Mucha gente se engancha al tabaco tras sufrir una experiencia traumática. Es el caso de Ya Wen, una ciudadana china que se ha hecho una adicta al tabaco tras ser atropellada por una camioneta el año pasado. Hasta ahí, nada sorprendente... Si no fuera porque Ya Wen tiene tres años de edad.
"Ha estado fumando hasta una cajetilla al día desde el accidente del año pasado", cuentan sus familiares. Sus padres aseguran que su personalidad también ha cambiado desde que abandonó el hospital, donde permaneció cinco días en coma y fue tratada de varias lesiones graves. Y por si fuera poco, Ya Wen también se ha hecho adicta a la cerveza.
"Ha comenzado a actuar como un adulto. Le gusta la bebida. Puede tomarse hasta tres vasos de cerveza", afirma su madre, la señora Gao. La mujer descubrió la adicción de su hija tras 'cazarla' escondida en el baño fumándose los cigarros de su padre.
Los problemas de Wen no sólo están afectando a su familia, sino que han traspasado las barreras del hogar. Al no tener acceso al tabaco en la casa, la niña se ha dedicado a robarlos en una tienda cercana. "Al principio venía y nos cogía uno o dos paquetes, y pensábamos que eran para su padre. Ahora se acerca, coge las cajetillas y sale corriendo", narra el dueño del establecimiento al 'Daily Mail'.
La señora Gao, que vive de recoger basura para venderla posteriormente en la ciudad china de Huizhou, considera que su hija ha cambiado sus gustos en cuanto a vestimenta. "Ahora sólo se pone ropa de chico. Y si no se la compro, grita en señal de protesta".
Para intentar frenar la adicción de la niña, el padre ha dejado de fumar y la familia se ha mudado al otro lado de la ciudad. Pero la pequeña sigue llorando cada vez que ve a alguien fumando por la calle y no le deja dar una calada.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/06/22/internacional/1277240408.html