Armas baratas y accesibles
ARMAS
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Interviu <2006-01-25>
Es domingo y el improvisado mercadillo conocido como el de los polacos es un hervidero de negocios. Un descampado junto a una gasolinera y frente al metro madrile?o de Aluche es el punto de encuentro para la gente del Este. Durante todo el a?o pacíficos trabajadores rumanos, búlgaros, polacos, rusos, ucranianos? acuden a comprar prensa de sus países y productos de la gastronomía que dejaron atrás, se reparten los envíos que sus compatriotas mandan a Madrid desde sus lugares de origen, o los recogen para llevar- los a los parientes que quedaron atrás. En el mismo punto paran los autobuses que vienen de Rumanía o Polonia. Pero no todo el panorama es una inocente ma?ana dominical. En espectaculares coches oscuros han llegado al mercadillo individuos con otras intenciones. Un grupo de tres personas espera junto a un coche de lujo, golpeándose de vez en cuando los brazos y las piernas por el frío. Ellos también venden, como los buhoneros del mercadillo.
?Yo venía a ver si alguien sabía dónde se puede pillar una pistola ?les digo.
??Qué? ?Pistola? No, no sabemos nada. Al siguiente domingo, el grupo es menos receloso. ?Mira, conocemos a gente que podría saber dónde pillar una ?pipa??, dice el interlocutor de la última vez. ?Pistolas y otras armas?, apostilla. De no saber nada han pasado a ser unos expertos. Ofrecen pistolas de 900 euros, las más baratas, o de 2.000, las más caras. Pero la estrella de su repertorio es una peque?a metralleta de culata plegable, no más grande que una pistola, ?que se puede llevar bajo el abrigo?. No aclaran qué marca, pero sí que costaría 3.000 euros.
?Bueno, pues yo vengo a por ella el próximo domingo ?propongo.
?No, tiene que ser hoy. Y no aquí. Hay que ir a otro sitio.
Ante la negativa, los vendedores vuelven a su recelo. Se cierran en banda: ?Si quieres ver las armas, hay que ir a otro sitio?, insisten. En 2003, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron en este mercadillo al polaco Mariusz K., de 29 a?os, considerado el jefe del clan mafioso Wolomin, dedicado a la extorsión. Sus hombres cobraban entre 35 y 100 euros a los transportistas y les amenazaban con da?os físicos a ellos o a sus familias si no pagaban. La desconfianza es norma general en el mercado clandestino de las armas, y esa desconfianza se dispara si el comprador empieza a dilatar la negociación. Entonces, se acabó. El vendedor se retira.
En el centro y en la periferia
Las armas se han convertido en elemento de mercadeo habitual en ambientes marginales. Hay demanda. interviú ya informó (n? 1.519) de cómo en Levante, ante la racha de asaltos a chalés, los propietarios buscan armas para paliar su inseguridad. En estas páginas también se contó (n? 1.518) cómo Las Baranquillas, hipermercado de la droga de Madrid, también lo es de escopetas de ca?ones recortados.
Barrio de Legazpi, uno de los más populares de Madrid. Tras varios días dejándose ver por sus calles, los amos del trapicheo comienzan a no desconfiar demasiado del extra?o. Uno de ellos confiesa finalmente: ?Podría ponerte en contacto con unos búlgaros. Tienen armas, largas, cortas, automáticas y semiautomáticas? Pero hay una condición: ?Tú vienes con el dinero y adonde yo te diga?. El arma más poderosa que ofrece es un subfusil RPK 47, la versión yugoslava del AK 47, más conocido como Kaláshnikov. Se trata de un viejo conocido de las bandas de delincuentes kosovares que asaltan chalés y polígonos industriales en Espa?a. En los mercados internacionales de armas, el RPK 47 se vende por 499 dólares cuando no se compra al por mayor. En Legazpi, el suministrador no llega a decir el precio. Otro punto céntrico de Madrid, la plaza de Chueca. Dos marroquíes miran desde un banco junto a la boca de metro. A quienes se les acercan les ofrecen hachís.
?Yo no busco costo? busco algo especial. Me han dicho que vosotros sabéis dónde podría pillar una ?pipa??
??Una ?pipa?? Conocemos una casa. Hay que ir a Lavapiés.
Ofrecen una pistola por 800 euros. No dicen la marca ni el modelo, pero sí el calibre: 22. Esta vez, la condición de ir donde los suministradores digan no es inexcusable. Los marroquíes ofrecen incluido en el precio el transporte. ?Tú ve por dinero, que nosotros te la traemos?.
En el barrio madrile?o de Malasa?a son dos dominicanos los que ofrecen la mercancía. En las localidades periféricas de Alcorcón y Móstoles, son marroquíes. Volviendo al centro de Madrid, en la plaza del Dos de Mayo, el territorio es de los latinoamericanos. Un peque?o comerciante, que renquea por las calles de los alrededores con un par de muletas, se ofrece para contactar con colombianos.
Caminando por el barrio, cuenta que hay una red de porteros de locales nocturnos que dominan el negocio de las armas. ?Para pillar una ?pipa? lo mejor es un matón de discoteca ?dice?. Conozco a un par de ellos que te pueden vender un revólver. Ellos me lo pueden dar a mí y yo a ti?, dice cuando, en su paseo, está ya frente al viejo Café Comercial. El trapicheador puede colocar una Baikal IJ- 70, famosa pistola rusa de nueve milímetros más conocida como la Makarov. Es un arma que ha proliferado en los asaltos y atracos de los últimos a?os. Sus amigos colombianos pueden traer también una Taurus, las peque?as, compactas y extendidas pistolas brasile?as, arma de media policía del Cono Sur americano? y también de los delincuentes de esa procedencia. Sus precios oscilan entre los 700 y los 2.000 euros, según esté de manchada. Lo explica mejor un joven delincuente gitano (ver recuadro) que muestra su pistola en un rincón del barrio de Villaverde.
??Cuánto cuesta un arma como ésta?
?Si no está ?manchada?, es decir, que no tenga ningún ?marrón?, que no la hayan utilizado antes en algún atraco, o, peor, que tenga algún muerto, cuesta 1.200 euros. Si no está ?limpia?, menos, mucho menos, 600, 700 euros.
??La que tienes está ?manchada??
?No. Comprar una pipa así es un ?marrón?.
?Pero las que no están limpias también se venden. ?Quiénes están interesados en comprarlas?
?Alguien que está desesperado y va a atracar, asesinos que tienen un ?encargo?. Hay mercado para todo en Madrid.
Luis Iturriaga
El que robo la pistola en la ertzaintza.....no sabia esto.....juas....