Efectivamente son cuestiones distintas, el derecho de admisión, por el cual se levanta la correspondiente acta si no se ajusta ese impedimento a lo que esté expuesto en el cartel de la entrada, las hojas de reclamaciones, si como consecuencia de tener una entrada de las que suelen repartir como propaganda de copas gratis y se le dice que la misma no es válida, cuestión relativamente frecuente, y también las diferencias sobre consumo en general por que entendemos un defectuoso, abusivo o irregular funcionamiento del servicio que hemos contratado.
Pero para reclamar primero hay que pagar, y en el caso que se nos ha insertado LEER, pues existía un cartel donde la persona que dejó la vitrocerámica debió leer antes de dejar el aparato para que le comprobasen la avería, y ahora si quiere recuperarla deberá abonar los 9 euros y luego si no está conforme, pedir la hoja de reclamaciones como hizo, pero la misma será archivada por que el estableciiento cumplió con lo establecido al exponer las condiciones sobre presupuestos al público.