grupo de periodistas entró en el despacho para grabar a las personas que lo ocupaban, por lo que “los estudiantes intentan impedir la entrada de las cámaras y Pablo echa agua en la cara del periodista para que vaya atrás, por eso le condenan”. Por el momento, permanecen en espera de la respuesta del TS al recurso que han interpuesto. Por este procedimiento, otras tres personas han sido condenadas a sendas penas-multa por un delito de coacciones.
El procedimiento judicial más grave que concierne hoy Pablo Hasél tiene relación con las protestas contra la detención de Carles Puigdemont, hechos por los que le piden cinco años y nueve meses de cárcel por los delitos de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y lesiones
Por último, Hasél recibió una nueva notificación justo después de ser detenido y encarcelado. En esta ocasión, el delito que le imputan es el de ultraje en la bandera por la quema de una enseña española en el escenario de un concierto que ofreció en Felanitx (Mallorca) en octubre de 2019. Esta causa se abrió a raíz de la denuncia de Jorge Campos, presidente, diputado y portavoz del partido de ultraderecha VOX en el parlamento balear, quien denunció los hechos ante la fiscalía, quien posteriormente también denunció al rapero por un presunto delito de odio. Se da la circunstancia de que Campos fue el personaje que denunció a Valtònyc en el procedimiento judicial que le comportó la condena por la que se exilió en Bélgica. La defensa de Hasél confía en que la jurisprudencia establecida por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), a raíz del dictamen donde consideró que la quema de fotos del rey queda amparada por la libertad de expresión, sirva para exonerarle del primer delito, mientras que sobre el segundo considera que es "discutible que España y los españoles sean un colectivo oprimido que necesite especial protección". El rapero se acogió a su derecho a no declarar durante su comparecencia por videoconferencia desde la prisión que hizo ante el Juzgado de Instrucción 2 de Manacor. Desde entonces, no ha habido más noticias sobre la evolución de esta causa.
La última muestra de esta cruzada contra Pablo Hasél y el derecho a la libertad de expresión es un juicio por los delitos de injurias, odio y coacciones por el que ya ha sido absuelto. La denuncia corría a cargo del Real Betis Balompié, club de fútbol de la ciudad de Sevilla. El motivo, una serie de tuits de Hasél que tuvo como inicio una en la que afirmaba: “En la plantilla del Betis que defiende al nazi, si no fuera porque también morirían pilotos y azafatas, les desearía que su avión se estrellara”. El comentario en la red social hacía referencia al apoyo del equipo a Roman Zozulya, futbolista ucraniano de ideología nazi inmerso en ese momento (febrero de 2017) en una fuerte polémica por el rechazo que había levantado su llegada al Rayo Vallecano en condición de cedido por el conjunto verdiblanco.
La valoración de todo ello por parte de la abogada es meridianamente clara: “Estamos hablando de que Pablo pueda pasar diez años o más en prisión por su militancia política… condenas tan altas sólo las hemos visto en organizaciones políticas que el estado ha considerado ilegales o en grupos revolucionarios armados y él puede cumplir esto por hacer canciones y tener una militancia política como la que podemos tener todas las personas que estamos en el movimiento político y social”. Matamoros recuerda que Hasél está encarcelado por una primera causa donde se le condena por las letras de sus canciones y asegura que después se ha hecho funcionar "toda la maquinaria judicial-represiva para sumar más causas y años de cárcel".
La defensora, atacada
"Antes de que abogada soy militante política, por eso mis defensas nunca son únicamente jurídicas, porque en tanto que son procesos políticos, mi defensa también lo es". Con esa claridad se expresa la abogada encargada de la defensa de Pablo Hasél. Hace un año y pico, a raíz del encarcelamiento del rapero, Alejandra Matamoros tuvo que atender muchas entrevistas. Su discurso desgarrador ante las cámaras, criticando el sistema judicial y el papel de los cuerpos policiales, comportó que se le señalara por parte de algunos medios de comunicación. Fruto de esta campaña fue denunciadaen los juzgados por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), mientras que la Confederación Española de Policía (CEP) presentó una queja contra ella en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), donde está colegiada.
Alejandra Matamoros
Alejandra Matamoros es abogada y se encarga de la defensa de Pablo Hasél|ARCHIVO
“Si no logran amedrentar al represaliado, lo intentan con su entorno y defiende a ver si así lo consiguen doblegar”, razona Matamoros. Aún así, reivindica “ no soy la primera abogada que está en una situación así, y desgraciadamente, no creo que sea la última. Al final es tratar de impedir que los militantes políticos juzgados por su ideología puedan tener una buena defensa”. Con este propósito el CEP acudió al ICAM, por quienes pedían la adopción de medidas disciplinarias “para reivindicar el derecho a odiar a los policías nacionales, porque se negaba a condenar la violencia en las calles de Madrid y Barcelona (…) y acusar nuestro cuerpo de torturas y maltratar indiscriminadamente a ciudadanos”. Por último, la queja se archivó y no tuvo consecuencias, pero Matamoros convivió durante un tiempo con la amenaza de quedar suspendida para el ejercicio de la abogacía durante un período de hasta dos años.
