El absentismo laboral repunta y nos cuesta 9.000 millones de euros al año
Por Quique Rodríguez
MADRID| 15/06/2016 - 12:26
La tasa de absentismo laboral se incrementó en 2015 por segundo año consecutivo hasta situarse en el 4,7%, tres décimas más que el año anterior, según Adecco.
Principalmente se debe al número de horas no trabajadas por incapacidad temporal (IT) y responde en gran medida a la mejora de la situación económica y del empleo, explican los expertos.
Desde finales de 2013, coincidiendo exactamente con el inicio de una etapa de recuperación del empleo en nuestro país, el absentismo laboral ha ido incrementándose progresivamente en España.
Coincidencia o no (según los expertos no es casualidad), lo cierto es que este fenómeno costó a la economía nacional casi 9.000 millones de euros en 2015. Las pérdidas, de 8.989 millones exactamente, se reparten entre Estado y empresas.
El gasto directo de las compañías de nuestro país por el abono de la prestación en los primeros días de baja se ha acercado a los 4.000 millones de euros (3.857 millones) en 2015, un +13,7% en comparación al año anterior.
Y a la Seguridad Social le ha supuesto un coste directo por prestaciones de más de 5.000 millones (5.132 millones de euros). Es un incremento del +8,16% en relación a 2014.
Si a esto se añade el coste de oportunidad en términos de la producción de bienes y servicios que se dejaron de producir en nuestras compañías, que fue de 52.387 millones, la pérdida ascendería durante el pasado año a un total de 61.376 millones, un 10% más que en 2014.
Repunte del absentismo
Así se desprende del V Informe Adecco sobre Absentismo, presentado por el director de asesoría jurídica del Grupo Adecco, Francisco Javier Blasco, quien ha explicado que la tasa de absentismo laboral se incrementó en el último año, llegando al 4,7%.
Según el directivo de este grupo que ofrece servicios en el ámbito de los recursos humanos y el empleo, el repunte obedece a que en España hay un "absentismo estructural", al que se suma el efecto de la mejora de la economía y del empleo.
Blasco ha descartado que el envejecimiento progresivo de nuestra fuerza laboral esté relacionado con el absentismo, ya que el 80% de las empresas no señala una vinculación de este tipo.
Es decir, cuanto mayores son los problemas del mercado laboral, los profesionales de nuestro país menos se ausentan de su puesto de trabajo, probablemente por temor a perderlo. Cuando la situación económica mejora y disminuyen las posibilidades de quedarse sin empleo, el absentismo vuelve a aumentar. Esto es lo que viene pasando desde finales del año 2013 hasta hoy.
Y es que el estudio constata que el año 2014 marcó el final de una tendencia de reducción del absentismo que había durado seis años, desde comienzos de 2008 hasta finales del 2013. Es decir, durante los peores momentos de la crisis.
La tasa de absentismo había aumentado en los años de bonanza económica (del año 2000 al 2007) del 3,7% al 4,9%, para estabilizarse y reducirse ligeramente entre 2008 y 2011, en torno al 4,7%. Se produjo una bajada más profunda en 2012 y 2013, al 4,3% y 4,1% respectivamente. En 2014 se produjo un leve repunte, por primera vez en seis años, que se agudizó durante 2015 hasta llegar al mencionado 4,7%.
La mayoría de las bajas, por enfermedad común
El informe, realizado por Adecco en colaboración con la escuela de negocios IESE, el despacho de abogados y asesores tributarios Garrigues, la mutua Fremap y la Universidad Carlos III de Madrid, señala que el factor determinante de la tasa de absentismo es el número de horas no trabajadas por incapacidad temporal (conocida como IT).
Entre éstas, las bajas por enfermedad común son casi cinco veces superiores a las producidas por accidentes de trabajo.
El estudio concluye que el absentismo fraudulento asociado a bajas por incapacidad temporal durante los años de fuerte expansión económica (2001-2007) habría desaparecido en su totalidad durante la crisis.
Y el leve repunte experimentado en 2015 se explica como una normalización tras la fuerte bajada de los años anteriores, en los que incluso se dejaban de coger bajas laborales en casos donde sí se debería haber hecho.
La tasa de absentismo se define en este informe como el porcentaje de las horas no trabajadas (sin contar vacaciones, festivos ni horas perdidas debido a expedientes de regulación temporal de empleo, ERTEs) respecto a la jornada pactada efectiva. Para el cómputo de la tasa, se han empleado datos sobre horas trabajadas y no trabajadas procedentes de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Más horas trabajadas
Además, el informe destaca que en 2015 se produjo un aumento de las horas efectivas en muchas comunidades autónomas, después de haberse reducido notablemente desde el año 2000 hasta 2014. Las que registraron más horas efectivas trabajadas fueron Baleares, Madrid, Galicia, Canarias, Cantabria y Murcia.
Por sectores, la tasa de absentismo en 2015 fue del 4,9% en servicios, del 4,6% en industria y 3,2% en construcción.
Escasa flexibilidad horaria en las empresas
El tamaño de la compañía (según su número de empleados) y el sector de actividad no alteran estos resultados en sus conclusiones principales, lo que refleja se afirma en el informe, que la economía española tiene un déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento de los trabajadores.
El 91% de las empresas controlan las ausencias por licencias y permisos, y tan solo el 2% de ellas dispone de paquetes de horas anuales o sistemas de flexibilidad horaria que faciliten la conciliación de la vida laboral y personal.
Además, el 88% de las empresas aplican métodos de control de los horarios de sus empleados y solamente el 34% de las empresas ofrecen flexibilidad horaria a más de una cuarta parte de su plantilla. Esta falta de flexibilidad es más acusada en las pymes que en las grandes organizaciones.
En el estudio se argumenta que estos resultados muestran la necesidad de racionalizar los horarios laborales de y mejorar los sistemas y prácticas de flexibilidad horaria y el calendario laboral, con el objetivo de facilitar la conciliación de la vida laboral y la personal.
Las mutuas piden dar las altas
El director gerente de AMAT (Asociación de Mutuas de Accidente de Trabajo), Pedro Pablo Sanz, ha valorado los "pasos adelante" que supuso la Ley de Mutuas de 2014, si bien ha matizado que "por desgracia" los mecanismos puestos en marcha en materia de absentismo se han quedado "cortos".
Por ello, para poder contribuir a la reducción del absentismo estructural, independiente a la evolución del ciclo económico, ha reclamado que las mutuas puedan llevar a cabo el alta médica en ellos procesos de incapacidad temporal, siempre "preservando los derechos de los trabajadores".
Con esta medida para acortar los plazos de alta médica calcula que se podría reducir entre un 20% y un 25%.
Esto supondría un ahorro de unos 2.000 millones de euros anuales en los costes directos del absentismo (que fueron de casi 9.000 millones en 2015).