El Ministerio del Interior ha autorizado por escrito y por primera vez el uso en el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de sprays de gases tóxicos, más conocidos como aerosoles antivioladores o de defensa personal. Desde ahora, podrán tener estas armas -que se han venido utilizando en el cuerpo de manera alegal, sin cobertura normativa alguna y sin que figuren en la dotación oficial- ?las unidades que lo precisen?. La Policía reconoce que no hay un protocolo que determine cuáles son los límites y en qué situaciones utilizar estos botes. Es más, documentos oficiales avisan de que no habrá cursillo para los agentes a los que se les faciliten los sprays porque con leer las instrucciones del bote es suficiente.
La autorización implícita, hasta ahora inexistente, llegó el pasado 26 de septiembre, a través de un documento del Consejo de la Policía (órgano de representación laboral del cuerpo). La División de Coordinación Económica y Técnica del CNP, en una respuesta al mayoritario Sindicato Unificado de Policía (SUP), reconoció que ?el Cuerpo Nacional de Policía ha adquirido en ocasiones sprays de gas con los que se ha dotado a determinadas unidades que lo precisaban?, sin revelar en qué condiciones y por qué se han entregado los aerosoles, que no figuran en las dotaciones oficiales del Cuerpo Nacional de Policía.
Legalidad
El pasado 1 de septiembre el SUP había preguntado a Interior por la legalidad de estas armas, después de conocer que ?en algunas dependencias y a algunos funcionarios policiales se les ha distribuido como parte de su dotación personal sprays de defensa?. El sindicato preguntaba entonces si la Policía había habilitado a algunos funcionarios para usar este tipo de aerosoles, habida cuenta de que el Reglamento de Armas de 1993 prohíbe el uso de ?sprays de defensa personal y todas aquellas armas que despidan gases o aerosoles?, salvo las autorizadas por el Ministerio de Sanidad y que cualquier ciudadano mayor de edad puede comprar en una armería.
La respuesta de la Administración es que efectivamente se ha autorizado el reparto de aerosoles a algunas unidades, a pesar de que formalmente no constan en sus dotaciones, y que estos sprays son los homologados por Sanidad. Eso sí, la Dirección General de la Policía advierte de que no piensa dar cursillos ni establecer protocolos sobre el uso de este arma porque cree que es suficiente leer las instrucciones del bote. ?El uso de los sprays -explica el documento oficial- no implica una especialización y sólo hay que tener presente las precauciones que figuran escritas en el mismo?.
Portavoces oficiales de la Dirección General de la Policía se limitaron a insistir en que los sprays están autorizados por Sanidad y que se adaptan al Reglamento de Armas vigentes.
Insuficiencia respiratoria
Según revelaron fuentes policiales, los sprays entregados en diferentes jefaturas están compuestos por gases tóxicos a base de capsaicina, un potente alcaloide obtenido de la guindilla y los chiles.
Los botes, que tienen un precio cercano a nueve euros por unidad, están dise?ados para provocar ?sensación de extrema quemadura en los ojos, lagrimación abundante, cierre involuntario de los ojos, irritación en las mucosas nasales, tos y opresión en el pecho?. En teoría, los efectos duran 20 minutos, durante los cuales la víctima queda ?incapacitada para ejercer ninguna acción controlada?.
El Instituto Nacional de Toxicología ya ha alertado en varios informes, derivados de la actuación de las fuerzas de seguridad, sobre la peligrosidad de estos sprays, incluso de los botes homologados. Según los especialistas del Ministerio de Justicia, ?en algunos sujetos, especialmente tras la exposición intensa, se ha descrito la aparición de sintomatología cardiaca, como taquicardia e hipertensión?, así como ?sintomatología respiratoria de mayor importancia con laringoespasmo, edema pulmonar y broncoespasmo, que conducen a la insuficiencia respiratoria?.
El secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, criticó la ?falta de garantías? y el ?desprecio a los ciudadanos?, que supone repartir aerosoles entre los funcionarios sin apoyo formativo. ?El ciudadano puede sufrir graves da?os y el policía puede verse en la más absoluta indefensión por el uso de un arma que no está reglamentada?, denunció el líder del sindicato. ?Es un retroceso en la gestión de la seguridad pública y en el respeto de la seguridad de los ciudadanos?, lamentó