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Guardias civiles, mossos, ertzainas y locales podrán ingresar en la Policía
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lo ha confirmado en el Pleno del Congreso al defender el proyecto de Ley de Personal de la Policía Nacional
Efe | Madrid
12 febrero 201514:05
Los guardias civiles y miembros de las policías autonómicas como la Ertzaintza y de las locales que lo deseen y cumplan determinados requisitos podrán ingresar en la Policía Nacional.
Así lo ha manifestado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el Pleno del Congreso al defender el proyecto de Ley de Personal de la Policía Nacional, al que se han presentado dos enmiendas de devolución por parte de la Izquierda Plural y el PSOE.
Fernández Díaz ha mostrado su disposición al diálogo para consensuar en el trámite parlamentario un texto que satisfaga a todos los grupos.
Y aunque ya en su aprobación por el Consejo de Ministros se avanzó que el proyecto preveía una "pasarela" para que las policías autonómicas y locales pudieran incorporarse a la Policía Nacional, nada se dijo, y en el texto tampoco aparece, de la Guardia Civil.
Por eso, en el trámite del proyecto se subsanará este olvido y se incorporará al instituto armado en esa "pasarela", ha señalado el ministro en el debate de las enmiendas a la totalidad de PSOE y la Izquierda Plural.
Los agentes que quieran pasarse a la Policía Nacional sólo podrán hacerlo en las escalas y categorías equivalentes a las que ostenten en su cuerpo de procedencia y siempre que cumplan los requisitos mínimos para ingresar en la Policía.
También deberán contar con la titulación exigida para el acceso al Cuerpo Nacional de Policía, que en el texto de proyecto es el Bachillerato para la escala básica y un grado universitario para la ejecutiva.
Críticas por ser "una vuelta al pasado"
Una iniciativa que, a juicio del ministro, tiene como objetivo afianzar a la Policía como cuerpo nacional de "referencia" de naturaleza civil.
Rechazada por los sindicatos policiales, la "pasarela" puede "acabar dañando" la carrera policial en el seno de propio cuerpo, según el diputado de la Izquierda Plural, Ricardo Sixto, mientras que el del PSOE Felipe Sicilia la ha calificado de "extravagante", de una "OPA a los Mossos" y de una "ocurrencia" para tratar de plantear "un supuesto conflicto con el independentismo catalán".
Desde el PNV, Emilio Olabarria ha asegurado que sería más factible que los policías nacionales quisieran ingresar en los cuerpos autonómicos y locales porque "cobran más", en tanto que Feliu Joan Guillaumes, de CiU, no se ha opuesto a la movilidad, pero siempre que sea en la doble dirección.
Otro de los aspectos más polémicos del texto es el cambio de denominación, de la actual Cuerpo Nacional de Policía a la de Policía Nacional, en lo que algunos portavoces han visto una vuelta al pasado, a "la Policía de marrón que se regía con mandos militares", como ha indicado Sicilia, quien además ha preguntad por el coste que supondrá esa modificación.
Un código ético adecuado
Fernández Díaz ha justificado la propuesta de ese cambio en que este cuerpo es conocido por la ciudadanía como 'Policía Nacional' y ha anunciado que la intención es que ambas denominaciones subsistan juntas hasta la renovación total de infraestructuras, uniformes y otros medios.
Según el titular de Interior, el proyecto "amplía y garantiza mejor" los derechos de los agentes, consagra la igualdad entre hombres y mujeres, otorga una especial protección a las agentes víctimas de la violencia de género y adecúa las funciones a las condiciones psicofísicas.
Un código ético adecuado o el reforzamiento de la protección jurídica de los agentes con la contratación de un seguro de responsabilidad civil u otra garantía financiera para cubrir indemnizaciones derivadas del desempeño de sus funciones, son otras cuestiones que regula el texto.
Entre las críticas de la oposición al texto, Sixto ha citado el peso "excesivo" de los puestos de libre designación, cuyo "uso y a veces abuso" debería limitarse, mientras que Sicilia, que ha hecho hincapié en el lenguaje sexista, ha aprovechado para pedir al Gobierno que no convierta a la Policía en "brazo ejecutor de su ley del miedo".
Rosa Díez, de UPyD, ha opinado que el proyecto "politiza de una manera innecesaria e improcedente a la Policía" y avanza "muy poco" en el reconocimiento de los derechos de los agentes.