Los cuerpos locales se rebelan y piden que no se les excluya de la "pasarela" hacia la Policía Nacional
El primer texto del proyecto de Ley de Personal de la Policía Nacional incluía la posibilidad de que ingresaran en el cuerpo los agentes de las Policías municipales y autonómicas, pero finalmente el Gobierno ha limitado este trasvase a Mossos d'Esquadra y Ertzaintza. Los policías locales se sienten agraviados y los sindicatos pelearán por recuperar el texto original en su tramitación en el Senado.
El pasado mes de noviembre, el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros el proyecto de Ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional que incorporaba, entre otras novedades, la posibilidad de que agentes de los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza, la Policía Foral de Navarra, las diferentes policías locales y la Guardia Civil ingresaran en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) siempre y cuando cumplan unos requisitos mínimos. Sin embargo, el PP se corrigió a sí mismo y el trámite en la Comisión de Interior del Congreso se llevó por delante parte de esa idea, limitando el acceso a esa denominada “pasarela” a las policías autonómicas y vetando a los cuerpos municipales y los miembros del Instituto Armado. El repentino cambio de idea de Interior ha generado un profundo malestar en el seno de la Policía Local, cuyos representantes intentan in extremis que el Gobierno recupere el texto que planteó inicialmente.
Pero el cambio de redacción tendrá que esperar en todo caso a su tramitación en el Senado porque casi con toda seguridad el proyecto de ley será aprobado este jueves en el Pleno del Congreso gracias a los votos del PP, que en el primer trámite ya rechazó las dos enmiendas a la totalidad del texto presentadas por el PSOE e Izquierda Plural por considerarlo "retrógrado". La Plataforma Social de Policías Locales (PSPL), organización que representa a más de 15.000 trabajadores, reunió esta semana a compañeros de comunidades como Cataluña, Valencia, Murcia o Madrid y mantuvo un encuentro con los técnicos del Ministerio del Interior para dar traslado a la secretaría de Estado de su petición de volver a ser tenidos en cuenta en la ley. Consideran su exclusión una “discriminación” y un “agravio”, sobre todo tratándose del cuerpo policial que mayor interacción tiene con el CNP en sus actuaciones, y por ello se dirigirán a los grupos parlamentarios y al propio ministro para hacer presión de cara a la tramitación del proyecto en el Senado. “Allí es donde vamos a plantar batalla”.
La mayor organización de policías locales reclama un trato igualitario y presionará para que el proyecto de ley recupere su redacción original
Miguel Ángel Alonso, secretario general de la PSPL y secretario de organización del Colectivo Profesional de Policía Municipal de Madrid (CPPM), asegura a Vozpópuli que lo que reclaman es “poder tener la misma oportunidad que otros colectivos”. “Nos sentimos excluidos porque lo que se ha hecho supone un agravio comparativo respecto a mossos, ertzainas y policías forales. No puede haber Policía de primera y de segunda”. En un escrito dirigido a sus señorías, la PSPL solicita la modificación del proyecto de ley, volviendo a la redacción original de la disposición adicional cuarta que contemplaba el “ingreso en la Policía Nacional de funcionarios de carrera de los cuerpos de policía de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales”.
Argumentan que “las competencias genéricas de los cuerpos locales, al igual que en los autonómicos, Guardia Civil y CNP, vienen delimitadas para todos sin distinción en la propia Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. El colectivo recuerda que la diferenciación competencial de carácter específico se da en competencias exclusivas (extranjería, documentación, espectáculos, menores) “no existiendo diferenciación alguna en el fundamento intrínseco de la función que cada uno de ellos realizan en el mantenimiento del orden y la seguridad ciudadana del Estado”. Además, reivindican su desarrollo profesional reconocido a nivel europeo y el trabajo desarrollado en ámbitos como la violencia de género, accidentes de tráfico o educación vial, “más allá de la denostada figura del municipal y el talonario de denuncias”. Si las competencias son parecidas y la formación es prácticamente la misma, no entienden qué problema hay para diferenciarles de los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza y la Policía Foral a la hora de poder pasar al CNP. El enfado radica precisamente en la jugada del Gobierno de proponerlo para quitarlo después. “Algún motivo habría para incluirnos en un principio”, comenta a este diario otro miembro del CPPM.
