Publicidad ilegal, difícil soluciónUna de las octavillas de prostitución que inundan los coches de muchas calles de Madrid. |SARA CAMPOS
•La Junta de Ciudad Lineal, uno de los distritos más castigados por la publicidad sexista en los coches, reconoce la dificultad para aplicar la nueva ordenanza
•Sólo se puede multar a quien reparte las octavillas
ROBERTO BÉCARES
| Madrid
Actualizado 16/01/201621:38
«El barrio está lleno de esos papeles, cuando vas al coche te encuentras cuatro o cinco y es muy molesto». Mario es vecino de Ciudad Lineal y como muchos residentes está cansado de la publicidad que inunda el parabrisas de su coche cada mañana con octavillas de prostitución, que tienen mensajes como «Hermosa chica independiente. Pecho 110. Para cumplir tus deseos. Viciosa y morbosa» o «Chica nueva independiente. A partir de una hora masaje. A partir de 20 euros. Te invito a una copa», acompañados de fotografías de mujeres desnudas o en ropa interior.
La calle Alcalá está llena de estos panfletos, que en muchos casos, según denuncia el PSOE, se reparten incluso frente a los colegios de la zona. «Es que los niños las coleccionan como si fueran cromos de fútbol», asegura Javier Sáez, portavoz socialista en la Junta de Ciudad Lineal, uno de los barrios que más sufren esta práctica, que además de molesta para los conductores, sobre todo cuando llueve y las tarjetas se quedan pegadas a los cristales, supone una mala influencia para los menores.
El pasado 25 de noviembre, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó una moción socialista para impedir la publicidad de prostitución y sexista en las calles de la ciudad. La forma de vehicularla era modificar la Ordenanza de Publicidad para incluir como publicidad ilícita las octavillas de reclamo de la prostitución por su imagen degradante para la mujer, lo que permitiría a la Policía Municipal la persecución e identificación de los responsables para ser sancionados con hasta 3.000 euros.
En aquel pleno, la edil socialista Carlota Merchán explicó que directores de centros educativos le habían explicado cómo el incremento de estas octavillas por las calles adyacentes a escuelas estaba degradando la convivencia. «Han aumentado los incidentes de disciplina y convivencia en su centro y la relación de estos incidentes con esta publicidad. Me contaban cómo por las mañanas los alumnos, y me refiero a alumnos masculinos, recopilan las octavillas cual cromos que luego intercambian y comentan con sus compañeros. Y me comentaba también cómo de manera reiterada los alumnos comparan a sus compañeras con las mujeres que aparecen en las octavillas y dejo a su capacidad de deducción los calificativos que utilizan en esas comparaciones», señaló Merchán.
Casi dos meses después, la nueva ordenanza no termina de ser efectiva, ya que se puede denunciar a los que reparten la publicidad, pero no a los emisores de la misma. El PSOE llevó esta semana a pleno una pregunta para Ahora Madrid para conocer cómo se estaba aplicando la normativa. «Nos han reconocido que la solución es difícil. Se puede hacer un control de quién está repartiendo, pero no del responsable. No son locales, son sólo fotografías y un teléfono. No hay ningún lado donde ponga el bar o el culpable del delito, al final los repartidores son eso, repartidores», precisa Javier Saez, que asegura que Ciudad Lineal es uno de los distritos más castigados por este tipo de publicidad sexista ya que en el distrito, sobre todo en el Barrio de la Concepción, siempre han proliferado los locales de alterne.
Él mismo ha reprendido a algún repartidor por estar cometiendo una legalidad, pero «se van a otra calle y siguen haciendo lo mismo». Algo similar le ocurrió recientemente a la concejala-presidenta del distrito, Yolanda Rodríguez, de Ahora Madrid. «Ayer [por el viernes] fui a casar a la Junta, y en García Noblejas vi a una persona que estaba poniendo la publicidad. Me ha contestado de malas formas y he llamado a la Policía Municipal. En ese momento se le sanciona por repartir publicidad ilegal, pero no se puede hacer mucho más».
«A quien se debe sancionar es a la empresa o persona responsable de esa publicidad, pero no aparecen nombres ni dirección», señala la concejala, que asegura que muchos repartidores dejan de colocar publicidad al ver a la Policía. Desde la Junta aseguran que se ha intensificado aun así la vigilancia en locales donde se ejerce la prostitución, numerosos en el distrito, algo que admite el PSOE. Aun así no se pueden abrir sanciones a no ser que se observe, por parte de la Policía, indicios de explotación o esclavitud.