Ahí teneis para los que todavía no quieren ver que eta no son solo los que matan.
Arantza Zulueta aseguró que 'mataría' si ETA se lo ordenase
"Yo estoy aquí porque ETA me ha dicho que esté aquí. El día en que ETA me diga que tengo que coger una pistola y matar, lo haré". La que pronuncia estas palabras terribles no es otra que Arantza Zulueta en una conversación grabada recientemente por los servicios antiterroristas.
Zulueta, detenida en el despacho de abogados de la calle Elcano de Bilbao el pasado día 8, en el marco de la operación Jaque, e imputada por delitos de pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos en el llamado sumario Halboka, es considerada por la Guardia Civil como la máxima responsable del Koordinazio Taldea (KT): Grupo de Coordinación del frente carcelario de ETA.
De la importancia de dicha operación da idea este comentario a EL MUNDO de un alto mando de la lucha antiterrorista: "Si la operación Jaque sale bien, ganamos la batalla contra ETA. Si me dieran a elegir entre desarticular el KT o la dirección de ETA, preferiría lo primero. Las direcciones de ETA tarde o temprano acaban cayendo, pero el KT es muy difícil de desmantelar y es el órgano de cohesión del grueso de la banda".
En efecto, mientras que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado creen que ETA en estos momentos no cuenta con más de una treintena de militantes clandestinos, el KT controla a 550 presos de la organización en España y Francia.
Ha sido precisamente Zulueta la que se ha encargado de impedir que Bildu se hiciera con el control de los presos -cosa que el partido de la izquierda abertzale intentó- para mantenerlos bajo el paraguas directo de ETA. Eso, ni más ni menos, es lo que representa el KT.
La abogada presiona a los presos que salen mostrándoles una carta de ETA
Zulueta siempre se ha situado en el lado más duro de la organización terrorista. En 2008, cuando se produjo la división interna en la dirección de la banda, creándose dos facciones que lideraron Txeroki y Thierry, ella se situó del lado del primero, partidario de mantener la lucha armada, responsable de múltiples asesinatos e inspirador del atentado de la T-4.
En esa época, Zulueta y su mano derecha, Jon Enparantza, también detenido en el curso de la operación Jaque, eran partidarios de atentar contra el lehendakari para forzar al Gobierno a sentarse de nuevo a negociar. A pesar de que Zulueta no defiende, desde su primera detención en abril de 2010, a ningún preso etarra, se ha entrevistado en los últimos meses con los jefes de la banda en cada una de las cárceles. Ha mantenido diversos encuentros, por ejemplo con el propio Txeroki o con Javier García Gaztelu, Txapote, responsable de los asesinatos de Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica, entre otros.
Su autoridad es total porque todos los presos saben que tiene a la dirección de ETA detrás. En una ocasión llegó a llamar al orden a un líder tan carismático como Kubati, cuando éste estaba en prisión y se resistía a la convocatoria de una huelga de presos. Kubati leyó el comunicado de ex presos en Durango la semana pasada. El texto lo habían escrito Zulueta y Enparantza. La abogada etarra se mantenía discretamente en los últimos puestos de esa fotografía histórica. No busca protagonismo, porque es la que lleva la voz cantante y no necesita exhibir su poder.
Ella también fue la responsable del comunicado de los presos de ETA del pasado 28 de diciembre, que desinfló todas las expectativas de los partidos democráticos de que iba a producirse un cambio en el frente carcelario. Zulueta se resistió a explicitar conceptos como perdón o arrepentimiento y, por supuesto, ni consideró la posibilidad de solicitar a la dirección de ETA la disolución de la banda. El mensaje que se transmitió está dentro de la ortodoxia clásica etarra: amnistía y reivindicación orgullosa de su propia historia.
Amenazas a familiares
Que ella tiene el control absoluto sobre ese mundo es indiscutible para los responsables de la lucha antiterrorista. Ponen un ejemplo de ello. Cuando fue detenida en abril de 2010 como consecuencia de la desarticulación de la estructura Halboka (antecesora del KT), los presos de ETA no hicieron ningún comunicado hasta diciembre de ese mismo año, fecha en la que Zulueta recobró su libertad. En los tres meses siguientes el EPPK -el colectivo de los presos- emitió cuatro comunicados. Era evidente quién los redactaba.
«Echaremos a los españoles primero; luego, a los tontos de Batasuna», dice
La práctica habitual consiste en que Zulueta escribe los comunicados -que reciben la luz verde de la dirección de ETA- para, posteriormente, ir pasándolos de cárcel en cárcel. Ningún preso sabe si el resto lo ha respaldado o no, así que, para no quedarse aislados, todos prefieren firmar lo que sea. Esa es la forma de controlar al colectivo más numeroso de la banda. Esa y las amenazas.
Las Fuerzas de Seguridad tienen constancia de que Zulueta ha llegado a amenazar a familiares de presos dispuestos a romper con la disciplina de ETA. Les dice que se quedarán sin abogados, que ya no les pagarán el viaje a las cárceles para ver a sus hijos, novios o hermanos y, además, les recuerda que en su pueblo nadie querrá hablar con ellos y serán mal recibidos.
Pero el KT no sólo es el responsable del mantenimiento de la disciplina entre los presos, sino que, además, es el encargado actual del reclutamiento para la propia banda. Las Fuerzas de Seguridad han constatado que Zulueta en persona enseña una carta de ETA a los presos que salen de las cárceles (muchos tras la derogación de la doctrina Parot, en la que la banda les ofrece apoyo e incluso el pase a la clandestinidad a condición de que sigan manteniendo la militancia. Es un compromiso de auxilio -que incluye respaldo económico- a cambio de fidelidad.
