Un sindicato policial libera a sus afiliados para ir a esquiar a Navacerrada
10.02.2015
La Confederación Española de Policía (CEP) viene ofertando durante las últimas semanas curiosos cursos para afiliados en los que ofrece liberaciones sindicales para ir a esquiar o hacer senderismo. En concreto, según la cuenta de Twitter de la organización, los próximos 3 y 4 de marzo hay previsto un 'seminario' en Navacerrada con monitor, pensión completa y equipación (esquís, botas y bastones). "Formación de calidad a tu alcance", reza el lema del anuncio, que promete dos días de liberación para los que se apunten.
En el mismo perfil de la mencionada red social, la CEP ofrece también un curso "con monitor especializado" que consiste en una ruta de montaña por el puerto de Navacerrada y contempla un día de liberación para los afiliados que se apunten. "Anímate y aprovecha la formación de CEP", asegura el sindicato para atraer a sus socios.
Los sindicatos policiales tienen el privilegio de conceder horas de liberación a sus afiliados. Generalmente, este tiempo se ha venido concediendo a los asociados para hacer cursos de formación. De hecho, uno de los atractivos de los cursos que ofertan las organizaciones es precisamente el hecho de que conllevan liberación, condición esencial para que muchos funcionarios, de hecho, se decidan a acudir al seminario. Este beneficio, aunque discutido, se ha seguido practicando durante los últimos años y provoca que en ocasiones se haya caído en paradojas como la mencionada.
Las prebendas en el sindicalismo policial han sido muy sonadas durante los últimos años. La entrega de suntuosos regalos a los afiliados en los periodos de precampaña electoral han sido quizá las más famosas. Jamones, relojes, teléfonos móviles o pantallas de plasma han sido algunos de los 'obsequios' que daban las organizaciones a sus asociados con el fin de mantenerlos dentro de su agrupación y poder salir airosos en los comicios.
Durante la actual precampaña electoral, algunos sindicatos han vuelto a hablar de la posibilidad de llegar a un pacto para evitar las prebendas previas a las votaciones, pero la costumbre está tan arraigada que resulta difícil quitarla.