La Razón - 2005-12-12
CNP
Las ?chachas? del Cuerpo
Javier Rodríguez
Madrid- Por ahora, en la academia de Ávila ?donde se forman los futuros agentes del Cuerpo Nacional de Policía que han aprobado su oposición? no circulan libros de texto al respecto. Tampoco se conoce que los profesores utilicen las clases para ?formar? a sus chicos en tareas que no tienen nada que ver con las expectativas que tenían antes de ponerse a hincar codos y a hacer flexiones en una barra como posesos. De hecho, a buen seguro que más de uno se llevará una sorpresa mayúscula cuando se incorpore a cualquiera de las comisarías madrile?as y, como el que no quiere la cosa, reciba órdenes de que tiene que tener el coche patrulla más limpio que la patena.
Pues así es. Echar mano de la balleta formará parte de sus quehaceres diarios. Que limpien los vehículos antes o después de jugarse el pellejo ante cualquier banda organizada es lo de menos. Lo importante es que los dejen limpios antes de acabar el turno, aunque para ello tengan que restar horas de vigilancia en las calles.
?Sólo nos falta hacer de comer?. Así lo denuncia el sindicato CEP ?Confederación Espa?ola de Policía?, que lleva clamando en el desierto desde hace tiempo para tener una solución que ?libere? a los agentes de tareas adicionales que no les corresponden.
El secretario general de la Comunidad de Madrid del sindicato, José Miguel Lorenzana, ya ha remitido varios escritos a Interior con la intención de que se ponga fin a esta práctica ya endémica. Por ahora, según él, la única respuesta que ha tenido es ?que lo estudiarán?. ?Cualquier día nos darán una solución, pero no sabemos si llegaremos a verlo nosotros?, afirma con sorna.
El CEP ya ha puesto sobre la mesa cual sería la mejor solución. Y, por supuesto, ni mucho menos pasa por incluir entre la equipación de los agentes ?junto a esposas, defensa, placa y arma reglamentaria? una gamuza, un bote de cristasol y un aspirador portátil. Para Lorenzana es necesario que, como en otros ámbitos, una subcontrata de limpieza se encargue de mantener acicalados los vehículos ?igual que ocurre con los despachos de las comisarías y otras instalaciones policiales?, asegura.
Es habitual, por tanto, ver a los agentes uniformados preocupados por el ?aspecto? de los coches en los que trabajan cada día por las calles de la ciudad. Pero no sólo éstos. ?Es de lo más habitual encontrarse a los policías que escoltan a las personalidades, trajeados y encorbatados, limpiando los vehículos antes de que tenga lugar el acto en cuestión que tienen que cubrir?.
En cuanto a la limpieza externa de los vehículos, Lorenzana afirma que tan sólo hay un ?lavadero? para los coches dependientes de la Jefatura Superior de Madrid, situado en las instalaciones de Moratalaz. Allí tienen que dirigirse todos los agentes ?y guardar cola para poder llevárselo limpio. A veces tienes que echar toda la ma?ana para hacerlo?, asegura.
Los coches de escolta, por contra, tienen a su exclusiva disposición las infraestructuras ubicadas en la Dehesa de la Villa. Por eso, ?si después de guardar una cola de más de 20 coches el responsable se da cuenta de que perteneces a Jefatura te echa para atrás?.
No es habitual, pero por el tema de la limpieza de los vehículos ya hay expedientes al respecto: ?A mí me pueden exigir que dé seguridad a la ciudadanía, pero no estoy obligado a limpiar un coche. Que se encargue una subcontrata de limpieza y que dejen al Policía que simplemente haga su trabajo?, se queja Lorenzana.
Por ello, pide a la Dirección General de la Policía que destine una partida presupuestaria para resolver el problema y conseguir así que el agente se centre única y exclusivamente en su labor: ?Nos tienen como auténticas ?chachas?, sólo nos falta tener que hacer nosotros mismos la comida?, concluye.
Las emisoras, un problema más. Como ya se hizo eco este periódico el pasado 20 de junio, el de la limpieza de los vehículos es tan sólo uno de los problemas que afectan a los profesionales del Cuerpo Nacional de Policía. De hecho, el sindicato CEP denunció en aquel momento la precaria situación de algunos coches patrullas: ?Algunos sin emisoras, maleteros en estados lamentables, extintores sin revisar, estado deplorable de la tapicería, suciedad en el interior y carencia de material necesario para la labor policial?.
Estas carencias también se podían extrapolar a algunas de las infraestructuras policiales. Concretamente, en las comisarías de la capital madrile?a con ?aseos tercermundistas, garajes con humedades, placas que se desprenden del techo, cables sueltos, ventanas sin cristales, mobiliario roto y ascensores que no funcionan?. Un panorama, en fin, desolador, al que ahora se unen las denuncias por la limpieza de los coches patrulla.