Siempre está con los duros y defendía atentar contra el 'lehendakari'
Precisamente, esa carta -que tiene un valor esencial para la investigación, puesto que demuestra que ETA no sólo no piensa disolverse, sino que sigue queriendo mantener sus comandos activos- podría estar oculta entre los archivos incautados o por incautar en el despacho de la calle Elcano de Bilbao. Las Fuerzas de Seguridad están convencidas de que estaba allí el día 8 de enero cuando se produjo la operación ordenada por el juez Eloy Velasco, junto a otros documentos que la Guardia Civil buscaba en el cuartel general del KT, como uno que detalla la estrategia de ETA para 2013.
Medidas de seguridad
Desde que se produjo la caída de la estructura Halboka, Zulueta ha mejorado los sistemas de seguridad de su despacho. En aquella ocasión, la Guardia Civil se incautó de 86.000 archivos. Entre ellos había circulares de ETA, cartas de la banda e incluso objetivos para atentar. Había también instrucciones para la kale borroka: manifestaciones que debían terminar con la quema de comisarías. Y una perla que los expertos de la Guardia Civil tardaron meses en descubrir: el plano de un zulo en el que ETA guardaba armas y explosivos en buen estado.
En ese momento, antes de su detención, Zulueta tenía como interlocutor directo en Francia a David Pla, justamente el que ahora es considerado, junto a Iratxe Sorzábal, como jefe de ETA por la Guardia Civil.
Ahora, en su despacho las mesas no se adjudican a ningún letrado concreto, la mayoría de las zonas de trabajo son comunes, los ordenadores cuentan con sistemas mucho más sofisticados de encriptado... Y, por si fuera poco, en el mismo espacio se encuentra el habitáculo del senador de EH Bildu Iñaki Goioaga.
Precisamente, Goioaga se encontraba almorzando cuando la Guardia Civil entró en la guarida de la calle Elcano. Al regresar, se encontró con el operativo policial en plena faena. Zulueta no paraba de advertir a los guardias civiles de que en las oficinas lo que hay «es de todos», una táctica para evitar que se pueda atribuir a alguno de los abogados la comisión de un posible delito. Goioaga, sin embargo, dejó claro que lo suyo estaba en su despacho, para cuyo registro no había orden judicial. El enfado de Zulueta ha sido relatado con detalle por Ángeles Escrivá en la edición de ayer de EL MUNDO.
El enfrentamiento de la jefa del KT con el abogado y senador viene de antiguo. Al producirse la división en el seno de ETA, Goioaga se puso del lado de Thierry. Según un comentario que Zulueta suele hacer entre sus más próximos, su colega es "vago, oportunista y tibio".
El enfrentamiento representa a la perfección el pulso interno en el mundo abertzale entre los que quieren mantener la continuidad y liderazgo de ETA en el proceso y los que pretenden su disolución para que la vanguardia de la izquierda abertzale sea el conglomerado Sortu/Bildu.
También hay elementos de rivalidad personal. Quizás, según comentan fuentes de la lucha antiterrorista, la razón es que Zulueta no es una persona que haga fácil la convivencia. Hasta tal punto que ni siquiera mantiene un trato cordial con su hombre de confianza, Enparantza.
Con el histórico Iñigo Iruin no tiene contacto. Se refiere a él con desprecio y le califica, entre sus allegados, como un "corbatasuno", por su costumbre de llevar corbata, prenda mal vista en el entorno de ETA.
Hay una broma que precisamente hacen sus rivales para poner de manifiesto el mal carácter y el peligro de esta mujer: se dice que para Otegi la mejor noticia ha sido la detención de Zulueta y que la peor sería que la destinaran a su misma cárcel.
Las Fuerzas de Seguridad tienen grabadas algunas frases que demuestran hasta qué punto Zulueta es la representante del sector más duro de ETA. Un ejemplo: «Primero echaremos de Euskadi a los españoles. Luego, a los tontos de Batasuna».
Vivir para la causa
Zulueta vive por y para la causa. Lleva más de 25 años en la lucha. No tiene amigos ni prácticamente vida privada. Es trabajadora, metódica e inteligente. Desde que salió de prisión ha vivido con sus padres. Justo el pasado 5 de enero había comenzado a hacer el traslado de sus cosas a un piso en Lekeitio. El 6 de diciembre cumplió 51 años. La única afición que se le conoce es el surf, que practica en las playas del País Vasco cuando tiene ocasión.
En Instituciones Penitenciarias se la conoce desde mucho antes de ser la jefa del KT y, en opinión de las Fuerzas de Seguridad, una dirigente activa de ETA. En junio de 1991, Zulueta, como abogada, pidió visitar a Joseba Arrasate, preso interno en la cárcel de Sevilla-1. Finalmente, con quien se entrevistó, el 27 de junio, fue con José Gallastegui. Al día siguiente, todos los reclusos de ETA pidieron a las 10.30 volver a sus celdas. Media hora más tarde, una carta bomba hacía explosión causando la muerte a un funcionario de prisiones, dos reclusos y un familiar que había acudido a visitar a otro preso. Eran los primeros escarceos de la mujer que controla el mayor aparato de poder actual de ETA.