Albalat dels Sorells obliga a la Policía Local a reparar farolas y a hacer trabajos de jardinería
El Ayuntamiento expedienta a la plantilla al negarse también a realizar tareas de limpieza en el municipio
Un vehículo de la Policía Local, estacionado ayer en la plaza junto al ayuntamiento de Albalat dels Sorells. Un agente de la Policía Local de Albalat dels Sorells recibe una llamada de un concejal para que realice una tarea. No tiene que poner una multa a un coche mal aparcado, ni acudir a una zona donde hay un grupo de jóvenes haciendo botellón. Su función de ese día será llevar los cirios a la iglesia porque se han acabado.
Los diez agentes de la Policía Local de Albalat puede que sean los miembros de un cuerpo de seguridad que mayor número de funciones se ven obligados a realizar. Además de encargarse de la seguridad ciudadana, sus tareas pueden ser desde trabajos de jardinería, vaciado de contenedores, reparaciones eléctricas, cambiar bombillas de las farolas de la calle o comprar material, según ha podido saber LAS PROVINCIAS. La realidad es que están muy ocupados.
Pero el pasado mes de julio dijeron basta. Quieren limitarse a las funciones propias de la Policía Local y dejar de hacer de manitas del pueblo, abriendo cerraduras o arreglando mobiliario urbano roto.
Sin embargo, su indisciplina les está costando cara. El alcalde de Albalat dels Sorells, José Tamarit, ha decidido abrir un expediente disciplinario a todos los policías locales que conforman la plantilla del Consistorio, incluido el jefe del cuerpo, según confirmó ayer el propio alcalde de la población.
Los diez agentes podrían, a juicio del equipo de gobierno, haber cometido un presunto delito al negarse a realizar servicios que les han ordenado sus superiores. Los policías, al parecer, se quejan de que los concejales creen que pueden transmitirles cualquier orden y ellos tienen que realizarla, aunque sea para hacer trabajos de limpieza.
La realidad es que las discrepancias entre los agentes de la Policía Local y el equipo de gobierno vienen de antiguo, cuando aún gobernaba el anterior alcalde del municipio, el popular Vicente Almenar.
Desde hace mucho tiempo, la Policía Local de Albalat dels Sorells ha mostrado su descontento con las labores encomendadas por los gobernantes de turno, ya que consideran que no son propias de su cargo. Los agentes se quejaban de que Albalat dels Sorells parece más un cortijo que un municipio donde los gobernantes son elegidos democráticamente. Por ejemplo, los agentes se quejan de que no pueden poner muchas multas para tener a sus vecinos contentos con el equipo de gobierno.
Tras la moción de censura y la entrada del nuevo alcalde, José Rafael Tamarit, los agentes locales pensaron que la relación con el gobierno y sus funciones estarían más definidas y dentro de las competencias propias del cuerpo. Y es que una de las razones que esgrimían sus propios compa?eros de partido, quienes le presentaron la moción de censura a Almenar, era esa forma de gobernar cercana al paternalismo.
Sin embargo, la situación entre la policía y el gobierno no ha cambiado en nada, hasta el punto de que todos los policías le hicieron saber al alcalde, hace unas semanas, su descontento por esta situación. Desde el pasado mes de julio, los agentes le dejaron claro a Tamarit que solamente iban a hacer solamente las labores propias de su cargo.
A partir de ese momento, cada vez que desde el gobierno se les encomendaba una tarea fuera de sus competencias, se negaban. Y han sido varias, como transportar material de un lugar a otro o actualizar los tablones municipales, tarea que desarrolla el funcionariado administrativo. Esta negativa ha sido la que finalmente ha derivado en un expediente.
Prueba de que los agentes de la Policía Local de Albalat tienen funciones distintas a las del resto de los agentes de otros municipios es la estrecha relación que mantienen desde hace a?os con los vecinos del municipio. Es habitual ver a los policías ayudando y colaborando con la organización de eventos, ya sean festivos o religiosos. Y en algunos casos se ven obligados a hacerlo ya que se trata de un mandato de un superior.