"NI MEJOR, NI PEOR, SIMPLEMENTE "DIFERENTE " Alejandro Navarro-- Hace un año de lo que, entonces, muchos tachamos como la mayor tragedia de mi vida.
-- Aunque yo creía que el destino nunca había sido justo conmigo por hacerme los escalones más grandes de lo habitual, y casi todos tenerlos que tintar con lágrimas de sangre para conseguir algo, tengo que admitir que lo más difícil quedaba por llegar.
-- Legionario, paracaidista, Policía Nacional, motero, etc. etc., siempre he vinculado mi vida a todo tipo de deportes de riesgo cumpliendo a rajatabla con el espíritu aventurero del que dice ser un buen Sagitario, encontrando mi talón de Aquiles (por paradojas y caprichos de la vida) en el jardín de mi casa tras una caída estúpida en la que me golpeé en la nuca y que me dejó tetrapléjico, no encontrando la muerte por unos escasos 3 cms. Teniendo que confesaros que muchas veces la deseé con toda mi alma ya que pensé que la vida se había acabado ahí.
-- Largo, turbio y duro ha sido en este año el camino donde digerir el cambio de 360 grados que me ha dado la vida, ha sido de todo menos fácil, en un hospital al cual ahora me atrevo a bautizar como "Sillalandia", ya que es un pequeño mundo hecho por y para minusválidos, donde vives en una burbuja,
-- Los primeros meses junto a diferentes compañeros de fatiga (lesionados medulares) y que peregrinábamos juntos, no tienes ganas de salir de tu habitación. A raíz de que vas conociendo los diversos motivos por los que se encuentra aquí la gente (y que te ponen los pelos de punta) y las diferentes historias que vas escuchando a diario, más miedo te da todo, más aún cuando a alguien como yo, a quien le cuesta llorar como si de un pecado se tratase, a lo largo de los primeros meses y en silencio, ahogaba en todo momento mi corazón con lágrimas como puños debido a mi desdicha.
-- Accidentes de coche, motos, bicis, zambullidas, infecciones, parálisis e infartos medulares, cáncer, pérdida de algún amigo (que ya no va a tener la oportunidad de rehabilitarse), etc., etc., etc., y todo tipo de cosas rarísimas que no entienden de edades, razas, sexo, creencias políticas ni religión. Mi experiencia aquí es de lo más cruel y de espíritu de superación que he podido vivir en mis carnes.
-- Pero después de hace hoy un año, os prometo una cosa.
-- Pienso ser feliz en mi nueva vida y sé que muchos, al verme, pensarán: "pobrecito".
-- Pero, ¿queréis saber lo que pienso yo?
-- Para mí, IGNORANTE será el que crea que, viéndome postrado en una silla sentado, realmente crea que NO voy a ser feliz.
-- También lo será el que, teniéndolo TODO (como muchos lo tenéis), y exceptuando SÓLO a los que carecen de salud, no se dan cuenta de lo que tienen y están siempre quejándose y lamiéndose sus heridas.
-- PENA me da el que realmente se cree más que los demás y muere solo y sin nadie a su alrededor (ni siquiera sus más allegados) aunque su orgullo le diga lo contrario.
-- ORGULLO es lo que siento tras juntar a más de 3.000 personas en una carrera organizada por alguien a quien, hasta entonces, ni conocía; tras recibir visitas sin cesar durante todo un año en mi estancia en el hospital desde todos los puntos de España y del extranjero.
-- ¿Sabéis una cosa? ¿Os confieso un secreto a voces?
-- Quiero ser recordado por mis hijos cuando sean mayores porque estuve en el día a día cuando me necesitaron y no ser el recuerdo de alguien que siempre estaba trabajando. Pienso dedicarle mi vida y tiempo a ellos para que, cuando miren atrás, hablen de mi lesión egoístamente como una bendición que permitió que siempre estuviera con ellos.
-- Ya no tendré más quebraderos de cabeza a causa del trabajo, ni tendré que soportar las reglas que te marca la vida, ni agobiarme por no tener un hueco libre para entrenar o realizar alguna actividad que me gustara, porque ahora tengo todo el tiempo del mundo para dedicarme a lo que me plazca y crea que merece la pena.
-- Ya no volveré a correr, ni podré hacerlo con mis hijos, pero con ellos y mi mujer harán cientos de kilómetros en bicicleta a mi lado.
-- El deporte marcó mi vida y lo seguirá haciendo, y el tiempo que ocupaba mi trabajo será sustituido por otras actividades que me llenen y q antes era imposible ni de planteármelo.
-- Seguiré dando lo mismo a los que son conocidos y querré más a los que me han demostrado estar ahí, en el peor momento de mi vida, al igual (sin rencor alguno) que no tendré más preocupaciones por aquellos a los que no les he importado ni lo más mínimo.
--¿Os cuento una anécdota?
-- La primera vez que salí del hospital a la calle, después de casi 4 meses, me encontré a un tetrapléjico en fase terminal de cáncer y me dijo estas palabras: "Nosotros tenemos la suerte de haber vivido dos vidas, la de ellos (haciendo referencia a las personas sin lesión medular) y la que nos ha tocado vivir sabiendo lo que sabemos".
-- Esas palabras (que en su día tache de un loco) las interioricé dándome cuenta con el tiempo de lo vivido hasta ahora y de lo que me queda por vivir.