No es que en la Policía Local haya un deseo generalizado de trasladarse al cuerpo estatal, sino de recibir un trato igualitario respecto a la Policía Autonómica
El representante de la PSPL explica que no se trata de que en la Policía Local haya un deseo generalizado de trasladarse al cuerpo estatal -fundamentalmente porque las retribuciones salariales en muchos de los ayuntamientos son superiores a las del CNP-, sino de recibir un trato igualitario respecto a la Policía Autonómica y de fomentar de la movilidad. Sin embargo, en algunos municipios pequeños, la frustración de los agentes locales sí hace que el CNP represente una oportunidad de cambio dentro del ámbito policial. Es el caso de un agente de las BESCAM (Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid creadas por Esperanza Aguirre) consultado por este diario. “Hoy por hoy, tal y como está la Ley 2/86 y la 4/92, en los municipios es prácticamente imposible tanto el ascenso como el cambio de destino y no podemos trabajar en los cursos que tenemos (antes de que cerraran la Academia) porque ni tenemos competencias asumidas ni plantillas suficientes, y nuestro ámbito de actuación es muy limitado”. En el caso de la Comunidad de Madrid, “el abandono es total” -añade este funcionario-. “Estamos bajo el mando de políticos locales con poco o ningún conocimiento del trabajo policial que suelen nombrar jefe del cuerpo a una persona de su confianza independientemente de que sea o no apta para el puesto”. Tal es el descontento que llega a asegurar que “la seguridad en la Comunidad de Madrid es una falacia”. “En casi 10 años nunca me he sentido policía”, lamenta.
Las reticencias de la Policía Nacional
En la otra cara de la moneda están los colectivos de Policía Nacional. Tanto el Sindicato Unificado de Policía (SUP) como la Unión Federal de Policía (UFP), han criticado varios aspectos del proyecto de ley, pero ven con especial recelo el tema de la integración de otros cuerpos por la competencia que pueda generar a la hora de promocionar ya que consideran que podría paralizar la carrera profesional de los policías nacionales. En la UFP confían en que el texto no se va a modificar en el sentido que los cuerpos locales reclaman y defienden que sea lo más restrictiva posible.
En la Policía Nacional no esperan un gran desembarco de policías procedentes de Cataluña, Navarra y País Vasco
El problema, explica a este diario el portavoz de la UFP José María Benito, es el de la homologación de la formación. El inconveniente -opina- no es la falta de formación, que puede ser similar o incluso superior, sino su heterogeneidad. Mientras la formación de la Policía Autonómica sí es homologable, la de los agentes municipales depende de cada ayuntamiento. Si bien la Policía Local de Castilla y León y la Comunidad de Madrid reciben la formación en la Academia de Ávila, al igual que los futuros policías nacionales, no ocurre lo mismo con el resto de municipios. Con todo, aunque habrá quien esté interesado, en la Policía Nacional no esperan un gran desembarco de policías procedentes de Cataluña, Navarra y País Vasco dadas sus conocidas buenas condiciones laborales.
Por qué este proyecto de ley
El proyecto de ley de Régimen de Personal de la Policía Nacional nace para establecer las condiciones de trabajo de estos empleados públicos. Sin embargo, la versión extraoficial apunta a un guiño del Gobierno central a los Mossos d’Esquadra en plena escalada independentista. “Es una concesión más a los gobiernos catalán y vasco”, opina una de las fuentes consultadas. Otra de las hipótesis de las que se hablan es que este proyecto vaya encaminado a la eliminación paulatina de las policías autónomas.
La modificación del texto también ha supuesto una gran decepción para la Guardia Civil. Como reconoció Jorge Fernández Díaz, no quedaba claro si los guardias civiles estaban incluidos en esa "pasarela", pero aunque el ministro aseguró que durante el debate parlamentario se concretaría para que no quedara ninguna duda, el cambio de planes también cerró la puerta al Instituto Armado. El fuerte rechazo de los sindicatos de Policía y el temor a una posible desbandada hacia el CNP empujaron al PP a desechar la idea.