Por mi perfecto, pero que empiecen por recortar tiempo a los liberados....
Que cosas dices... los liberados o los no liberados completamente pero con ingentes horas son otro de los cánceres que tenemos, pues dentro de la humanidad del ser humano está el atribuirse el mérito de trabajar en aras de los demás cuando en realidad trabajan para un interés propio.
Los sindicalistas han de disponer de un tiempo extra para dedicarlo a ese trabajo en aras de los demás, pero sin que ello suponga en ningún caso un FRAUDE, y si nos fijamos a nuestro alrededor en delegados y sindicalistas varios con horas, ya sean liberados totales o las 9 que creo son las mínimas, nos encontraremos posiblemente con alguno que jamás informa de nada, nunca sabe nada de las cuestiones sindicales que nos afectan y nunca le preguntes nada sobre esto o aquello por que dirá desconocerlo, con lo cual asignarle horas es un auténtico FRAUDE al sistema pues su único compromiso es que se le asignen esas horas en beneficio personal y para atender cuestiones personales. Pero ese fraude le interesa a la patronal pues es una forma de controlar también a los sindicatos, asigna horas, asigna subvenciones, asigna ayudas... y CONTROLA.
Si hacemos un poco de memoria hemos de observar varias maniobras realizadas por los sindicatos que han llevado a los trabajadores hacia unos acuerdos traicioneros, no sólo el firmado recientemente, sino más atrás en el tiempo y cuando ya en 2004 se admitieron recortes que no debían haberse producido y que han continuado en la misma linea en el actual. Pero no sólo ahí se han producido traiciones y mentiras, en el asunto de las vacaciones de la noche nos encontramos con que el tripartito nunca quiso implicarse en ese problema que afectaba a 800 funcionarios, y algunos mintieron de forma descarada haciendo creer un interés que al final no fue tal, con lo cual,
y después de no haber sacado el partido suficiente a los sucesos de 2002, los sindicatos han de asumir que el afiliado, al que
manipulan , manejan y desinforman a su antojo, ha perdido la confianza en ellos y quizás por ello la falta de implicación de los afiliados en cuestiones que son de importancia, sin mencionar también la comodidad del afiliado, pero eso sería objeto de un extenso análisis.
Por todo ello, a la hora de
valorar actuaciones, declaraciones, carteles, alianzas y otras, en POLÍTICA, y los sindicatos son parte de la política, hemos de ser muy cuidadosos
en los análisis para que no nos metan un "rabazo" entre las piernas aduciendo que era la colita del caballo blanco de Santiago.
Confía en los hechos y huye de las falsas promesas y de las palabras vacías... sería otro slogan a introducir dentro del sindicalismo, ya que con demasiada frecuencia la habilidad en el manejo de las palabras hace que el afiliado confíe en ellas.