-- Y, ¿sabéis otra cosa que me hizo pensar en esta persona mirando atrás?
-- Que he vivido una vida siempre al límite (como muchos sabéis) y que nunca he reparado en realizar cientos de aventuras.
-- Que lo peor no es ser minusválido, sino vivir en un mundo no adaptado.
-- Que sólo me arrepiento de no haber vivido todos y cada uno de los momentos que me dio la vida, preocupándome sólo por tonterías. Y no digo con ello que no fuese feliz en cierto modo, sino que me he dado cuenta de que no supe disfrutar a tope de lo que tenía, preocupándome por cosas que, ahora que lo pienso, son absurdas y que, realmente, la felicidad no llega cuando conseguimos lo que anhelamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos en cada momento.
-- Mi consejo, después de un año ingresado en un hospital, es que esos sueños que tenemos de “ser el más...”, de “tener el mejor...”, de “si me tocase la lotería...”, etc., etc..., son todo tonterías. No hay nada más importante que la SALUD, la de uno mismo y la de la gente que quieres y que te rodea.
-- Disfruta cada día sin que se convierta en rutina, haz lo que desees hacer sin dejarlo para mañana (pues puede que mañana sea tarde), di lo que sientes a la persona de la que estés enamorado/a y bésale/a antes de que sus labios se conviertan en algo platónico. El “NO” ya lo tienes, y el grato recuerdo o remordimiento puede ser eterno.
-- Estuve un mes y medio en la UCCI, 15 días en coma inducido y 4 días a punto de morir, días en los que, entre terribles pesadillas, no vi el famoso túnel ni una luz que me guiaba. Yo veía un cuervo que me quería llevar con él (animal que curiosamente los antiguos egipcios creían que era el ave que les llevaba de una vida a la otra), pero conseguí abatirlo y aferrarme a la vida.
-- Cuando desperté del coma, me di cuenta de que casi me voy sin expresar, a muchas de las personas que más aprecio en el mundo, esas palabras tan bonitas y que nos da tanta vergüenza decir y que no son otras que las palabras: "TE QUIERO".
-- Creo que, desde entonces, se las he dicho a todas las personas por las que tengo dicho sentimiento, y con la boca llena, pues a todos los que se lo digo quiero que lo sepan y que no lo intuyan o den por hecho, y os animo a que lo practiquéis. Veréis todo tipo de semblantes emocionados que nunca podríais llegar a imaginar.
-- Cuida de la gente que sientas que te aprecia y convive con el resto sin que te afecte más de lo estrictamente necesario.
-- Y, "OJO", no con lo relatado os quiero convencer de que mi vida a partir de ahora va a ser mejor que la que tenía antes, pues cambiaría mis piernas y manos por todo lo que tengo exceptuando a mis seres queridos, por los que continuaría cumpliendo (si esto fuese una condena) con tal de que no les pasase nada a ellos. Simplemente que, por lo ocurrido, no voy a renunciar a ser feliz, y eso es ver el vaso medio lleno.
-- A día de hoy no hay noche que no siga soñando viéndome como era antes y despertándome cada mañana con dolores en todo el cuerpo (sufriendo la pesadilla durante varios minutos hasta que recobro la conciencia de lo que me ha tocado vivir), pero sé que llegará el día en el que eso se termine, no porque vaya a recuperarme, sino porque hubo un momento en mi vida muy duro, en el que una estrofa de una canción de los hermanos "Muñoz"(Estopa) me ayudó y lo volverá a hacer, y que me gustaría compartir con vosotros: " Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos".
-- Gracias a todos y cada uno de los profesionales y compañeros que conocí en el HNP que me hicieron poco a poco sentir nuevamente lo que soy, una persona normal, transformando lo que denominamos “desgracia” en algo banal, nuestras carencias adquiridas en risas y bromas constantes y en otra forma de afrontar mi nueva vida, y en especial a J.M por volver hacerme soñar.
-- Gracias a todos los que considero "Grandes Héroes” (para todos anónimos, excepto para mí) por aportar su granito de arena en mi recuperación con sus visitas, mensajes y muestras de apoyo, pues el haberme hecho sentir tan querido os garantizo que me ha hecho el camino más fácil.
-- Gracias también a los que no han estado pues, sin rencor alguno, sé qué sentido tienen en mi vida.
-- Y “Gracias”, en especial, a mi familia y a los que, sin serlo, así les considero, a los que no puedo calificar ni definir con palabra alguna pues mi corazón está formado con fragmentos de cada uno de ellos.
-- Y la mayor de las gratitudes, se las quiero dedicar a mi mujer, inseparable compañera de fatigas y viajes(Nadia), a mis hijos y a mi santa suegra, ya que nunca abandonaron a este legionario, paracaídas, policía, en resumen"Hombre" herido en mitad del campo de batalla, que nunca me dejaron solo, y que arrastraron a cubierto mi cuerpo cuando el fuego del enemigo más azotaba, y que sin su heroicidad hubiese caído en combate.
-- Y no olvidéis este proverbio : “LA SANGRE TE HACE PARIENTE PERO LA LEALTAD TE HACE FAMILIA.”
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ NI MEJOR, NI PEOR, SIMPLEMENTE “DIFERENTE” ~ ~ ~ ~ ~ ~
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