Las declaraciones de Matamoros a las que se cogían los representantes policiales para denunciar “falta de respeto y extralimitación de sus deberes como defensa” se habían producido en el exterior de una comisaría de Madrid, por lo que el ICAM resolvió que no estaba en sede judicial y no podía considerarse que en el momento de pronunciarlas estuviera actuando como abogada. El Alejandra acudió a las instalaciones de la Policía Nacional española a prestar asistencia jurídica a cuatro menores de edad que habían sido detenidos durante las protestas por el encarcelamiento de Hasél. “Dije ante los medios que en este estado se tortura y la Policía ejerce maltratos en las comisaríasde forma sistemática. Acababa de salir de allí y los cuatro menores a los que defendía denunciaron serios maltratos”, detalla, y le avalan las múltiples denuncias de organismos internacionales y las condenas del propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra el Estado español . Sin embargo, estas mismas palabras sirvieron de pretexto al SUP para presentarle una querella, en este caso por los delitos de injurias y calumnias. Matamoros explica que le notificaron la apertura del procedimiento en fase de instrucción, pero de momento no ha sabido nada más.
Quince días después del encarcelamiento de Hasél, la AVT denunció a su abogada, Alejandra Matamoros, por un supuesto delito de enaltecimiento del terrorismo por unas palabras que había pronunciado casi dos años antes
La queja y la denuncia se produjeron en febrero de 2021, la misma semana del encarcelamiento de Hasél. Quince días después, fue la AVT quien la denunció ante el Juzgado central de instrucción de la Audiencia Nacional española por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Sorprendentemente, los hechos denunciados se remontan a una charla que dio en el marco de unas jornadas del Movimiento Antirrepresivo de Madrid en mayo de 2019. La ponencia quedó grabada en un vídeo que se publicó en YouTube, en el que Matamoros decía, entre otras muchas cosas, que “en el caso de Euskal Herria, los compañeros tuvieron que lidiar con los únicos medios que tenían y los dejaron, que fueron las armas. Ellos lucharon por las armas por su derecho a la autodeterminación”. Es por esta afirmación por la que ha sido denunciada, pero ella aporta contexto y explica que hablaban del 1 de octubre y las protestas postsentencia: “Denunciaba que en ese estado hay derechos que nunca se reconocerán y da igual la forma en que luches o los medios que utilices para que sólo recibirás represión ”. Actualmente, la causa se encontraría en fase de instrucción, pero de hecho, Matamoros explica que ni siquiera le llegaron a notificar y que se enteró por la prensa de que la jueza había pedido a fiscalía si tenía previsto ejercer de parte acusatoria.
“La charla es anterior al encarcelamiento, pero la denuncia llega después. Cuando me hago notoria públicamente, ven lo que pueden encontrar de mí de una forma deliberada; el medio El Español saca un artículo donde pone el enlace a la charla, publican una serie de datos sobre mí y la AVT me denuncia”, narra la abogada. Ella es consciente de cuál es el mensaje que quiere enviar el estado: "Si tú decides voluntariamente asistir a esa persona y denunciar las injusticias e irregularidades que sufre, piensa en las posibles consecuencias". Asimismo, sigue denunciando que “se me están vulnerando mis derechos y lo más grave es que se intente vulnerar el derecho a la defensa de Pablo”.
La plataforma solidaria, en su punto de mira
La plataforma Libertad Pablo Hasél, ahora reconvertida en la Plataforma Antirrepresiva de Ponent, también ha sufrido durante los últimos años el hostigamiento de los cuerpos policiales y el sistema judicial. Adam Camón, miembro del colectivo que ha ejercido de portavoz en varias ocasiones, tiene actualmente tres causas abiertas a raíz de su militancia política. Una de ellas es previa al encarcelamiento del rapero, cuando en el marco de una campaña para reivindicar los derechos y libertades democráticas llevaron a cabo una acción en la sede del PSC de Lleida. Una vez accedieron al inmueble, descolgaron una pancarta por la ventana exigiendo que no se hiciese efectiva la entrada en prisión de Hasél. En estos momentos, se encuentra a la espera de juicio, con una petición fiscal de un año de prisión para él y otra persona, y de nueve meses de prisión para una tercera activista, las tres acusadas de un presunto delito de allanamiento de morada jurídica. Por la misma causa, un menor fue condenado a trabajos en beneficio de la comunidad.
