A CORUÑA La desalojada se encadenó a una pared de la casa junto a su sobrina
Detenidos seis activistas que intentaban evitar un desahucio Cincuenta activistas de Stop Desahucios se concentraron ante la vivienda
Elisabeth Sanlés vive de alquiler con sus tres hijos menores y acumula varios impagos
Apelan a la situación familiar de la inquilina, víctima de malos tratos y enferma
Los arrestados han quedado en libertad aunque acusados de desórdenes públicos
Una de las detenidas, sobrina de Sanlés, denunciará maltrato policial
Elisabeth Salnés (i), que ha sido desahuciada esta mañana, amarrada a su sobrina. Cabalar EFE
NATALIA PUGA A Coruña
Actualizado: 27/11/2013 17:21 horas
Un desahucio previsto para este miércoles en el centro de A Coruña ha terminado con la inquilina de la vivienda desalojada y en manos de los servicios sociales municipales y seis personas detenidas por resistencia a la autoridad por intentar evitar el proceso. Una de las detenidas llegó a encadenarse a la casa junto con la inquilina y los otros cinco se negaban a abandonar el piso pese a la existencia de una orden judicial y es posible que se le impute también desacato a la autoridad.
La desahuciada es Elisabeth Sanlés, una madre de familia con tres hijos de 3, 4 y 11 años que vivía de alquiler en un piso de la calle Antonio Noche y acumula varios meses de impagos. Mantiene ella sola al núcleo familiar con un subsidio que no alcanza los 300 euros y hace varios meses dejó de pagar a sus caseros, de ahí que se haya emitido la orden de desalojo.
Los seis arrestados, dos hombres y cuatro mujeres, han sido puestos en libertad acusados de desórdenes públicos, aunque uno de ellos, sobrina de la afectacta, denunciará maltrato policial, según han informado a Efe fuentes del colectivo Stop Desahucios.
La desahuciada cuenta con el respaldo de diversos colectivos sociales y políticos, en especial Stop Desahucios, que llevan meses reclamando que no sea desalojada de la vivienda en atención a su situación personal actual, pues se encuentra en pleno proceso de divorcio tras interponer una denuncia como víctima de malos tratos, perdió su trabajo y tiene problemas de salud, con una fibromialgia recién diagnosticada.
La comisión judicial llegó pasadas las nueve de la mañana a la vivienda con la orden de desalojo. El desahucio ya se había intentado el 9 de octubre sin éxito por la resistencia ciudadana, de modo que en esta ocasión el personal del juzgado se acompañó de varias patrullas de la Policía Nacional.
Según relataron los testigos, se movilizaron una treintena de policías, que desde las siete de la mañana ya habían cortado las calles que rodean la vivienda , en las que se encontraban concentradas unas 50 personas para reclamar que se frenase el desahucio. Otras patrullas acompañaron a la comisión judicial al interior del piso, situado en el número 30 de la calle, pero lo encontraron cerrado y tuvieron que romper la puerta para acceder.
Ya dentro, se encontraron con Elisabeth Sanlés y su sobrina encadenadas a la pared de una de las habitaciones de la vivienda (la escena se veía desde el exterior) y cinco activistas de Stop Desahucios apoyándolas. Las cadenas no fueron impedimento, las rompieron y finalmente el desahucio se ejecutó y a las diez y media de la mañana la casa ya estaba vacía y precintada.
Protestas ciudadanas
Elisabeth Sanlés fue puesta a disposición de los Servicios Sociales, pero su sobrina y las otras cinco personas que la acompañaban fueron detenidas por la Policía Nacional. Tanto el desalojo como las detenciones posteriores contaron con un férreo rechazo desde el exterior.
Mientras todo ocurría dentro de la casa, las 50 personas concentradas en la calle respondieron a la actuación policial y judicial con pancartas y gritos. Repitieron mensajes como "vergüenza", "vivir es un derecho, tener casa también" o "en esta ciudad no se desahucia".
La plataforma ciudadana no cree que sea una buena solución la alternativa que le han ofrecido los Servicios Sociales ante el desahucio, que supone su estancia temporal en un albergue o casa de acogida. Cuando abandonó la casa acompañada por personal de Servicios Sociales, la desahuciada aún no había decidido si aceptaría esta solución o no, según confirmó su abogado, Antonio Vázquez.
Críticas políticas
Entre quienes se concentraron a las puertas de la casa había políticos del BNG de A Coruña y otros partidos como Alternativa Galega de Esquerda (AGE) se ha, unido a las críticas con la forma en que se ejecutó este desahucio.
AGE muestra su "su rechazo total al despliegue de violencia policial" que supuso trasladar al lugar a más de una decena de camionetas de antidisturbios y cortar las calles del barrio del Castrillón desde primeras horas de la mañana.
El partido hace referencia al "enorme gasto público represivo materializado en la presencia de policías en actitud intimidatoria" y censura que se dediquen fondos públicos a "tratar de reprimir la ciudadanía activa o las víctimas de su propia acción política".
Además de mostrar su solidaridad con la familia desahuciada y con las personas detenidas, reclaman una "imprescindible" defensa del derecho universal a la vivienda.
http://www.elmundo.es/espana/2013/11/27/5295f602684341d04a8b456c.html
