SUP.
POLICIA CIVIL Y POLICÍA MILITAR DE LA DICTADURA
Muchas cosas diferencian a una policía civil de una policía de carácter y estructura militar. En este país hemos tenido la posibilidad de conocer la diferencia y nosotros, como policías, (al menos los procedentes de la Policía Nacional), hemos podido comprobar las muchas diferencias existentes. Nos centraremos solo en aquella que nos sirve para expresar lo que pretendemos respecto al control del ejercicio del mando.
En un cuerpo militar la obediencia, la disciplina y el acatamiento de las órdenes está por encima de cualquier otra consideración y hay muy pocas posibilidades de revisión. Es así por cuanto los ejércitos son entrenados para enfrentarse a situaciones extremas en las que una persona debe cumplir una orden sin dudar aunque le vaya la vida en ello.
En los cuerpos de policía civiles, por mucha jerarquía y subordinación que haya, al tratarse de un servicio público a los ciudadanos, SOBRE LOS QUE REPERCUTEN LAS DECISIONES Y ÓRDENES DE LOS MANDOS, (que se lo pregunten a los diputados que vieron como los guardias civiles cumplían las órdenes de su superior sin cuestionarse si era o no legal), existen mecanismos regulados de control de las órdenes y decisiones del mando porque así se garantiza una mejor prestación y calidad del servicio.
Pero cuando los políticos y algunos mandos no han recibido la enseñanza suficiente para saber diferenciar una cosa de otra, se produce lo que estamos viendo en los últimos tiempos (ya años) en la policía. Esto no es ajeno a nuestra teoría de los eslabones de la cadena (policía cuasi militar –CNP, que aunque es formalmente civil tiene rasgos muy acentuados de dirección y gestión militar-; policía con carácter militar –Guardia Civil-; y Ejército), que sería largo de exponer aquí y no hace al caso que nos ocupa.
Pero sea por una u otra razón, lo cierto es que se producen comportamientos, abusos, y denuncias contra algunos mandos que no son investigados con la diligencia necesaria, cuando no son ocultados, e incluso se acaba pretendiendo sancionar al denunciante. Citaremos sólo una referencia de los tres últimos casos, y en los tres los mandos afectados están afiliados a la CEP (casualmente ¿o no?), esa organización que quería que la policía siguiera siendo uniformada y militar.
Hace no muchos meses, durante una actuación policial apareció un subinspector de la unidad de motos de Valencia con un llavero con la fotografía de Franco colgando por el bolsillo de la cazadora de uniforme. Se abrió una información pero solo se preguntó a un selecto grupo de amigos del afectado (hoy en el curso de ascenso a inspector), y con una explicación peregrina e increíble, se archivó el asunto. Hemos de reconocer que tampoco nosotros quisimos ejercer de acusación contra nadie porque no creemos que ese sea nuestro papel. ¿Se imaginan a un policía italiano con una fotografía de Mussolini, a un alemán con una de Hitler? Pero esos países son Europa y España sigue en camino de su particular transición, y en estos momentos andando para atrás, según nuestra opinión.
Y conste que aquí respetamos todas las ideas. También a los que siguen añorando el régimen anterior, pero eso deben manifestarlo cuando no están actuando como agentes de la Autoridad del Estado, en la que mostrar una fotografía de Franco es tan ilegal como mostrar el puño y la rosa socialista, la gaviota popular o la hoz y el martillo. Porque nuestros principios básicos de actuación nos exigen neutralidad política.
El segundo caso se refiere al jefe de los guías caninos de Madrid. Tras diversas denuncias recibidas en el sindicato pedimos una información reservada y no se abre. Se hace una especie de información en la que, de momento, han preguntado a dos o tres miembros de la unidad, uno que no quiere problemas porque piensa ascender y otro que es amigo del jefe. Y seguimos a la espera, la unidad hecha unos zorros y el servicio que debemos prestar a los ciudadanos, bajo mínimos.
El tercer caso es el del jefe del TEDAX de Bilbao. Hace meses pedimos una información reservada de palabra y por escrito en el pleno del Consejo de Policía. Los 12 TEDAX (solo seis son afiliados al SUP) parece que declararon en la misma línea (cabe esperar que esas declaraciones se hayan recogido en papel y estén bien guardadas, pero nada nos extrañaría que no existan ya), de la imposibilidad de prestar un adecuado servicio con su jefe actual. O las cosas van muy lentas, o alguien está confundiendo la policía civil con la policía militar franquista, o alguien se está equivocando gravemente. Porque dos meses después de la denuncia del SUP, semanas después de la información reservada y sin que sepamos el resultado, ahora el director general de la Policía abre un expediente a un TEDAX que fue el primero que mediante minuta denunció que pretendían convertir un incidente sin importancia en un artefacto explosivo (sin duda porque así hay más felicitaciones y medallas…no para el TEDAX, claro, para alguno de sus superiores).
Y aquí queríamos llegar. Esto hubiera sido exactamente igual con la policía militar y los militarotes franquistas que nos dirigieron hasta hace 25 años. Entonces, habrá que empezar a hacer con este Gobierno y los miembros de la Junta policial lo que hicimos con los militares: actuar para que se vayan (aunque no hay que hacer mucho porque ya se encarga de ello Zapatero) porque no aceptaremos resignadamente esta vuelta atrás.
De momento, en tanto no conozcamos el resultado de las informaciones reservadas y del expediente disciplinario abierto al TEDAX, desde hoy, ningún vocal del SUP acudirá al Consejo de Policía. Total, para lo que vale, mejor empezamos a organizar “fiestas reivindicativas” para ver si estos presuntos mandos civiles con comportamientos de militares franquistas se enteran de que, 25 años después, no aceptamos esos comportamientos.
Madrid, 4 de enero de 2011. SECRETARÍA GENERAL
http://www.sup.es/cont.php?carp=01&ident=192