El segundo caso que tiene abierto, junto con otras siete personas, es por los hechos que sucedieron durante la detención de Pablo Hasél en el rectorado de la UdL el 16 de febrero de 2021. Ese día, los Mossos d'Esquadra entraron de madrugada en el complejo universitario, donde encontraron barricadas para cerrarles el paso y también algunas personas que despejaron extintores para dificultar la visibilidad. Finalmente, identificaron y desalojaron una por una a todas las personas que acompañaban a Hasél hasta que pudieron detenerlo y llevarlo a la cárcel. Camón explica “Decidimos colectivamente dar una respuesta porque consideramos que su encarcelamiento es injusto por denunciar hechos objetivos sobre la monarquía y los cuerpos represivos. Sabíamos que la detención era inevitable, pero queríamos visibilizar que el Estado español atravesaba líneas rojas y encarcelaba al primer rapero de Europa”. Por esta acción, ocho personas están siendo investigadas por los delitos de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad, resistencia y desobediencia. Los Mossos consideran que todas ellas ejercían un rol de liderazgo y las pruebas que presentan son, básicamente, imágenes de medios de comunicación a los que atendieron durante el cierre en el rectorado y los días posteriores al encarcelamiento de su compañero. El caso está actualmente en fase de instrucción y todavía no hay petición de penas, pero sus defensas advierten que podrían pedirle varios años de cárcel. Los Mossos consideran que todas ellas ejercían un rol de liderazgo y las pruebas que presentan son, básicamente, imágenes de medios de comunicación a los que atendieron durante el cierre en el rectorado y los días posteriores al encarcelamiento de su compañero. El caso está actualmente en fase de instrucción y todavía no hay petición de penas, pero sus defensas advierten que podrían pedirle varios años de cárcel. Los Mossos consideran que todas ellas ejercían un rol de liderazgo y las pruebas que presentan son, básicamente, imágenes de medios de comunicación a los que atendieron durante el cierre en el rectorado y los días posteriores al encarcelamiento de su compañero. El caso está actualmente en fase de instrucción y todavía no hay petición de penas, pero sus defensas advierten que podrían pedirle varios años de cárcel.
Adam Camón es uno de los portavoces de la Plataforma Antirrepresiva de Ponent|ARCHIVO
Por último, diecisiete personas están siendo investigadas por la manifestación que se celebró en Lleida al día siguiente del encarcelamiento de Hasél. Algunas de ellas fueron detenidas por los Mossos el mismo día de los hechos y otras fueron identificadas posteriormente, en una causa abierta por los delitos de atentado contra la autoridad, desórdenes públicos y daños. Posteriormente, Paloma, madre del rapero, y Adam Camón fueron citados a declarar a juzgados como supuestos organizadores de la protesta de aquel 17 de febrero, que acabó a las puertas de la cárcel de Ponent. Camón decidió no presentarse "para denunciar la represión que estamos viviendo", pero finalmente la declaración quedó suspendida y ahora están a la espera de que les vuelvan a citar.
Desde la Plataforma Antirrepresiva de Ponent denuncian haber sufrido "todo tipo de acoso de la brigada de información, con seguimientos y registros"
Paralelamente, desde la Plataforma Antirrepresiva de Ponent denuncian haber sufrido "todo tipo de acoso de la brigada de información, con seguimientos y registros". Camón describe distintos episodios, como uno donde al salir de una asamblea notaron seguimientos. "Unos compañeros fueron a buscar su furgoneta y al llegar se la encontraron cerrada con llave pero toda cacheada, con papeles por el suelo y la guantera abierta", recuerda. Según su relato, ese mismo día, siguieron hasta su pueblo a un chico que llevaba poco tiempo en la plataforma. Una vez allí, se topó con uno de los coches de paisano que los habían seguido por la ciudad de Lleida. “Subió a su casa y posteriormente vio luces de vehículos policiales, momento en el que se dio cuenta de que estaban de nuevo cacheándole la furgoneta.
También describe un episodio en el que un coche sin distintivos abordó a una miembro de la plataforma mientras paseaba el perro. “Le mencionaron todas nuestras causas para advertirle de que, si se juntaba con nosotros, ya sabía lo que le podía suceder”, asegura el joven. Hoy en día, afirma que siguen teniendo seguimientos, pero a un nivel inferior que meses antes y después del encarcelamiento de Hasél. "En la mayoría de los casos son Mossos, porque se han identificado como tal, aunque ha habido seguimientos de otros cuerpos policiales". La valoración de Adam Camón y la plataforma es positiva: "La gente salió a las calles a plantar cara y se acercó a los colectivos a trabajar de forma activa y organizada". Ciertamente, la condena contra Hasél removió a la opinión pública e hizo revivir el debate sobre el derecho a la libertad de expresión ya la protesta.la chica de Barcelona a la que reventaron el ojo . Ante esto, nosotros vemos legítimo el derecho a la autodefensa”.